Trece, la televisión de la Conferencia Episcopal española, registró pérdidas cercanas a los diez millones de euros durante el año 2017, según ha confirmado EL ESPAÑOL con fuentes de la cadena. El balance no está cerrado, pero la cifra final estará cercana a este dato y en la línea de los desequilibrios que ha vivido durante el último lustro.
Trece mantiene pérdidas casi idénticas a los 10.016.823 euros que ya se dejó en 2016, pese a sus esfuerzos por cuadrar las cuentas. Durante 2017 la cadena cambió su gestión, impulsó un cambio de imagen y recortó de manera notable los costes durante el segundo semestre. Todo ello después de cancelar algunos de sus programas emblemáticos y de reducir su plantilla.
Esto significa que desde su fundación, en 2010, Trece ha asumido pérdidas acumuladas de 84 millones de euros, unas cifras que ha tenido que amortizar la Conferencia Episcopal en sucesivas ampliaciones de capital. En estos momentos los obispos mantienen el 78% de la cadena.
Giménez Bariocanal y Julián Velasco
En diciembre de 2016, la Conferencia Episcopal nombraba a Fernando Giménez Barriocanal, presidente de Cope, como nuevo responsable de Trece. El objetivo del nuevo gestor era reducir las pérdidas y reconstruir la parrilla de la cadena para hacerla más atractiva desde el punto de vista comercial, su gran hándicap.
La primera decisión de Giménez Barriocanal fue ratificar el nuevo contrato con Pulsa, la gestora de publicidad de la mayoría de las pequeñas cadenas de TDT como DMAX, DKISS o Ten y de cadenas de pago como AMC. Trece volvía a ser comercializada por la participada por Sony después de un mal año con Mediaset en que sus ingresos publicitarios cayeron cerca de un 30%.
Pocas semanas después, Barriocanal renunció a la gestión de Trece y le sustituyó su número dos en Cope, Julián Velasco, quien asumió en abril intentando mantener la hoja de ruta de su predecesor. Velasco movió ficha y, tras comprobar que los ingresos publicitarios estaban por debajo de lo presupuestado, impulsó un plan de recortes antes del verano.
Publicidad con Pulsa
En junio la cadena comenzó un incesante goteo de despidos que se prolongó hasta diciembre. A comienzos de ese año, la televisión empleaba a unas 140 personas, pero entre no renovaciones de contratos temporales, despidos y acuerdos, actualmente hay menos de 100 personas trabajando en la cadena. Esto se tradujo en que solo se quedasen en parrilla programas como El Cascabel de Antonio Jiménez y tuviesen que abandonar la emisora otros rostros como Nieves Herrero y Alfredo Urdaci.
Trece comenzó 2017 con un presupuesto de veinte millones de euros, pero la evolución de sus ingresos publicitarios estuvo por debajo de lo esperado y los recortes no pudieron compensar las pérdidas. Esto significa que su facturación publicitaria no superó los diez millones con unos ingresos por debajo del millón mensual.
Esto se puede explicar porque Pulsa incluyó a Trece en un módulo de comercialización en solitario, por tener un público de mayor edad y un consumo diferente al del resto de las cadenas que gestiona esta comercializadora. Esto significa que la venta de publicidad en otras televisiones no ha mejorado -por el efecto arrastre- los números de Trece.
Acuerdo con una 'major'
Otras fuentes consultadas por EL ESPAÑOL indican que los efectos del plan de recortes de Trece solo se pudieron concretar en el último trimestre de 2017. Esto significa que durante este 2018 se podrá rentabilizar la reducción de los costes y avanzar en el equilibrio financiero. Por otro lado, hay mejores perspectivas publicitarias para las cadenas pequeñas lo que permite cierto margen de mejora.
Con todo, el gran problema de Trece sigue sin resolverse. Sus contenidos están centrados en un target de audiencia que no es atractivo para los anunciantes. Y fruto del plan de recortes -en estos momentos el objetivo es la contención de costes- es muy difícil que puedan cambiar radicalmente su parrilla.
Es por ello que desde hace meses el equipo de Julián Velasco trabaja en cerrar un pacto de alquiler o de producción preferente de contenidos con alguna major internacional. De hecho, las negociaciones estuvieron muy avanzadas con Sony, pero no se llegó a ningún acuerdo. Las conversaciones en este sentido no están cerradas del todo, pero las posiciones están bastante lejanas.
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