Grandes petroleras ‘disfrazan’ el crudo ruso como letón para poder venderlo en los países de la Unión Europea
La organización europea Transport & Environment constata que la mayor fuente de ingresos de Rusia es el petróleo, muy por delante del gas.
22 abril, 2022 03:16Noticias relacionadas
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No es la primera vez que las empresas buscan soluciones para conseguir comprar al mejor precio. Y ahora el petróleo ruso es el 'apestado' en Europa por la cruenta invasión de Ucrania. Por eso, algunas compañías energéticas del Viejo Continente han encontrado una solución para seguir con el crudo ruso mientras apaciguan a la opinión pública. Es lo que se conoce como la 'mezcla letona'.
Según un informe de Bloomberg, si se comercializa una barrica en la que sólo el 49,99% provenga de Rusia, siempre que el otro 50,01% se obtenga en otro lugar, el cargamento de petróleo no es técnicamente de origen ruso.
Una estrategia, que aunque no es ilegal (la UE todavía no ha prohibido la compra y entrada de crudo ruso), esconde a la opinión pública europea una decisión muy polémica. Y, además, sale más barato, porque desde que comenzaron las sanciones el precio del 'apestado' crudo ruso ha caído con fuerza, lo que le hace más interesante desde el punto de vista empresarial.
En el mercado del petróleo, ya se extiende el hashtag de la "mezcla letona", porque en sus inicios comenzó con un comercio desde Primorsk, una ciudad exportadora de petróleo rusa cerca de San Petersburgo, hasta Ventspils, un puerto en Letonia que tiene una gran terminal petrolera y capacidad de almacenamiento. Ahí se hacía la mezcla pero, según Bloomberg, hay muchos otros lugares más, incluso en los Países Bajos y en alta mar, transferencias de barco a barco.
El petróleo, fuente de ingresos
Según la organización europea Transport & Environment, la mayor fuente de ingresos de Rusia es el petróleo, muy por delante del gas. De hecho, la dependencia de Europa del petróleo ruso pone 285 millones de dólares al día en el bolsillo de Putin.
"Si queremos limitar el dinero que financia la guerra en Ucrania, hay que detener su importación a Europa", ha dicho Carlos Calvo, senior director, non-road policy and analysis de la organización, en un encuentro con los medios. "Y de ese petróleo, el 65% se destina a transporte, el 21% a industria y el restante (13%) a otros".
"La Unión Europea debería embargar todas las importaciones de petróleo y gas de Rusia para dejar de financiar la guerra de Putin contra Ucrania", señala. Hasta el momento, el petróleo y el gas no se han incluido en las sanciones económicas. Todos los días, los países de la UE continúan transfiriendo cientos de millones de euros en petróleo y gas al régimen de Putin, estimado entre 80.000 y 85.000 millones de euros en 2022, para pagar su guerra ilegal contra Ucrania.
Ante las preguntas de EL ESPAÑOL-Invertia sobre las probabilidades de que la UE sancione finalmente al petróleo ruso, el responsable de T&E ha dicho que "cada vez son más países los que apoyan esta propuesta, pero otros como Alemania o Hungría se muestran en contra. Es el momento de ser valientes para tomar esta decisión".
El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha dicho que la próxima ronda de sanciones incluirá "alguna forma" de embargo al petróleo ruso como parte de la intención de la UE de reducir la dependencia de los hidrocarburos de Moscú, que también afectará al gas y ya incluye al carbón como parte del quinto paquete de sanciones, anunciado a principios de este mes.
Girasol para biocombustible
Y del petróleo al girasol, que no solo es un alimento, sino que también se emplea para producir biocombustibles. "En plena crisis de alimentos, mientras algunos países luchan por asegurar suficientes suministros de alimentos para su gente, la industria de los biocombustibles está intensificando sus esfuerzos para aumentar su uso".
A medida que los precios mundiales del trigo se disparan, Europa quema el equivalente a 15 millones de hogazas de pan todos los días para hacer funcionar nuestros automóviles.
El 39% del aceite de girasol que se consume en Europa (contando biocombustibles) es importado, la mayoría de Ucrania (un 25% del consumido). Los mayores importadores de aceite de girasol en Europa son Holanda y España, que conjuntamente suman menos de un millón de toneladas, pero las cantidades de aceite de girasol usado en biocombustibles equivalen a la cantidad importada de Ucrania por varios países europeos al mismo tiempo.
"La opción no es sustituir petróleo por biocombustibles, sino por movilidad eléctrica", añade el experto.
No depender del petróleo
Transport & Environment reconoce que es una tarea difícil dejar de depender de un día para otro del petróleo ruso, pero se pueden tomar medidas a corto, medio y largo plazo.
También ha escrito una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que ponga en marcha de manera urgente medidas de ahorro, sensibilización social y consumo responsable en todos los ámbitos para reducir al máximo el consumo de fósiles.
También para que se promueva la eficiencia energética mediante la rápida y eficaz electrificación del transporte por carretera (reservando hidrógeno verde para sectores verdaderamente difíciles de descarbonizar), y que se revisen los estándares europeos de CO2 para coches y furgonetas.
Por último, que se revisen los impuestos a la automoción y se suspendan los biocombustibles basados en cultivos. "Además, con la rebaja de los 4 céntimos el litro de gasolina y diésel aprobado a primeros de abril, no solo aumentará el consumo de carburantes (un 4,5% más que el consumo de 2019 o lo que es lo mismo, 2,1 Mtep), sino que se trata de una medida que favorece a los más ricos".
A corto plazo, T&E propone días sin coches, límites de velocidad en función de cuánto se contamine, más teletrabajo y menos viajes de empresa, y no prolongar las rebajas impositivas.
A medio plazo, considera importante que se aprueben objetivos ambiciosos en el plan europeo Fit For 55 a medidados de mayo, un objetivo de movilidad eléctrica para flotas, más eficiencia energética para buques y la aprobación de unas zonas sin emisiones en zonas urbanas.
Y, a largo plazo, pide que se prohíba la venta de vehículos de combustión (turismos, furgonetas y camiones) en 2035, incluso antes, en 2030.