El consejero delegado del BBVA, Onur Genç, interviene en el 31 Encuentro Financiero, organizado por Deloitte y ABC.

El consejero delegado del BBVA, Onur Genç, interviene en el 31 Encuentro Financiero, organizado por Deloitte y ABC. Blanca Millez Efe Madrid

Banca

La línea roja que llevaría a BBVA a echar atrás la opa: la CNMC podría obligarle a vender el negocio de pymes de Sabadell

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BBVA quiere comprar Sabadell, pero no a cualquier precio. Existen algunas líneas rojas que podrían llevar al banco a echarse para atrás, principalmente el hecho de que la autoridad de Competencia obligara a la entidad a deshacerse del negocio de pymes de Sabadell -lo que técnicamente se denomina carve out-. Algo improbable, pero, en todo caso, posible.

Los principales gestores del banco azul han dejado claro en varias ocasiones que el negocio de pymes de Sabadell es su principal atractivo, por lo que comprar el banco sin él no sería lógico.

"No tendría sentido integrarnos con Sabadell para luego reducir su tamaño. Nuestro objetivo es crecer, especialmente en el segmento de pymes, donde hemos venido aumentando nuestra cuota de mercado de manera relevante, particularmente en Cataluña. Lo que queremos es seguir creciendo y potenciar el modelo de gestión comercial y de riesgos de Sabadell, especialmente en el segmento de pymes y empresas", afirmaba Carlos Torres, presidente de BBVA, el pasado septiembre en un foro organizado por Esade en Cataluña.

Y ya van dos ocasiones en las que Onur Genç, consejero delegado de BBVA, deja caer que el banco puede retirarse la opa si considera que no va a haber creación de valor. Algo que apunta directamente al negocio de pymes. Lo hizo hace dos semanas en la presentación de los resultados de la entidad y también el miércoles, durante su intervención en un foro financiero organizado por Deloitte y ABC.

"Si la creación de valor está comprometida, tenemos la opción de echarnos atrás. No dudaremos ni un segundo en hacerlo si la creación de valor no está ahí", apuntó el miércoles preguntado por la decisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de llevar su análisis sobre la operación a fase 2.

¿Condiciones más estrictas?

Lo cierto es que esta ampliación del plazo para el estudio del caso no implica que las condiciones que vaya a imponer la CNMC sean más estrictas que las que habría propuesto de haber aprobado la operación en fase 1.

La propia CNMC lo dejaba claro en su comunicado del martes: "La apertura de la segunda fase no prejuzga las conclusiones definitivas que la CNMC pueda alcanzar en relación con la operación de concentración".

Entonces, ¿para qué sirve la fase 2? Principalmente, para tres cosas: una, realizar un análisis más profundo de la operación; dos, dar voz a cualquiera de las partes implicadas, y tres, permitir al Gobierno opinar sobre las condiciones o remedies.

No en vano, en el caso de que la operación sea aprobada en fase 2 con compromisos o condiciones o bien se prohíba, se elevaría al Consejo de Ministros para que este diera su visto bueno final, lo que permitiría al Gobierno imponer condiciones adicionales si así lo requiere. Este último paso no tendría lugar si la operación se aprobara sin compromisos ni condiciones, ya sea en fase 1 o en fase 2.

Esta última parte es la más impredecible, dado que el Gobierno es muy contrario a la opa y fusión (así lo ha hecho saber públicamente en numerosas ocasiones) y puede pedir prácticamente lo que quiera.

Si se le ocurre imponer a BBVA la venta del negocio de pymes, con toda probabilidad el banco se echaría atrás con la opa, como ya han amenazado sus gestores con hacer.

No obstante, hay que tener en cuenta que si la CNMC o el Gobierno obligan a BBVA a deshacerse del negocio de pymes, alguna otra entidad tendría que comprarlo, con lo que no se arreglaría el problema de contar con un competidor menos. Esto hace que esta opción sea más improbable... pero no imposible.

Desde Sabadell han puesto esta opción sobre la mesa desde el primer momento. Así lo hizo en una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia, César González-Bueno, su consejero delegado, el pasado verano.

Para el banquero sería "deseable" que los remedies o condiciones que se impongan "no fuesen nunca conducidos a perjudicar a BBVA, sino que fuesen conducidos a asegurar que hubiese una oferta alternativa que pudiera permitir a las pymes tener más opciones".