"El proyecto del Golfo de Vizcaya se va a completar a futuro con otras dos nuevas interconexiones transpirenaicas", aseguró este martes Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, apenas una semana después de que la Commission de régulation de l’énergie (CRE) -homóloga de la CNMC en Francia- desechase estos proyectos.

En su informe el CRE advierte que "los análisis coste-beneficio realizados no han demostrado que los beneficios de los proyectos adicionales compensen los costes".

En particular, el regulador francés basa su argumento en el "elevado coste de la congestión de la red nacional, la importante necesidad de reforzar las redes aguas arriba y las importantes cuestiones de aceptabilidad local".

Sin embargo, las dos conexiones han sido reconocidas por la Unión Europea como Proyectos de Interés Común (PCI, por sus siglas en inglés). Es decir, el Ejecutivo comunitario considera prioritario su desarrollo en el horizonte 2030.

Además, a diferencia del análisis del CRE, el Plan Decenal de desarrollo de redes de Entso-e (grupo europeo de gestores de redes de transporte de electricidad) sí consideró rentables estos proyectos en 2022. De hecho, cuantificó su ahorro de costes para el sistema eléctrico europeo en 132 millones de euros anuales cada uno.

Se trata de 39 millones de euros más que la cifra calculada en 2021, que es la que se utilizó para la elaboración de la planificación de la infraestructura eléctrica vigente en España.

Años de disputa

Que las interconexiones entre España y Francia sean un motivo de disputa entre ambos países no es algo nuevo. Y ejemplo de ello es la fuerte oposición que Emmanuel Macron, presidente francés, llevó a cabo durante años contra el Midcat, el gasoducto entre los dos países por Cataluña.

Precisamente, Macron justificaba entonces sus reticencias al Midcat en la falta de rentabilidad del proyecto. Una disputa desembocó en el reemplazo del gasoducto por la actual propuesta del H2Med, que únicamente transportará hidrógeno.

El descenso de los precios eléctricos está convirtiendo a España en un hub europeo de energía, con más de 30 meses seguidos de saldo neto exportador. Sin embargo, la falta de conexión nacional con el resto del Viejo Continente es un factor limitante para su potencial.

El despliegue de una infraestructura eléctrica que conecte con el resto de Europa podría amenazar el liderazgo de Francia, que históricamente es el mayor exportador de energía a Europa. Y es que su localización geográfica y su capacidad de generación nuclear le convierten en un actor clave en el envío de energía a países como Alemania e Italia.

Avances en el plan 2026

Beatriz Corredor y Roberto García Merino, consejero delegado de Redeia, actualizaron el martes ante sus accionistas los últimos avances en los proyectos contemplados en la actual planificación de la red eléctrica, para el periodo 2021-2026.

"Esperamos iniciar de forma inminente las obras del cable submarino que conectará la península ibérica y Ceuta", reveló Corredor.

El objetivo de este proyecto es aumentar sustancialmente la seguridad y calidad del suministro eléctrico ceutí, reducir sus necesidades de generación instalada y aumentar la integración de renovables en una región con escaso espacio físico para su despliegue.

Por su parte, García Merino aseguró que el avance de los trabajos para la construcción de la interconexión entre Galicia y Portugal "permitirán alcanzar el hito de su puesta en servicio durante el año 2025".

El CEO de Redeia también destacó que las baterías de Ibiza y Menorca, claves para reforzar el suministro eléctrico en el archipiélago balear, cuentan ya con la declaración de impacto ambiental (DIA) favorable.

En Canarias, el responsable del operador eléctrico hizo alusión al buen avance del enlace entre Tenerife y La Gomera, "donde avanzan los trabajos en las subestaciones de ambos extremos, en Chio y El Palmar de Gomera, y está en curso la fabricación del cable submarino".

Los responsables de Redeia también pusieron en relieve el desarrollo de la central hidroeléctrica de bombeo reversible Salto de Chira en Gran Canaria, "que progresa a muy buen ritmo". "Es un elemento esencial y urgente para la garantía de suministro y la integración de renovables en el sistema eléctrico canario", señalaron.