El Tribunal Superior de Justicia de Asturias considera que el valor que aparece en las escrituras públicas puede no reflejar el valor de mercado. Por tanto, no puede considerarse a efectos de determinar si ha habido ganancias o pérdidas con la venta de una vivienda.

Todo comenzó cuando el Tribunal Constitucional, en una sentencia de mayo del pasado año, echó por tierra la fórmula con la que el impuesto gravaba el incremento del valor de los terrenos en una venta. Básicamente con ese cálculo siempre había ganancias, incluso en la pasada época de fuerte devaluación de los precios de los pisos.

Desde el departamento de fiscalidad del Centro de Estudios Financieros, se asegura que esta manifestación se aleja de la postura mantenida por otros tribunales superiores de justicia, como el de la Comunidad Valenciana en su sentencia del 30 de marzo de 2017. En ese fallo se determinó que cuando el sujeto pasivo alega haber vendido por una cantidad determinada ante notario y aporta escritura pública (no documento privado) es ¿la Administración la que debe acreditar que ese precio no es el real¿.

La reciente sentencia, del 29 de mayo de 2018, del TSJ del Principado de Asturias, parte del fallo del Tribunal Constitucional de 11 de mayo de 2017 que declaró nulo el método de cálculo del incremento de los terrenos de naturaleza urbano del impuesto. En su opinión, el valor declarado en las escrituras públicas está condicionado por múltiples factores y puede no reflejar el valor de mercado, y por tanto no puede tenerse en consideración a efectos de determinar la existencia o no del incremento de valor en el terreno a efectos de la plusvalía municipal.

En febrero de este año, el PP propuso la exención del impuesto de plusvalía cuando se acreditase que no hubo incremento de valor ni ganancia entre la compra del inmueble o terreno y su posterior venta. Entonces, añadió que bastaría con el título que documente la transmisión, es decir, las escrituras públicas.