Bankinter, Santander y Sabadell, los bancos a los que más les cuesta cada cliente de oficina, según Alvarez&Marsal
El coste medio de un cliente digital -el que opera a través de la web y la aplicación móvil)- se sitúa en unos 97 euros al año.
17 junio, 2021 03:07Noticias relacionadas
Los clientes digitales de los bancos les cuestan mucho menos que los que siguen realizando toda su operativa bancaria en las sucursales. Concretamente, trece veces menos, según el análisis realizado por Alvarez & Marsal, que determina que Bankinter, Santander y Sabadell son las entidades a las que más les cuestan los clientes puramente analógicos.
El coste medio de un cliente digital (el que opera a través de la web y la aplicación móvil), que representa el 60% de la clientela total en el conjunto de los bancos españoles, se sitúa en unos 97 euros al año, frente a los 1.298 euros anuales de los no digitales, los de oficina. Un coste trece veces superior, según recoge el informe El pulso de la banca, elaborado por Alvarez & Marsal.
Y, a nivel individual, son Bankinter (6.327 euros al año), Santander (1.488 euros) y Sabadell (1.342 euros) las que registran un mayor coste por cliente de oficina. La diferencia es tan exagerada en Bankinter dado que la cifra de clientes digitales utilizada para el cálculo es el 90% del total, según explican desde la consultora. En estos tres bancos, el coste de los clientes digitales es mucho menor, de 152 euros, 218 euros y 94 euros, respectivamente.
Las mayores diferencias
Con todo, las mayores diferencias entre el coste de un cliente digital y otro de oficina se encuentran en Bankinter (45 veces), en Unicaja Banco (29 veces) y en Ibercaja (27 veces). Unicaja Banco registra, precisamente, el menor coste en clientes digitales, 22 euros al año, mientras que a Santander, con 218 euros anuales, le corresponde el mayor. En cuanto al cliente de oficina, Bankinter registra el mayor coste (6.327 euros) y Cajamar (107 euros), el menor.
Para realizar estos cálculos, los expertos de Alvarez & Marsal utilizan el importe del gasto y la inversión que realizan los bancos en digitalización, un dato que las entidades no suelen dar a conocer y sobre el que existe poca transparencia. Los mayores están en CaixaBank (5.326 millones al año), Santander (5.121 millones), BBVA (3.914 millones), Sabadell (3.349 millones) y Bankinter (1.478 millones), de acuerdo con el citado informe.
Asimismo, toman la referencia del volumen de clientes digitales sobre el total que cada banco declara tener. Se trata del 55% en CaixaBank, del 66,7% en BBVA, del 63,8% en Santander, del 70% en Sabadell, del 90% en Bankinter, del 50% en Abanca, del 78% en Unicaja, del 55% en Kutxabank, del 54,5% en Ibercaja, del 28,6% en Cajamar y del 50% en Liberbank.
Precisamente, la baja rentabilidad de las oficinas en pleno proceso de digitalización es el motivo principal que está llevando a los bancos a redimensionar su red comercial. Y es, hasta el punto de que, tras los cierres previstos para este año, que reducirán un 15% la red, su volumen se verá reducido hasta niveles de 1976, como contó Invertia.
Más rentables y eficientes
El análisis de Alvarez & Marsal revela que al cierre del primer trimestre del año la eficiencia por sucursal de todas las entidades creció y es Bankinter el banco más eficiente en términos de volumen de negocio por sucursal. Al otro lado de la fila, CaixaBank redujo esta eficiencia como consecuencia del aumento de sucursales tras la absorción de Bankia.
De hecho, durante el primer trimestre la ratio de eficiencia de las entidades mejoró, aunque se sitúa aún en el conjunto del sector por encima del 45%, con la excepción de Cajamar.
La eficiencia, junto a la rentabilidad, se está convirtiendo en una de las principales prioridades de las entidades españolas, que están viviendo estos meses profundos procesos de reestructuración tanto en sus redes de oficinas como en sus plantillas.
En el primer trimestre del año, en todo caso, estas dos métricas avanzaron en la buena dirección. De acuerdo con este informe, la rentabilidad del conjunto del sector mejoró significativamente, del 3,56% al 6,59%, debido a la ralentización de las provisiones, mientras que el coste del riesgo cayó en 28 puntos básicos.