Ángel Ron quiere que la Audiencia Nacional escuche un testimonio demoledor para el que fue su sucesor en la presidencia del Banco Popular, Emilio Saracho. Se trata de la versión que el exdirector de comunicación de la entidad, Carlos Balado, contó en sede judicial, dentro de otro procedimiento, sobre las "fugas de información" que precipitaron la crisis de liquidez del banco que fue resuelto en junio de 2017.
En un procedimiento civil abierto en 2017, Balado relató que como presidente de la entidad, Saracho estuvo transmitiendo una "imagen de desconfianza hacia el banco" en los meses previos a su resolución.
El exdirectivo señala al banquero de inversión como fuente directa de informaciones que se publicaron sobre la complicada situación que atravesaba la entidad financiera que acabó absorbida por el Santander. En concreto, afirma que el último presidente del Popular fue la "fuente" directa de la información que publicó El Confidencial el 11 de mayo de 2017 en la que se dijo que el banco estaba a la venta por riesgo de quiebra.
Una afirmación contraria a lo que Saracho dijo en su declaración en la Audiencia Nacional, cuando aseguró que nunca mantuvo una conversación previa a esa noticia con el periodista. El banco inició en su momento acciones legales contra ese medio por ese episodio, según recuerdan fuentes del entorno de Saracho.
La defensa de Ron ha recogido esa declaración de Balado, desconocida hasta ahora, y la ha incorporado a un escrito dirigido Juzgado Central de Instrucción nº 4 en el que solicita la comparecencia en calidad de testigo del hombre que llevó las riendas de la comunicación del Popular entre septiembre de 2012 y junio de 2017.
Según el contenido de ese escrito, presentado por el Bufete Choclan con fecha 15 de abril, Balado explicó durante un interrogatorio en los juzgados por otra causa relacionada con el banco que los encuentros off the record con periodistas son "normales". Pero también reconoció que se quedó sorprendido, cuando en alguna de esas charlas con cuatro periodistas, Saracho "fue taxativo" al decir que la entidad no tenía valor.
"Él decía que el banco no valía nada, que la acción valía cero y que por tanto los accionistas del banco tenían que saber que eran las reglas del mercado, tenían que saber que lo perdían todo", afirmó Balado.
Esa información, añadió el dircom, "era contradictoria" con la documentación que se presentó más tarde a la CNMV en la que se indicaba que el valor patrimonial del banco era de 11.000 millones de euros.
Discurso de la Junta
Esos encuentros fueron previos a la Junta de Accionistas en la que Emilio Saracho pronunció un discurso que fue penalizado por el mercado en Bolsa. Según Balado, la intervención que él redactó para esa cita clave -por las dudas que existían sobre el banco- fue desestimada.
"Esa propuesta se rechaza e incluso en ese discurso se dejó una frase que luego no se llega a pronunciar, que se elimina, que es que si el banco no encontraba comprador o no ampliaba capital sería un banco zombie", señaló Balado, siempre según las declaraciones recogidas en el escrito.
La defensa de Ángel Ron ha esperado a que el juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, que investiga la resolución del Popular, escuchara el testimonio del exgobernador del Banco de España, Luis María Linde, del pasado 11 de marzo para aportar esta prueba que pone en apuros a su sucesor.
Linde señaló en la Audiencia Nacional que es importante distinguir entre liquidez e insolvencia. Según el testimonio del exgobernador, "la resolución del Banco Popular no tuvo nada que ver ni con provisiones, ni con su solvencia, se debió única y exclusivamente a una crisis aguda de liquidez a partir del primer trimestre de 2017".
El juez investiga a Ron por los posibles delitos que se acometieron en la ampliación de capital que acometió el banco en el año 2016, mientras que Saracho está siendo investigado por un posible delito de manipulación de mercado en 2017.
Reexpresión de las cuentas
En el escrito al que ha tenido acceso este periódico y que fue presentado por los abogados del Bufete Choclan que asistieron a Ron en su declaración, José Antonio Choclan y Javier Velasco Almendral, también incorporan preguntas sobre la reexpresión de las cuentas que se realizó el 3 de abril de 2017 y por la forma en la que los medios recogieron la salida de la entidad del que era consejero delegado, Pedro Larena, en esos momentos turbulentos.
Sobre la reexpresión, Balado responde de manera afirmativa a la pregunta de si los datos que incorporaron eran "meras estimaciones sin confirmar".
"El hecho relevante dejaba muchos interrogantes y sobre todo no daba una cifra concreta, que permitiera arrojar claridad sobre el hecho que se estaba analizando y eso provocó que se especulara sobre las cantidades y el impacto que podrían tener sobre el banco y a partir de ahí es cuando se produce cierta inquietud en los mercados", señaló el directivo.
Balado dijo que recomendó a Saracho que el banco diera la cifra "de la forma más homogénea posible". Pero en esa ocasión, "al igual que en otras anteriores", el presidente decidió confiar su asesoramiento al despacho de abogados de Uría, relata.
El documento incluye un gráfico -que no es la primera vez que se maneja en este caso- que vendría a confirmar la teoría de que esas fugas de información fueron las que precipitaron la crisis de liquidez que hundió a la entidad.
El escrito también incorpora una carta que Balado remitió al secretario del consejo de administración del banco, Francisco Aparicio, en diciembre de 2016 en la que afirmaba que "es inaudito que el área de comunicación tenga que afrontar situaciones fuera de control generadas por consejeros del banco, en contra de los intereses de la entidad y de la política de comunicación fijada por el máximo responsable".
El exdirector de comunicación del Popular tildaba en esa misiva de "irresponsables" y "desconsideradas" hacia su equipo las actuaciones que se llevaron a cabo en esos meses previos a la caída del banco.
Con todos estos elementos, la defensa de Ron considera que este testimonio, ligado al de Linde, es clave, puesto que confirmaría que "la crisis de liquidez llevó a la resolución de una entidad financiera solvente".
Ahora será el juez el que tendrá que decidir si lo toma en consideración y llama a declarar a Carlos Balado como testigo en esta causa.