La nueva CaixaBank echa a andar este viernes. La entidad resultante de la fusión de la hasta ahora CaixaBank y de Bankia generará unos ahorros de costes anuales de 770 millones de euros gracias a las sinergias provocadas en los próximos cinco años. No sólo eso, es que se calcula que habrá unos ingresos anuales adicionales de 290 millones de euros.
Esto se conseguirá gracias a los "nuevos ingresos por la renegociación de los acuerdos suscritos por Bankia en el ámbito de seguros y por la capacidad de ofrecer un portfolio de productos y servicios más amplio y de alta calidad a una base mayor de clientes", según destacan ambas entidades.
Unas cifras que han presentado las entidades en su proyecto de fusión a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que explican que se han fijado una ratio de solvencia CET1 de entre el 11% y el 11,5%.
La ecuación de canje
Otra de las cuestiones clave de todo este proyecto era la ecuación de canje. Pues bien, éste queda situada en 0,6845 acciones de CaixaBank por cada título de Bankia. El canje se atenderá con acciones de nueva emisión de CaixaBank. Esto supone ofrecer una prima del 30% respecto a la ecuación de canje del pasado 3 de septiembre.
Para cubrirla será necesario emitir 2.079.209.002 acciones ordinarias de CaixaBank de un euro de valor nominal cada una de ellas; cifra que podría ajustarse en función de las acciones en autocartera.
Esto supone valorar los títulos de Bankia en 1,41 euros y hacer una valoración total de la entidad de 4.300 millones de euros.
Participación
Como resultado, la Fundación Bancaria 'la Caixa' a través de Criteria tendrá en torno al 30% de las acciones, mientras que el FROB se hará con el 16%. Ambos verán cómo el beneficio por acción se incrementará en un 28% respecto a las estimaciones del mercado para el año 2022.
Una de las grandes dudas que existía era la de la marca; pues bien, queda desepejada y se utilizará la de CaixaBank. Esto obliga a que Bankia desaparezca durante el primer trimestre de 2021, fecha en la que estiman que quede terminada la fusión. Antes, en noviembre, deberían celebrarse las Juntas de Accionistas.
Tal y como estaba previsto, el domicilio social estará en Valencia mientras que habrá dos sedes corporativas, una en Madrid y otra en Barcelona.
Los cargos ejecutivos serán para José Ignacio Goirigolzarri como presidente (con responsabilidad en secretaría del Consejo, comunicación externa, relaciones institucionales y auditoría interna) y para Gonzalo Gortázar como como consejero delegado que se ocupará del resto del negocio.
Goirigolzarri, según una nota de prensa remitida, considera que esta operación servirá para "conformar la primera franquicia española en un momento en que es más necesario que nunca crear entidades con tamaño crítico, así se puede apoyar a familias y empresas".
Líder en España
Y es que la entidad resultante de la fusión tendrá más de 20 millones de clientes "siendo el banco de referencia" con una presencia geográfica diversificada y equilibrada.
Por su parte, Gonzalo Gortázar ha subrayado que “la fusión nos permitirá afrontar
los desafíos de los próximos 10 años con mayor escala, fortaleza financiera y
rentabilidad, lo que redundará en mayor valor para nuestros accionistas, en más
oportunidades para nuestros empleados, en un mejor servicio a nuestros clientes y
en una mayor capacidad para apoyar la recuperación económica en España”.
El Consejo de Administración estará formado por 15 miembros, de los que un 60%
serán independientes. La representación de mujeres alcanza el 33%.
Estará compuesto por los siguientes miembros: Tomás Muniesa Arantegui, José Serna Masiá; Gonzalo Gortázar Rotaeche; María Verónica Fisas Vergés; Cristina Garmendia; Amparo Moraleda; Eduardo Javier Sanchiz Irazu; John Shepard; Koro Usarraga Unsain; José Ignacio Goirigolzarri; Joaquín Ayuso; Francisco Javier Campo; Eva Castillo; un consejero a propuesta de BFRA y Fernando María Costa Duarte.