Central nuclear

Central nuclear

Observatorio de la Energía

La nuclear en Europa, 'on fire', y Reino Unido invertirá 6.000 millones de euros más para construir su central Sizewell C

Suecia planea subvencionar con 34.000 millones de euros la construcción de más centrales y Hungría espera tener operativa su planta Paks II en 2032.

3 septiembre, 2024 02:22

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dejado claro que la energía nuclear es el futuro de la UE: "Cuando hablamos de nuestra energía, tenemos que producir más de nuestra propia energía: más renovables, más nuclear y más eficiencia". Una apuesta que contrasta con el calendario de cierre de centrales en España, que dará su pistoletazo de salida el próximo mes de noviembre con Almaraz I.

Algo está cambiando en Europa y en los países vecinos. La energía atómica está experimentando una nueva ola de impulso político pese a la oposición de los Gobiernos de Alemania, Austria o España, entre otros

Y Reino Unido está en la misma línea que sus vecinos europeos. Acaba de anunciar que prepara invertir otros 5.500 millones de libras (unos 6.000 millones de euros) en la construcción de Sizewell C, su próxima planta de energía nuclear. La cifra estará sujeta a la próxima revisión del gasto del gobierno.

La nueva financiación se suma a los 2.500 millones de libras (casi 3.000 millones de euros) de dinero público que ya se han canalizado a la central eléctrica a través de planes existentes, iniciados por primera vez en noviembre de 2022 bajo el gobierno anterior. En total, si no siguen aumentando las cifras, las obras para la central costarán al erario unos 8.000 millones de libras (9.500 millones de euros).

Según los promotores, Sizewell C, que tiene una capacidad prevista de 3,2 gigavatios, podría abastecer a más de seis millones de hogares. Tiene un diseño casi idéntico al de Hinckley Point C, que se encuentra en construcción y que supera los costes previstos tanto en términos de construcción como de costes.

En cambio, no se conoce que haya ningún financiador privado que quiera participar en este proyecto, así que la central nuclear aún espera una decisión final de inversión.

Sizewell C es una más de la ola de proyectos nucleares que recorre el Viejo Continente, desde la fría Suecia hasta la lejana Hungría.

Suecia, Francia y Hungría

El Gobierno sueco de coalición conservadora (democristianos y liberales con el apoyo externo de los ultrasdemócratas) también confía, sin ninguna duda, en el desarrollo de centrales nucleares.

Sus planes para expandir la energía nuclear probablemente costarán alrededor de 400.000 millones de coronas (unos 35.000 millones de euros) y serán financiados con préstamos públicos y un sistema de garantías de precios.

El Gobierno quiere 2.500 MW de nueva energía nuclear para 2035 (el equivalente a dos nuevos reactores) y 10 nuevos reactores una década después. Pero el sector privado ha evitado invertir, preocupado por los riesgos de proyectos con una vida útil de alrededor de 100 años, que tienen enormes costes iniciales y que pueden tardar más de una década en generar beneficios.

El objetivo es conseguir un precio de la electricidad de alrededor de 800 coronas suecas/MWh (70 euros/MWh) durante 40 años. Los suecos votaron en 1980 a favor de eliminar gradualmente la energía nuclear, pero la necesidad de abordar el cambio climático ha obligado a repensar y la energía nuclear es ahora una pieza central de la estrategia de la actual coalición de centroderecha para alcanzar su objetivo de emisiones netas cero para 2045.

Por su parte, Hungría está en proceso de seguir adelante con la construcción de nuevas centrales nucleares, con dos reactores rusos en Paks II. Las cuatro unidades existentes en Paks son reactores VVER-440 que se pusieron en funcionamiento entre 1982 y 1987 y que producen cerca de la mitad de la electricidad del país.

En febrero de 2022, Francia anunció planes para construir seis nuevos reactores y considerar la construcción de ocho más. Y comenzará a construir sus primeros reactores nucleares de nueva generación antes de mayo de 2027. El gobierno francés planea gastar aproximadamente 51.700 millones de euros.

Y en junio pasado, el ministro italiano de Medio Ambiente y Seguridad Energética, Gilberto Pichetto Fratin, dijo en una entrevista en Le Monde que "estamos convencidos de que, dada la demanda y en vistas a la descarbonización, no podemos prescindir de una parte de la energía nuclear en nuestra producción energética en el futuro".

Inversiones millonarias

"Definitivamente, hay un impulso a favor de la energía nuclear en Europa", ha dicho Coralie Laurencin, directora sénior de S&P Global. Los responsables políticos argumentan cada vez más que se necesitarán tecnologías previamente "descontadas" para reducir a cero las emisiones de carbono.

La energía nuclear proporciona alrededor una quinta parte de la electricidad de la UE, aunque sólo hay reactores operativos en 13 de los 27 países miembro. Este nuevo interés ha impulsado que una coalición de países pronucleares respaldada por Francia dijera el año pasado que su objetivo es aumentar la capacidad nuclear de la UE en un 50% para 2050.

Si bien ese objetivo no es realista, si hay más dinero de la UE en esta tecnología podría tener un impacto en las decisiones nucleares de los países, particularmente en Europa central y oriental, donde los presupuestos gubernamentales son ajustados.

Quienquiera que asuma el cargo de próximo comisario de energía de la UE tendrá el poder de dar forma a la agenda nuclear de Bruselas, que abarca desde presionar a la UE para que aumente su presupuesto para la energía atómica hasta elaborar estrategias que envíen señales políticas potentes a los inversores.