Massimo Doris, CEO de Banca Mediolanum.

Massimo Doris, CEO de Banca Mediolanum.

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Doris (Mediolanum): “España debería tratar el impuesto a la banca como Italia, con diálogo y sólo como un anticipo”

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En 2025 se cumplirán 25 años desde que Grupo Mediolanum comprara Fibanc, el banco de inversión barcelonés que fundó Carlos Tusquets. En estas dos décadas y media, Banco Mediolanum ha logrado asentar en España su exitoso modelo italiano de asesoramiento financiero sin red de oficinas.

Banco Mediolanum ya es la entidad española líder por número de agentes financieros, con más de 1.600, y ahora aspira a elevar el tamaño medio de sus family bankers con una ofensiva por la banca privada que conlleva tanto fichajes en terceras entidades como formación y promoción interna.

El grupo que creó Ennio Doris -fallecido hace tres años- desde aquel Programma Italia inicial de 1982, tras el encuentro en Portofino con Silvio Berlusconi y el apoyo de su grupo inversor Fininvest, tiene ahora como primer ejecutivo a su hijo Massimo Doris. Su otra hija, Sara Doris, también está muy involucrada en la llevanza de los negocios en Italia y España, al tiempo que compagina su labor con la fundación y el legado de la familia Doris.

En una entrevista realizada con EL ESPAÑOL-Invertia en su sede de Basiglio (Milán), Massimo Doris, CEO de Banca Mediolanum, repasa la figura de su padre, la actualidad corporativa de la banca europea y lanza un mensaje crítico hacia el Gobierno español por el polémico impuesto ‘solidario’ a la banca.

Un dardo que Massimo traduce en que el Ejecutivo de Pedro Sánchez debería haber copiado las formas y el formato de su homóloga italiana, Giorgia Meloni.

¿Qué diferencias hay entre su padre y usted a la hora de gestionar el banco?

Mi padre era una persona muy emocional, yo lo soy un poco menos. Mi padre fue asesor financiero durante muchos años y conocía a la perfección el trabajo de los family bankers. Tenía una capacidad de mirar lo que pasaba en el mundo y entenderlo con tal lucidez que muy poca gente ha tenido. Yo tengo los mismos valores que tenía mi padre, la misma idea de banco. Seguramente seamos diferentes en cómo gestionamos a las personas, la sociedad ha cambiado, pero somos iguales en cómo gestionamos la empresa.

Yo trabajo en Mediolanum desde 1998. He vivido casi toda mi vida aquí dentro. Y nunca he tenido enfrentamientos con mi padre. De vez en cuando teníamos ideas distintas. Él confiaba en mí y yo le veía a él como el mejor del mundo. Había amor entre nosotros. Cualquier discusión era práctica, sobre el asunto en cuestión, ninguno quería ganar por el mero hecho de llevar la razón, queríamos lo mejor para el banco. Normalmente, ganaba más él, aunque a veces imperaba mi idea. Él me llegó a reconocer que algunas ideas que han cambiado este banco han sido mías. Y otras veces incluso teníamos que buscar un tercer enfoque. Nunca nos ha pesado.

¿El estar ya supervisados por el BCE les ayuda comercialmente?

Es un tema burocrático que no influye. Quizá ayude a convencer a un nuevo asesor financiero o un nuevo cliente. Pero, en realidad, no es un tema tan importante. Nos da orgullo, porque significa que hemos crecido mucho. Pero no es una ventaja sensible comercialmente. Incluso, acarrea muchos gastos y procesos burocráticos que antes no teníamos. Pero bienvenidos sean.

Si BBVA compra Sabadell y cierra oficinas, habrá muchos clientes que buscarán otras opciones, y ahí será el momento de que nuestros family bankers se muestren al mercado

El foco de crecimiento lo tienen puesto en España, mientras que en Alemania han dado un paso atrás. ¿Se plantean ir a otros mercados?

La fuerza de este modelo es también su debilidad: el asesor financiero. Una persona que trabaja a comisiones y que tiene que seguir nuestra estrategia en el asesoramiento. Tiene que trabajar mucho y constantemente. Con la compra de Fibanc, tardamos diez años en arrancar. Ahora tenemos un tamaño con el cual la máquina ya empieza a rodar rápido. Pero compartíamos filosofía de negocio y un idioma similar. En su momento, mandamos supervisores italianos que en poco tiempo aprendieron el castellano básico para integrarse e implementar nuestro modelo en España.

En Alemania, sin embargo, compramos una licencia bancaria. Pasaba el tiempo y… cero clientes, cero ingresos. Pero tú como entidad tienes que montar la banca con todos los gastos de estructura y regulatorios que conlleva, aunque sea pequeña. Enviamos supervisores italianos de la red. Pero el alemán, como idioma, no es lo mismo que el castellano. Las leyes y la cultura alemana también son distintas. Se nos dispararon los gastos. Hasta que le dije a mi padre que no podíamos seguir así, “tenemos que cerrar”. Si bien ahora algunas entidades terceras distribuyen nuestros productos allí.

