Goirigolzarri dimitirá este miércoles como presidente de CaixaBank
- Lo hará en la reunión de su consejo de administración.
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José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, prevé presentar este miércoles su renuncia voluntaria al cargo ante el consejo de administración de la entidad, según informa el diario La Vanguardia y ha podido confirmar este periódico por fuentes del sector.
Sin embargo, fuentes de CaixaBank consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia han declinado comentar la información, aunque sí han confirmado la reunión de hoy de su consejo.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia, este mismo miércoles se conocerá el nombre de su sustituto en la presidencia, si bien el cambio no se producirá de forma inmediata, pues habrá un periodo transitorio hasta la salida efectiva de Goirigolzarri. Fuentes del sector añaden que con este paso el banquero "cierra un ciclo vital y profesional". Algunos medios hablan de que su sustituto podría ser Tomás Muniesa, actual vicepresidente de CaixaBank.
Goirigolzarri, uno de los banqueros más importantes en activo en la actualidad, ostenta la presidencia de CaixaBank desde que, en la primavera de 2021, se produjo la fusión del banco con Bankia, entidad en la que ya ocupaba este cargo.
Previamente, fue presidente del banco desaparecido desde mayo de 2012, momento en el que se incorporó para pilotar la reestructuración de Bankia tras el rescate público.
Bajo su liderazgo, la entidad consiguió recuperar su solvencia y su rentabilidad tras unos años muy difícil para el equipo gestor, que conformaba con José Sevilla, actual presidente de Unicaja.
El banquero accedió a la presidencia de Bankia tras una dilatada carrera en Banco de Bilbao y, después, en BBVA, donde trabajó mano a mano con su expresidente, Francisco González.
Goirigolzarri ha sido director general de la antigua BBV, responsable de Banca Comercial en España y de las operaciones en Latinoamérica, director general de BBVA y, finalmente, consejero delegado del banco en 2001.
Se prejubiló en 2009 y se mantuvo tres años fuera de la alta dirección de los bancos hasta que en 2012 el Gobierno lo llamó para tomar las riendas de Bankia, sustituyendo en el cargo al exvicepresidente y ex director general del FMI Rodrigo Rato, condenado más tarde por las tarjetas black.