El acuerdo alcanzado el pasado 31 de octubre de 2023 entre Vodafone Group y Zegona contemplaba la venta del tercer operador del mercado español de telecomunicaciones a los antiguos propietarios de Telecable y Euskaltel por un importe total de 5.000 millones de euros.

En concreto, se acordó que Vodafone recibiría a cambio de ceder el control de su filial española 4.100 millones de euros en efectivo y 900 millones de euros en forma de acciones preferentes reembolsables (RPS por sus siglas en inglés) que se reembolsarán a más tardar seis años después del cierre de la operación. 

Pero aquel acuerdo no sólo fijaba el plazo máximo para ese reembolso. También establecía un periodo de tiempo en el que Vodafone Group no podía deshacerse de las acciones de Zegona que percibió en el proceso de venta y que quedó fijado entonces en seis meses.  

Sin embargo, coincidiendo con el cierre de la operación este pasado 31 de mayo, las dos partes han decidido modificar al Acuerdo Condicional de Suscripción y Relación firmado hace siete meses y ampliar el periodo de bloqueo a dos años tras la finalización del proceso de venta. 

Eamonn O'Hare, consejero delegado de Zegona Zegona

Fuentes cercanas a la operación han confirmado este cambio de las condiciones a EL ESPAÑOL-Invertia y han señalado que representa un "refuerzo del compromiso" del Grupo Vodafone con la "alianza a futuro" que ha sellado con Zegona tras venderle su filial española. 

Una alianza que no incluye únicamente este apoyo financiero. Vodafone también permitirá a Zegona usar su marca en España durante los próximos diez años y se convertirá en su proveedor para un importante abanico de servicios, muchos de ellos de carácter tecnológico. 

Accionariado

La propia Vodafone financió la compra de su filial en España por parte de Zegona con una aportación de unos 900 millones de euros. Dicha financiación se ejecutó a través de una inversión en acciones preferentes reembolsables (RPS por sus siglas en inglés) en una entidad de nueva creación que lleva por nombre EJLSHM Funding Limited.

Dicha entidad es actualmente la titular del 74,31% del capital de Zegona tras hacerse con 523 millones de acciones de la firma británica a un precio de 150 peniques. Una inversión que convirtió a Vodafone en el principal accionista, por delante de fondos como Thornburg (5,11% a 28 de marzo de 2024), Alken (3,63%) y Fidelity (3,54%).

No obstante, Vodafone Group se ha comprometido de manera "irrevocable" a no ejercer sus derechos de voto en la firma cotizada en la Bolsa de Londres, salvo si el asunto está relacionado con una operación de adquisición.

Asimismo, el acuerdo recoge que estas acciones preferentes se reembolsarán a más tardar seis años después del cierre de su emisión por un importe que comprende el precio de suscripción y el dividendo preferencial acumulado. Una vez producido ese reembolso, los títulos se cancelarán y los demás accionistas recibirán todo el valor incremental generado por el negocio.

Acuerdos 

El apoyo financiero prestado por el grupo británico de telecomunicaciones no es el único que recibirá Zegona como nuevo dueño de Vodafone España. De hecho, el acuerdo alcanzado entre las partes contempla otros acuerdos "transaccionales y a largo plazo" en torno a distintos servicios como roaming móvil, internet de las cosas (IoT) o servicios de operador, entre otros. Vodafone calcula que por todos estos acuerdos percibirá alrededor de 110 millones de euros al año.

Por otro lado, la presencia de Vodafone en España no se limitará a apoyar a Zegona en la gestión de la que hasta hace unos días era su filial en nuestro país. También mantendrá el Centro de Innovación Europeo que abrió hace más de año y medio en Málaga y que prevé siga creciendo en los próximos meses.