Sin miedo a los máximos: los gestores suben su exposición a bolsa hasta récords de año y medio

‘Bullish’ pero no eufóricos. Así se podría definir el estado de los gestores de fondos de cara a los primeros meses de 2020, según se desprende de la primera encuesta del año de Bank of America a este colectivo. Los datos evidencian que las perspectivas son positivas y que, al menos, el miedo a la recesión ha quedado del todo aparcado en las carteras. 

En concreto, las expectativas de crecimiento global se han disparado, con un 36% de los inversores apuntando a una mejora económica durante el próximo año. Se trata del porcentaje más elevado desde febrero de 2018. De hecho, un 19% de los gestores de fondos piensan que la economía global se comportará mejor de lo previsto. 

Del mismo modo, las expectativas de inflación han subido notablemente, con un 56% de los encuestados apuntando a una subida de precios global en los próximos 12 meses, el dato más elevado desde noviembre de 2018. Y esto es importante en un momento en el que los bancos centrales empiezan a replantearse las políticas monetarias ‘ultraexpansivas’ que en 2019 se vieron obligados a prolongar ante el deterioro económico de las principales economías.  

En este escenario de mejores previsiones económicas, los inversores han mantenido sus niveles de liquidez en el 4,2% por tercer mes consecutivo, por lo que el ‘cash’ en cartera se mantiene en sus niveles más bajos desde marzo de 2013. En este sentido, la asignación de patrimonio a renta variable global sigue ganando peso, lo que indica que los máximos recientes de algunos mercados como Wall Street no asustan a los inversores. 

En concreto, un 32% de los consultados ‘sobrepondera’ la inversión en bolsa global, máximos de 17 meses. Según explican los expertos de Bank of America, este dato ha mejorado notablemente desde agosto de 2019, cuando el resultado neto era de un 12% de gestores que recomendaban ‘infraponderar’ esta clase de activo. Se trata del mayor salto en posiciones en bolsa desde 2011, pero todavía se queda lejos del 50% de ‘sobreponderación’ que las encuestas marcaban en anteriores máximos de los mercados.