Parque eólico marino.

Parque eólico marino. EP

Observatorio de la Energía

Iberdrola, BlueFloat, Engie y EDPR batallarán para hacerse en octubre con los primeros parques marinos de Oregón

La subasta incluye dos áreas con potencial para instalar 3.100 MW de capacidad, suficiente para dar energía limpia a un millón de hogares.

3 septiembre, 2024 02:22

Las primeras adjudicaciones de energía eólica marina en las costas de Oregón (Estados Unidos) ya tienen fecha y contarán con una participación predominantemente española.

La administración Biden-Harris acaba de fijar para el próximo 15 de octubre la primera venta de concesión de energía eólica en alta mar en el Estado. Un grupo de cuatro empresas clasificadas, en el que se encuentran las españolas Iberdrola, BlueFloat y Ocean Winds (una joint venture entre EDPR y la francesa Engie), competirá por llevar su tecnología a las aguas oregonianas.

Se trata de dos áreas con el potencial de proporcionar hasta 3.100 megavatios (MW) de capacidad de generación, lo que equivale al suministro de electricidad limpia de aproximadamente un millón de hogares. Entre los candidatos para hacerse con el lecho marino de Oregón también se encuentra la firma irlandesa Mainstream Renewable Power.

El Aviso de Venta Final (FSN, por sus siglas en inglés), que es el último paso antes de la venta en sí en el proceso competitivo de adjudicación de arrendamientos, se publicará en el Registro Federal este martes, 3 de septiembre.

Incluirá detalles sobre ciertas disposiciones y condiciones de los arrendamientos, detalles de la subasta, el formulario de arrendamiento, criterios para evaluar las ofertas de la competencia, procedimientos de adjudicación, procedimientos de apelación y ejecución del arrendamiento.

Apuesta o paso atrás

El interés de empresas como Iberdrola, Ocean Winds o BlueFloat por crecer en el mercado global de la energía eólica marina se incrementa tras las dificultades atravesadas por el sector durante el ejercicio 2023.

Y es que el año pasado estuvo marcado por un fuerte aumento de los costes de los proyectos y por problemas en las cadenas de suministro. Unas circunstancias que desencadenaron el fracaso de algunas emblemáticas subastas y una oleada de cancelación de proyectos en Estados Unidos.

Muestra de la recuperación del interés por la energía marina de algunos promotores globales se encuentra en la actualización estratégica de la compañía capitaneada por Ignacio Galán.

El pasado mes de marzo, Iberdrola publicó una hoja de ruta en la que reserva para la eólica marina más de la mitad de su inversión en renovables prevista para los próximos tres años. En esta apuesta, ha puesto el foco en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania.

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola. Iberdrola LONDRES

En la otra cara de la moneda, compañías petroleras como Equinor y Shell, o incluso firmas especializadas en el sector como Orsted, no han logrado recuperarse de la debacle de 2023.

Estas empresas han tomado la decisión de abandonar mercados que inicialmente incluían en sus planes de crecimiento verde.

El caso más reciente es el de la petrolera Equinor. La compañía noruega anunció la semana pasada su salida de los parques eólicos marinos en España y Portugal, además de Vietnam, con el objetivo de reducir costes.

En nuestro país, Equinor había presentado el proyecto Floating Offshore Wind Canarias (Fowca), de 200 MW, de la mano de Naturgy. Las empresas pretendían competir con este parque en la primera subasta de España.

De hecho, a principios de ese año, habían ampliado su alianza con un acuerdo para trabajar juntas en el análisis de oportunidades para el desarrollo de la energía eólica marina en España.

Hablamos de una decisión similar a la tomada previamente por Orsted, el principal promotor de energía eólica marina a nivel mundial. En febrero de este mismo año, el gigante danés anunció el abandono de varios mercados offshore, entre los que se incluían Noruega, España y Portugal.

Con esta retirada de mercados extranjeros, que se suma a la suspensión de dividendos hasta 2025 y al recorte de 800 puestos de trabajo, la intención del equipo directivo de Orsted es reducir costes y estabilizar la compañía.

Este movimiento se produjo menos de un año después de cerrar una alianza para invertir en Punta Langosteira (Galicia) con Repsol —que en julio comunicó un nuevo acuerdo para apostar por la eólica offshore en España de la mano de la francesa EDF)—.

La petrolera Shell también quiere recortar personal de su negocio de energía eólica marina y abandonar los proyectos que ganó en Irlanda con Iberdrola en 2022, según informó Bloomberg. Sus planes también pasan por reducir su negocio de las energías renovables, que es intensivo en capital.