En pleno vaivén del Euríbor por la inminente subida de los tipos de interés, el mercado de la vivienda en España está registrando en los últimos meses un verdadero boom hipotecario que, con todo, se queda muy lejos del vivido durante la burbuja inmobiliaria.

En los últimos meses se han registrado fuertes ascensos en la firma de hipotecas, como reflejan los registros del Instituto Nacional de Estadística (INE). El pasado mes de septiembre se llegó a disparar un 57,7% y siguió creciendo fuertemente en los meses siguientes, hasta moderarse en febrero, cuando "solo" creció más de un 14%.

En marzo, según los datos del Banco de España, se registró un importe de crédito nuevo para la compra de vivienda de 6.500 millones de euros, el máximo de todo 2021 y lo que va de 2022.

Margen para seguir

Un boom hipotecario que no tiene por qué parar aquí, sino que dispone de margen para continuar, según coinciden varias fuentes del sector. Y en parte se debe a que la firma de hipotecas está aún muy lejos de la que se registraba en los años de la burbuja inmobiliaria

El pasado año se suscribieron unos 556.960 préstamos hipotecarios, lo que supone menos de un tercio de las que se firmaron en el pico de la burbuja. En 2006, esta cifra se situó en los 1,89 millones, es decir, 3,4 veces por encima del último registro anual.

Aquel ejercicio se marcó el máximo, aunque durante varios años la firma de hipotecas también superó el millón de préstamos. Así fue, al menos, entre 2003 (primer registro del INE) y 2009.

Desde entonces, tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, este número empezó a caer. En 2009 se firmaron 960.948, mientras que al año siguiente ya eran menos de 700.000 y el mínimo se registró en 2014, cuando se sellaron únicamente 315.535. Esta es una de las razones por las que desde el sector no se aprecia con elevada preocupación el disparado volumen de firmas de hipotecas.

Un joven busca piso de alquiler. E. E. E. E.

Detrás de este afán por firmar hipotecas que se está viendo en los últimos meses se encuentran varios motivos, como el hecho de que estos préstamos alcanzaran a finales del pasado año unos precios más baratos que nunca por el hundimiento del Euríbor.

En las últimas semanas, además, se está percibiendo una urgencia por parte de los clientes por firmar hipotecas ante el miedo de que el cambio de sentido de este índice las encarezca sobremanera, como explican fuentes del sector a EL ESPAÑOL-Invertia.

Algo que no tendría por qué pasar. No en vano, aún existe incertidumbre sobre la evolución que va a tener en el futuro el Euríbor y, como apuntan estas mismas fuentes, no tiene por qué llegar a los niveles de la pasada crisis (por encima del 5%).

La evolución de la firma de hipotecas ha ido paralela a la de la subida de los precios de la vivienda, algo que desde la banca tampoco se considera preocupante. Según se afirma en el sector, el aumento de los precios tiene más que ver con la inflación que con un sobrecalentamiento.

Sobrevaloración

Como expuso José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, durante la última presentación de resultados, no se trataría de una burbuja, sino de "un traslado de los costes a los precios".

Los supervisores bancarios, sin embargo, tienen una opinión más preocupante. Tanto desde el Banco Central Europeo (BCE) como desde el Banco de España se ha manifestado inquietud por la "sobrevaloración" de los precios de la vivienda (también de las criptomonedas), aunque no tanto en España como en otros países.

El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, afirmó durante el Observatorio de las Finanzas de EL ESPAÑOL e Invertia que "España no es de los países en los que haya habido un mayor incremento del precio de la vivienda". Sin embargo, semanas más tarde el supervisor nacional reconocía que ya "existe algo de sobrevaloración" en los precios inmobiliarios.

Lo cierto es que los precios no han dejado de crecer en los últimos dos años, a pesar de que al inicio de la pandemia desde el sector bancario se preveían caídas. De acuerdo con los datos de Idealista, el precio por metro cuadrado de la vivienda en España se situó en mayo en 1.869 euros, un 13,3% por encima del de junio de 2020 (1.650 euros).

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