CaixaBank ha presentado a los sindicatos su plan de recolocación externa para los trabajadores que salgan del banco en el marco de su Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Para ello, el banco ha contratado a Lee Hecht Harrison, la firma del grupo Adecco especializada en este tipo de procesos, y a McKinsey según informan fuentes sindicales, que califican este programa como un "lavado de imagen" de la entidad.
La consultora McKinsey será la encargada de realizar un profundo estudio de la situación actual del empleo en España a escala provincial, con especial atención a las regiones en las que el ajuste tenga un mayor impacto. Más concretamente, la consultora analizará las perspectivas económicas por territorios e identificará los sectores con mejores expectativas de evolución, así como los perfiles profesionales más demandados con el mayor nivel de detalle posible.
Por su parte, Lee Hecht Harrison, que ya tiene experiencia en los ERE de Santander, desarrollará el programa de recolocación externa. General Assembly, también del grupo Adecco, llevará a cabo una formación digital para los trabajadores.
Los representantes de los trabajadores y la entidad han mantenido este miércoles su cuarta reunión para la negociación del ERE, de forma que agotan ya el periodo de conversaciones informal y dan inicio al recogido en el Estatuto de los Trabajadores desde el próximo encuentro.
La entidad puso sobre la mesa al inicio de las negociaciones un plan de recorte de 8.291 trabajadores, si bien la semana pasada decidió que, de ellos, 500 serían recolocados en CaixaBank Tech, la filial tecnológica que gestiona la infraestructura de IT de la entidad y desarrolla proyectos relacionados con la transformación digital. Así, se producirán 7.791 salidas de trabajadores de la entidad.
Cómo serán las recolocaciones
El banco ya había adelantado a los sindicatos que en la reunión de este miércoles presentaría su plan de recolocaciones, con el objetivo de encontrar trabajo para el 100% de los trabajadores que lo deseen.
Se trata una propuesta que incluye asesoramiento y acompañamiento de forma indefinida a los empleados afectados durante todo el proceso de búsqueda de empleo con el objetivo no solo de que encuentren empleo sino de que redefinan su plan profesional personal.
Así, dispondrán de un plan de consultoría ilimitado, sesiones de coaching y formación para adquirir nuevas competencias, pero también potenciar su marca personal y su visibilidad tanto en redes sociales como en foros relevantes para su especialidad.
El plan también contempla el asesoramiento para autoempleo, búsqueda de trabajo en otros países y la colaboración con startups que demandan perfiles especialistas en finanzas y orientación al cliente. Asimismo, incluye un programa especial para quienes valoren la posibilidad de incorporarse como consejeros independientes a otras empresas y otro para el colectivo de mayores de 50 años.
Otro aspecto destable del plan es que los afectados por el ERE podrán transferir su derecho a acceder a este programa a un familiar de primer grado (es decir, pareja o hijos) que esté en situación de desempleo o desee mejorar en su carrera.
El plan que puso en marcha tras el ERE de 2019, como ya contó Invertia, se saldó con una ratio de recolocación del 87% de las personas que querían seguir trabajando, que encontraron un nuevo empleo en un plazo medio de cuatro meses. De ellos, el 64% lo hizo con contrato indefinido desde su incorporación a la empresa y el 36% restante con un contrato temporal que se convirtió en indefinido más tarde. Por su parte, trece exempleados terminaron desarrollando proyectos de autoempleo.
"Lavado de imagen"
Los sindicatos, por su parte, califican de "lavado de imagen" el plan de recolocación externa y han expuesto este miércoles a la dirección de la entidad su rechazo al ERE y a las medidas dadas a conocer por el banco.
Para los representantes de los trabajadores, la voluntariedad es una línea roja antes de negociar el resto de condiciones. El banco, ya desde el inicio de las negociaciones, puso sobre la mesa que primaría la voluntariedad aunque se reserva la opción de rechazar solicitudes para que la mitad de las salidas se produzca en el tramo de edad de menores de 50 años, que tienen un coste inferior a las de los mayores.
En esta reunión, los sindicatos han presentado, además, las condiciones económicas que consideran adecuadas para las salidas, entre las que se encuentran indemnizaciones del 70% del salario para mayores de 52 años, del 65% para entre 49 y 51 años y 50 días por año de trabajo, con un mínimo de 36 mensualidades, para el resto.
"No vamos a aceptar ningún plan de recolocación como solución a salidas forzosas. La forzosidad solo se combate con la voluntariedad y unas buenas condiciones de salida. El plan de recolocación debe ser una medida complementaria para quienes decidan salir voluntariamente", apuntan desde UGT.
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