Mirando hacia otros posibles países europeos, Francia dice en su ley que los asesores financieros tienen que ser empleados, y no es nuestro modelo de agentes financieros que son empresarios. Portugal es muy pequeño. En Reino Unido estaba Fineco, y no consiguieron crecer. Y tras el Brexit no puedes ser una sucursal, tienes que crear un banco inglés, y eso dispara los costes. Ellos han tenido que salir del país. Por tanto, prefiero poner los recursos en España, donde todavía tenemos mucho margen de crecimiento.

¿La entrada de UniCredit en Commerzbank y la opa de BBVA sobre Banco Sabadell les abre oportunidades de negocio en Italia y España?

La compra parcial o total de Commerzbank por UniCredit no nos genera oportunidades. Cuando a nosotros se nos abre oportunidades es cuando un banco adquiere otro banco de un mismo país, no de otro país. Sería el caso de BBVA si acaba integrando Sabadell. Como cuando en Italia Intesa Sanpaolo compró UBI Banca. Si BBVA compra Sabadell y cierra oficinas, habrá muchos clientes que buscarán otras opciones, y ahí será el momento de que nuestros family bankers se muestren al mercado. En una fusión, durante un periodo de tiempo, la calidad del servicio al cliente se resiente. Es normal.

¿Qué le parece el intento del Gobierno español de hacer permanente el impuesto ‘solidario’ a la banca, con un modelo distinto al aplicado por Giorgia Meloni?

En Italia no es un impuesto más, es una anticipación de impuestos futuros. Es el acuerdo al que ha llegado el Gobierno con la patronal de los bancos italianos. Es una forma que ha encontrado el Estado de financiarse a coste cero. Los impuestos que pagamos este año y eran debidos en 2025, 2026 y 2027, los pagamos hoy, pero no los pagaremos en esos años.

Puedo entender que los gobiernos tienen problemas de balance y deuda, y van donde hay dinero para recaudar más. A nadie le gusta pagar más, pero con diálogo constructivo y reconociendo que el Estado tiene dificultades y que se puede encontrar una fórmula de colaboración sensata para ambos lados, tendría sentido. Lo que no me gusta es que a los ciudadanos se les traslade que los beneficios de los bancos son injustos o demasiado altos. Si fuera verdad que los bancos están ganando demasiado, todos los ahorradores tendrían acciones de bancos para recibir dividendos. Pero no tengo constancia de que esto sea así. Por algo será.

El RoE de los últimos años, hasta 2021, ha estado muy por debajo del 10%. Hoy está por encima, en niveles promedio del 13% o 14%, el que deberían tener. La comunicación política se basa en que estamos robando dinero, aunque esto no sea cierto y los números del pasado, con pérdidas y muy baja rentabilidad, lo corroboren. Sabemos que es un partido perdido. Si deciden agrandar el impuesto o hacerlo permanente, no podemos hacer nada. Lo tendremos que pagar. Pero me hubiera gustado más diálogo y un formato más parecido al italiano.

Luego por otro lado está el BCE, que dice que los bancos tienen que ser más eficientes y ganar más, porque tienen que sostener el crecimiento económico. Pero el Gobierno dice que ganas demasiado como sector y tienes que pagar más tasas. Entonces, ¿quién lleva la razón? A mí los números me hacen pensar que el BCE. En términos políticos, decir en todo el mundo que los bancos son ladrones, da votos. Pero a largo plazo, si tienes bancos débiles, no es bueno para la economía del país. No sé si el impuesto matará a los bancos, pero cuando tú tienes una idea equivocada de origen y das pasos en ese sentido, con el tiempo se acaba pagando.

Igor Garzesi

Igor Garzesi es desde hace casi un año el director general de Banca Mediolanum, puesto al que accedió gracias a un intercambio de roles con Gianluca Bosisio en Banco Mediolanum.

En conversación con este periódico, Garzesi asegura que el banco español está muy avanzado a nivel tecnológico, también en IA a la hora de asesorar a los clientes, y subraya que en España han registrado un gran crecimiento en el último lustro. Esa experiencia de gestión la ha llevado a Italia, donde el banco estaba ya muy consolidado con crecimientos más planos y ahora tiene que volver a dar un paso adelante. “Estos movimientos internos son bastante comunes en Grupo Mediolanum y ha sido una decisión muy inteligente de Massimo Doris”, considera.

En el caso de España, Banco Mediolanum dispone de 71 banqueros de altos patrimonios, un segmento donde recientemente han hecho varios fichajes en Santander y BBVA. El objetivo final es que el volumen medio por asesor financiero escale. Si en Italia está en 27 millones de euros, los family bankers españoles están en 7,5 millones.

¿Cuál sería la meta de este creciente y selecto equipo de gestores patrimoniales? “No hay un techo. Es una evolución natural del modelo. No tenemos dudas de que España puede experimentar el mismo éxito que Italia en cuanto a nuestra filosofía de asesoramiento financiero con family bankers”, asevera Garzesi.