Emilio Saracho, en su primer discurso como presidente de la entidad, la más afectada por la crisis del ladrillo en España que mantiene en su balance casi 36.000 millones de activos tóxicos, dijo además en la junta de accionistas que el banco no estaba en posición de pagar dividendos.

El resto del sector bancario acompañó en la corrección, con descensos del 1,68 por ciento de Santander y del 1,1 por ciento en BBVA. La banca mediana osciló entre la caída del 3,01 por ciento de Caixabank y el 0,92 por ciento de Bankinter.

En el inicio de una semana que se prevé con poco volumen por los festivos de la Semana Santa y tras tocar la semana pasada máximos de casi dos años, el Ibex-35 cerró con un descenso del 0,87 por ciento, a los 10.437,7 puntos, mientras que el índice paneuropeo FTSEurofirst cerró plano.

Otros grandes valores como Telefónica, Iberdrola e Inditex igualmente se situaron en terreno negativo, bajando entre un 0,9 y un 0,2 por ciento. Repsol cedió un 0,36 por ciento.

Apenas un puñado de valores cerró en positivo, encabezados por el holding de aerolíneas IAG y el fabricante de envolturas cárnicas Viscofan, con sendos repuntes del 1,4 y 1,26 por ciento.

La eólica Gamesa avanzó un 1 por ciento, un día antes de pagar el dividendo extraordinario por la fusión con Siemens que ya está descontando en la cotización.

Fuera del selectivo, destacó Clínica Baviera, que repuntó un 6,76 por ciento a 10,31 euros, acercándose su cotización al precio de la opa anunciada el sábado por el grupo chino Aier Eye International de 10,35 euros por acción.

En el mercado de renta fija, la prima de riesgo española, se situaba en los 138 puntos básicos.