Mercados

EEUU lanza una investigación de seguridad nacional sobre las importaciones de coches

El Gobierno del presidente Donald Trump lanzó el miércoles una investigación de seguridad nacional sobre las importaciones de automóviles y camiones que podría llevar a la imposición de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos, similares a los que aplicó en marzo al acero y al aluminio.

24 mayo, 2018 06:47

Por David Shepardson y Jeff Mason

El Departamento de Comercio dijo que las pesquisas bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión de Comercio de 1962 se centrarían en si las importaciones de vehículos y partes están amenazando a la salud de la industria y la capacidad para investigar y desarrollar nuevas tecnologías avanzadas.

"Hay evidencia que sugiere que, durante décadas, las importaciones del extranjero han socavado a nuestra industria automotriz local", dijo el secretario de Comercio, Wilbur Ross, en un comunicado, prometiendo una "investigación detalladas, justa y transparente".

Unos aranceles más altos podrían ser particularmente dolorosos para las automotrices asiáticas, incluyendo Toyota Motor Corp, Nissan Motor Co, Honda Motor Co y Hyundai, que cuentan con Estados Unidos como mercado clave, y el anuncio provocó una fuerte venta de acciones de las automotrices en toda la región.

Los gobiernos de Japón, China y Corea del Sur dijeron que supervisarían la situación, mientras que Pekín, que cada vez mira más a Estados Unidos como un mercado potencial para sus automóviles, agregó que defenderá sus intereses.

"China se opone al abuso de las cláusulas de seguridad nacional, que puede dañar seriamente los sistemas comerciales multilaterales y alterar el orden del comercio internacional normal", dijo Gao Feng, portavoz del Ministerio de Comercio, en una rueda de prensa regular en Pekín.

"Seguiremos de cerca la situación bajo la investigación de Estados Unidos y evaluaremos plenamente el posible impacto y defenderemos resueltamente nuestros propios intereses legítimos", agregó.

La medida abre un nuevo frente en la agencia comercial "Estados Unidos primero", con la que busca recuperar empleos del sector manufacturero que se han perdido frente a competidores extranjeros.

Además de los aranceles de un 25 por ciento al acero y un 10 por ciento al aluminio, el Gobierno ha amenazado con imponer gravámenes al comercio de bienes por 50.000 millones de dólares con China, debido a quejas sobre propiedad intelectual.

Washington también intenta renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para fomentar la producción automotriz en Estados Unidos.

El Departamento de Comercio dijo que la investigación determinará si la producción doméstica perdida ha debilitado a la "economía interna" de Estados Unidos y su capacidad para desarrollar sistemas conectados de vehículos, automóviles autónomos, celdas de combustible, motores eléctricos y baterías, y procesos avanzados de manufactura.

Un responsable del Gobierno dijo antes del anuncio que la medida busca presionar a Canadá y México para que realicen concesiones en las negociaciones para modernizar el TLCAN, que se han extendido en parte debido a las provisiones sobre coches, así como presionar a Japón y la Unión Europea, que también exportan gran cantidad de vehículos a Estados Unidos.

Cuando se le preguntó si la medida afectaría a México y Canadá, una fuente mexicana cercana a las negociaciones del TLCAN dijo: "Esa probablemente será la próxima batalla".