En concreto, la compañía ha inyectado 20,3 millones de euros en Bakery Iberian Investments, la sociedad que utiliza para canalizar algunas de sus inversiones en el extranjero.

Desde el grupo señalaron a este medio que reciben aportaciones de capital destinadas a inversiones en otros países y que las aportaciones recibidas por parte de Bakery Iberian Investments no obedecen a necesidades del grupo en Iberia. 

Unas necesidades que pasan por ser más eficientes, lo que implica meter la tijera en su estructura. “La necesidad de concentrar la fabricación de determinados productos, para adecuar la demanda a los territorios en los que operan las plantas y generar eficiencias logísticas, nos ha llevado a tomar la decisión de cesar la actividad de la planta”, señalan fuentes de la compañía a EL ESPAÑOL-Invertia en relación a la fábrica de Valladolid.  

La compañía ha emplazado a los representantes sindicales a una primera reunión de la comisión negociadora del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que tendrá lugar el próximo miércoles, 25 de septiembre. Un total de 166 trabajadores podrían verse afectados por este despido colectivo. La fábrica, asimismo, da empleo de forma indirecta a 40 trabajadores. 

La compañía pretende minimizar, en la medida de lo posible, el impacto que esta medida pueda suponer. No obstante, desde los sindicatos no entienden la decisión del grupo de alimentación mexicano y denuncian que no les han dado explicaciones todavía. 

“Entendemos que es un plan estratégico de centralización de fábricas, pero no tiene sentido a nivel económico porque están cerrando las plantas más económicas”, señala Félix Fernández, presidente del Comité de Empresa de la compañía.  

De hecho, este mismo año Bimbo ha cerrado dos fábricas más. Una en Paracuellos (Madrid) con 200 trabajadores en plantilla y otra en El Vergel (Alicante). En ambos casos alegó causas organizativas y productivas. De la planta alicantina, 24 trabajadores fueron recolocados y 48 despedidos a través de un ERE. 

Y si echamos la vista un poco más atrás, el grupo que distribuye los famosos Donuts o Bollycaos en España ya cerró otras plantas. En 2020, fue el turno de la fábrica de Granollers (Barcelona), la primera fábrica de Bimbo en España. De hecho, las primeras unidades de pan de molde salieron del horno el 21 de febrero de 1965. Parte de la plantilla fue trasladada a las instalaciones de Santa Perpètua.

Imagen de una protesta de CCOO frente a la fábrica de Bimbo en Valladolid

Con menos carga emocional, ese mismo año bajó la persiana de la fábrica en Tenerife. Esto supuso decenas de despidos y el traslado de otros trabajadores a la otra infraestructura de la empresa en el archipiélago, en Agüimes (Las Palmas de Gran Canaria).

Ante estos continuos cierres, cabe preguntarse si habrá más. En principio, fuentes de la compañía aseguran que “no está previsto en el futuro”, pero matizan que hacen “análisis periódicos de capacidades productivas para ver cómo podemos incrementar la producción de nuestras fábricas y poder hacer frente a la demanda actual bajo unos parámetros de sostenibilidad”. Actualmente, la compañía cuenta con once factorías repartidas en el territorio español.

Resultados y marca blanca

El inicio del año no ha sido especialmente bueno para la empresa mexicana. Grupo Bimbo cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 2.370 millones de pesos (130 millones de euros), un 41,8% menos que en el mismo periodo de 2022.

En cuanto a sus ventas, alcanzaron los 93.221 millones de pesos mexicanos (5.110 millones de euros), lo que supone un descenso del 6% en relación a 2022. Por regiones, los ingresos en el mercado norteamericano cayeron un 13,2% en valor, misma evolución experimentada en las zonas de Europa, Oriente Medio y África (-4,5%) y Latinoamérica (-3,1%). 

Un empleado de Bimbo llevando una bandeja de productos iStock

Las palabras del presidente del consejo y director general del grupo, Daniel Servitje, también reflejan la estrategia de la compañía.

"Después de un año récord en 2023, comenzamos 2024, un año de inversión y transformación de nuestro negocio, con un primer trimestre en el que hemos visto los beneficios de la diversificación geográfica, de categorías y de canales", dijo.

Y esto "nos ha permitido invertir en una unidad de negocio para el crecimiento futuro, como es el caso de Norteamérica". 

Dentro de estos resultados, el grupo no se desagrega por países. Sin embargo, en España la filial de Bimbo (Bimbo Donuts Iberia) presenta sus cuentas. Las más actualizadas en el Registro Mercantil son las de 2022. En ellas cerró con 17,2 millones de euros de pérdidas frente a los 8 millones de beneficios del anterior ejercicio. 

A esta complicada situación hay que añadir el auge de la marca blanca en España y la caída de la producción en el sector de la alimentación que también afectan a empresas como Bimbo.

La inflación y los conflictos geopolíticos, hicieron retroceder en 2023 la producción del sector un 2,6% con respecto a 2022, hasta los 162.459 millones de euros, según Informe Económico 2023 de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).

Además, el sector sigue adelgazando su estructura empresarial. Hay 1.824 empresas de alimentación y bebidas menos que en 2022. La cifra total es de 28.335 compañías a cierre de 2023.