Uno de cada cuatro europeos respalda que la IA sustituya a los políticos en la toma de decisiones, según IE
Uno de cada cuatro europeos estaría a favor de que un dispositivo de Inteligencia Artificial (IA) tomara decisiones importantes sobre cuestiones que atañan a la administración de su país en sustitución de los políticos, según recoge el estudio 'European Tech Insights 2019' elaborado por IE University.
El informe, desarrollado por el nuevo Centro para la Gobernanza del Cambio (CGC) de la institución académica en ocho países europeos (Francia, Alemania, Irlanda, Italia, España, Portugal, Países Bajos y Reino Unido), recoge entre las principales conclusiones que los europeos consideran que la gestión de las nuevas tecnologías es uno de los mayores retos que afrontan los dirigentes de la UE.
Dentro del marco del Brexit y el debate sobre la democracia representativa en Europa, los resultados reflejan el desánimo de la ciudadanía frente a los políticos, especialmente en países como Alemania, Países Bajos y Reino Unido, donde uno de cada tres encuestados confiesa que preferiría que fuera una máquina, antes que una persona, la que guiara el rumbo del país.
El director ejecutivo del CGC de IE University, Diego Rubio, ha señalado que esta actitud, seguramente relacionada con el aumento de la desconfianza entre los ciudadanos hacia sus gobiernos y representantes políticos, "cuestiona el modelo europeo de democracia representativa y pone en tela de juicio el concepto de soberanía popular".
TEMOR A LA TECNOLOGÍA
El estudio también refleja una paradoja, ya que la decepción de la opinión pública con sus autoridades y la preferencia para que la IA las sustituya convive con el temor a los avances tecnológicos, sobre todo ante el impulso de la automatización de procesos. De hecho, el 70% de los ciudadanos encuestados reclama a sus políticos que tome medidas drásticas para limitar la automatización de procesos y para detener la pérdida de puestos de trabajo, incluso al coste de ralentizar el progreso tecnológico.
En esta línea, a un 56% de los europeos le preocupa que los robots puedan desempeñar gran parte de los trabajos humanos y un 70% cree que, de no controlarse adecuadamente, en la próxima década las nuevas tecnologías causarán más perjuicios que beneficios a la sociedad. Esta opinión se asocia con una mayor resistencia a la innovación y con una demanda generalizada de mayor regulación a este respecto.
Asimismo, el 67% considera que la gestión de las nuevas tecnologías es, junto con el cambio climático, el principal desafío al que se enfrenta la UE en la actualidad. Además al 68% de los encuestados les inquieta la idea de que en el futuro la gente se relacione más a través de Internet que en persona.
Por otro lado, el informe sugiere que la ciudadanía europea percibe que las instituciones encargadas de acompañar el cambio no están cumpliendo su cometido, ya que un 60% considera que el sistema educativo no les está formando para enfrentarse a los desafíos que comportan las nuevas tecnologías. Esta opinión se da especialmente en los titulados universitarios de más edad, que admiten su desorientación dentro de un mercado laboral que cambia rápidamente.
En esta línea, muchos afirman que los negocios no se están adaptando a esta nueva fase. De hecho, el 40% opina que la empresa para la que trabaja desaparecerá en los próximos diez años si no impulsan cambios rápidos.