España, a punto de perder la industria de los 'data centers' con una proyección de más de 30 años, por falta de redes
- "Lo que no hagamos hoy para la implantación de los centros de datos, va a suponer perder una industria para las próximas décadas", según Gesternova.
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Las renovables son las energías del pasado, del presente y del futuro. Son las que dominarán el mix energético europeo, pero hay un desequilibrio entre producción y demanda. Mientras crece la capacidad instalada, la demanda ha descendido a niveles de hace diez años.
Es una de las grandes cuestiones que se han puesto sobre la mesa en la Jornada 'Reindustrializar España gracias a la energía verde' organizada por El Español y el Grupo Gesternova.
"Hemos hecho un gran esfuerzo en desarrollar renovables en España (y en Europa) porque tienen varias virtudes para nuestro entorno: son autóctonas, están basadas en fuentes de energía primaria infinitas, son baratas, especialmente la fotovoltaica, y no emiten gases de efecto invernadero", señala Jorge González, vicepresidente del Grupo Gesternova.
Pero, si no hay suficiente demanda, "se produce un efecto, llamado 'canibalización' en el mercado mayorista de electricidad por un exceso de producción renovable".
"Somos el país con la mayor radiación de Europa, nuestro petróleo es el sol, pero que hay que buscar impulsar el lado de la demanda", explica.
"Y si el precio de la energía es tan bajo que los promotores no recuperan la inversión, no hay incentivos para continuar invirtiendo".
"Yo siempre digo que el capitalismo va a salvar el planeta, si no hay retorno de la inversión, no es una inversión sostenible, y si la demanda no se beneficia y no nos hace más competitivos, tampoco habrá inversión", precisa.
Flexibilidad de la demanda
Sin embargo, Ana Luisa Mínguez, socia de ACE (Asociación de Consumidores de Electricidad) opina que "a los consumidores nos viene fenomenal los valles de precio, que es precisamente el efecto que produce tener demasiadas renovables, y en el caso concreto de la fotovoltaica, en las horas centrales del día", explica.
Aún así reconoce que hay un desequilibrio, que "se puede solucionar con almacenamiento, flexibilidad de la demanda y gestión de la demanda", añade. "Y los grandes consumidores ya están empezando a organizarse para aprovechar las ventajas de gestionar las horas del día en las que consumen".
Una visión que compartía Jorge González. "Tenemos que aplanar la curva de la demanda, y para ello, sí, tenemos que contar con almacenamiento, pero se necesitan los mecanismos de capacidad para que se puedan desarrollar los proyectos".
En cualquier caso, "la demanda eléctrica, especialmente por parte de los grandes consumidores industriales, ya está preparada para adaptarse a la nueva realidad de la producción de energía", puntualiza el responsable del Grupo Gesternova.
Data centers
De entre esos grandes consumidores, España tiene una oportunidad para convertirse en un 'hub digital' con la llegada de grandes tecnológicas internacionales y su interés en instalar centros de datos (data centers). La alta producción renovable de nuestro país, su ubicación estratégica ("podemos conectar con Europa, con África y con América") y los bajos precios de la energía tienen mucho que ver con esas decisiones.
Sin embargo, "se están encontrando con un cuello de botella porque las redes de transporte y distribución eléctrica no están suficientemente desarrolladas para dar la cobertura que necesitan los centros de datos", explica Jorge González. "Vivimos en una isla energética, con una gran capacidad de generación, pero no de consumo".
Y además, "podemos hablar del precio de la energía y después, de la tarifa eléctrica", continúa.
"Si no damos las facilidades para que puedan instalarse en España, podríamos perder una industria que va a estar en funcionamiento en los próximos 20, 30 o 40 años, lo que no hagamos hoy para la implantación de los centros de datos, lo vamos a perder para las próximas décadas".
"Por cada megavatio de centro de datos, generan unos cinco empleos, de perfiles cualificados que quieren vivir en entornos donde sea atractivo, y por tanto, la generación y consumo estén cerca, y también cerca de las ciudades, y ahí también hay un problema".
"Durante mucho tiempo, no hemos puesto en el foco el papel de las redes de distribución iban a tener en el futuro, y ahora son esenciales", concluye González.
"Debemos ser conscientes que tenemos una palanca que nos ayude, los centros de datos también se pueden 'fasear', es decir, ir instalándose por fases, y además, puede haber una gestión de la demanda, para que se pueda dar potencia a estos centros de datos", concluye por su parte Ana Luisa Mínguez.