Si algo están demostrando los procesos de despido colectivo que está llevando a cabo la banca desde que comenzó la pandemia es que lejos ha quedado la famosa edad de oro que era la norma en procesos anteriores. Las entidades financieras, que llevan a cabo estos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) principalmente para ganar en eficiencia, están intentando ajustar al máximo los costes. Algo que no gusta nada a los representantes de las plantillas.
Salvo sorpresas, el último ERE que se va a negociar en el marco de la pandemia será el de Unicaja, que quiere redimensionar su plantilla tras integrar el negocio de Liberbank y convertirse en el quinto banco del país por activos. Actualmente cuenta con un masa laboral de unos 9.700 empleados y ya ha planteado la extinción de 1.513 contratos, de los que 1.005 corresponden a las sucursales y 508 a los servicios centrales.
Tras mantener en vilo a los sindicatos presentes en la mesa de negociación durante semanas en relación con las condiciones económicas de los empleados que abandonen finalmente la entidad, Unicaja ha puesto ya sobre la mesa una primera propuesta que no ha complacido para nada a los representantes de la plantilla.
Indignación sindical
"Inadmisible", "lamentable", "una tomadura de pelo"... El primer planteamiento de la dirección de Unicaja ha abierto aún más la brecha que empezaba a formarse con los representantes de la plantilla, que critican que el banco les condena a despidos forzosos al impedir apuntarse a los trabajadores en edad de prejubilación (entre 50 y 56 años), que son unos 3.000 empleados.
"Solo hay que echar un vistazo al cuadro de edades para ver que Unicaja está proponiendo despedir a más de 1.340 personas menores de 50 años, es decir, una de cada cuatro de este colectivo, con una indemnización irrisoria", critican desde CCOO.
Y es que las condiciones económicas que ha presentado Unicaja distan mucho de las ofrecidas por otras entidades en procesos pasados, especialmente los de hace años, en los que llegaban a concederse prejubilaciones con hasta el 90% del salario.
De acuerdo con esta primera propuesta, que será debatida durante las próximas semanas, los mayores de 63 años recibirían una indemnización de veinte días por año trabajado con un tope de doce mensualidades. En el caso de los menores de 50 años, sería de 26 días y hasta 18 mensualidades.
En cuanto a las prejubilaciones, de las que están excluidos los empleados de entre 50 y 56 años que no podrán adherirse al proceso, el banco ofrece el 52% del salario para los que tengan actualmente entre 59 y 63 años (pagadero hasta los 63 años) y del 50% para los de 57 y 58 años (hasta los 62 años).
Como referencia, los ERE acordados entre dirección y sindicatos de otros bancos contemplan prejubilaciones con el 57% (CaixaBank), el 65% (Sabadell) y hasta el 75% (BBVA) o 76% (Santander) del sueldo, a lo que se suman primas por presentarse voluntariamente, por antigüedad, por trienios trabajados... Procesos que se llevarán por delante miles de empleos, pero que cuentan con el visto bueno de la mayoría sindical en todos los casos.
El 'modelo Liberbank'
Ya antes de comenzar las negociaciones, como contó EL ESPAÑOL-Invertia, entre los representantes de la plantilla se temía que se impusiera, frente al "criterio Unicaja", el "criterio Liberbank". Sindicatos y dirección del banco asturiano han estado enfrentados durante años por él, llegando incluso a verse en los tribunales por la aplicación unilateral de medidas por parte del banco. Confiaban entonces en poder mantener la "paz social".
Sin embargo, los primeros contactos con la dirección para negociar este proceso no están fructificando. Los sindicatos CIC, UGT y CSIF, por su parte, han rechazado conjuntamente todas las medidas presentadas hasta el momento.
No solo consideran inadecuadas las condiciones económicas y la afectación total del proceso, sino que critican, como también recogió este periódico, que el plan de Unicaja para homologar las condiciones de todos sus empleados (los llegados del banco asturiano y los que ya estaban en el andaluz) es hacerlo "sin coste".
Así lo reconoce el propio banco en un comunicado reciente. "La dirección de la entidad ha reiterado su voluntad de llevar a cabo un proceso de armonización tomando como referencia las existentes en Unicaja Banco y siempre que ello no genere gastos adicionales a la entidad", reza el mismo.
La respuesta de los trabajadores es clara. "No vamos a permitir esta barbaridad y nos encontrarán a toda la plantilla en el camino", amenazan desde CIC, si bien es cierto que por el momento no se han planteado movilizaciones.