La presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, durante el curso de la APIE de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en junio de 2023.

La presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, durante el curso de la APIE de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en junio de 2023. C. Ortiz Europa Press Santander

Banca

La CNMC lleva el análisis de la fusión de BBVA y Sabadell a fase 2 y alarga los plazos de la opa

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La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha decidido llevar su análisis del impacto en competencia que puede tener una hipotética integración de BBVA y Sabadell a fase 2, lo que quiere decir que la autoridad llevará a cabo un estudio en mayor profundidad de la cuestión. En la práctica, implica que los plazos de la operación se alargarán al menos tres meses más.

"La operación requiere un análisis en mayor profundidad", ha indicado la autoridad de Competencia en un comunicado publicado este martes.

En el mismo se añade que "en la primera fase del procedimiento se ha realizado una investigación detallada sobre la situación de competencia en los mercados afectados. Esta redundará en una mayor eficiencia en el análisis durante la segunda fase, cuyo objeto es profundizar en el estudio de la operación".

Tras meses de dudas, la autoridad que preside Cani Fernández ha decidido darse más tiempo para estudiar qué implicaciones puede tener en los diferentes mercados esta operación. No obstante, es importante señalar que llevar el análisis a fase 2 no implica que las condiciones que finalmente imponga la CNMC a BBVA, si las impone, vayan a ser más estrictas que si resolviera la cuestión en fase 1.

De hecho, en su comunicado de este martes la autoridad indica que "la apertura de la segunda fase no prejuzga las conclusiones definitivas que la CNMC pueda alcanzar en relación con la operación de concentración".

Varias fases

El proceso de análisis de un caso como este requiere de varias fases. En la primera se realiza un estudio del posible impacto en competencia de la operación y existe la posibilidad que la CNMC decida resolver el caso en este punto.

Sin embargo, la normativa contempla la existencia de una fase 2, que implica poco más que darse más tiempo para realizar el análisis con mayor profundidad.

Además, en esta segunda fase "Sabadell y otros terceros con interés legítimo podrán presentar alegaciones", si bien "también la notificante podrá formular alegaciones y aportar más información". "Asimismo, se solicitará un informe preceptivo a las comunidades autónomas en las que la concentración incida de forma significativa", añaden desde la CNMC.

La clave de esta fase es que en la misma se contempla la posibilidad de que el Gobierno pueda opinar sobre la resolución de la CNMC, ampliando o reduciendo las condiciones que la autoridad haya querido imponer a la empresa para garantizar que tras la integración se mantendrá la competencia.

Se incumple la previsión de BBVA

Desde el primer momento de la opa, los gestores de BBVA han insistido en que el proceso se resolvería en fase 1, como fue el caso de la integración de CaixaBank y Bankia, que dio lugar a una entidad más grande que la que se crearía con la fusión de BBVA y Sabadell.

Hay que tener en cuenta que aquella fue una operación no sólo amistosa, sino pactada desde el primer momento por las cúpulas de ambos bancos. Esta, sin embargo, es lo que se llama una opa hostil, dado que se lanzó en contra de la opinión del consejo de administración de Sabadell.

Algo que ralentiza los plazos. Como la propia Fernández ha explicado en varias ocasiones, si la operación es hostil es más difícil obtener la información de la empresa opada (es decir, de Sabadell). La autoridad cuenta con unos plazos, pero el reloj se para cada vez que tiene que requerir nueva información al banco.

"Como pueden imaginar, en el caso de una opa hostil, tenemos toda la información del notificante, es decir, del adquiriente, pero no tenemos la información del objeto de la opa, de Sabadell", contó el pasado septiembre en el Congreso. Y añadió: "Hemos obtenido esa información a base de requerimientos de información que han sido retirados en la medida de lo necesario".

"Creemos que no hay un problema de competencia aquí", dijo Onur Genç, consejero delegado de BBVA, durante la última presentación de resultados del banco, para justificar su previsión de que el análisis no llegaría a fase 2. Desde Sabadell, sin embargo, han dicho desde el primer momento que sí se utilizaría esta segunda fase.

Es por eso por lo que esta decisión de la CNMC supone un traspié para BBVA, que había previsto los plazos de la operación en función de que la autoridad resolviera el caso en fase 1. Ahora todo el periodo se alarga y ya es difícil que se complete la operación a mediados del año que viene, como estimaba BBVA en un inicio.

No obstante, el resto de autorizaciones van llegando según lo previsto. Una de las más importantes, la no oposición a la operación por parte del Banco Central Europeo (BCE), se conoció el pasado septiembre.

En cuanto a la aprobación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) al folleto de la opa, aunque legalmente no tiene por qué hacerlo, está previsto que llegue después de que se conozca la decisión de la CNMC.

Así, los accionistas de Sabadell tendrán toda la información sobre si se puede llevar a cabo la integración de BBVA y Sabadell y de qué manera antes de votar a favor o en contra de vender sus acciones al banco azul.

Fuentes del banco han trasladado a EL ESPAÑOL-Invertia que "BBVA continuará colaborando estrechamente con la CNMC para culminar cuanto antes el acuerdo de compromisos y la aprobación del expediente".

Además, en un comunicado remitido a la CNMV, BBVA recuerda que "la autorización de la CNMC es una de las condiciones a las que está sujeta la eficacia de la oferta".

Por su parte, fuentes de Sabadell han mostrado su "respeto por el trabajo del supervisor" y han apuntado que "la decisión de la CNMC confirma la complejidad de la opa hostil lanzada por BBVA, que hace necesario un estudio más profundo de las consecuencias que tendría esta operación en la competencia del sistema financiero español".