Mientras el Gobierno prepara la vuelta a la “nueva normalidad”, en palabras de Sánchez, los inversores preparan también sus armas de cara a los próximos meses. Aunque las aguas bajan más tranquilas en las últimas semanas, no hay que olvidar que el Ibex cayó un 22,5% durante el pasado mes de marzo, así que quien más quien menos ya piensa en estrategias para sacar beneficios en los próximos meses.
Ahí aguardan también al acecho los Elliot, Cevian o Third Point que, en las últimas semanas, han optado por guardar las armas. Muestra de ello es que su actividad se ha reducido en un 27% respecto a hace un año. De hecho, el número de ‘campañas’ que lanzaron en plena expansión del coronavirus es el más bajo desde 2013 y el capital desplegado el menor nivel desde 2016..
Se trata de datos del banco de inversión Lazard que ya avisa a los grandes líderes empresariales que estén atentos porque en las próximas semanas volverán al ataque. Habrá que ver si con más o menos fuerza, ya que según cómo evolucionen las cosas podrían ser considerados como “oportunistas", por lo que la entidad considera que su actividad será “moderada”.
Posibles objetivos
En cualquier caso sí cree que es posible que se produzca una nueva tipología de objetivos activistas. ¿Cuáles serían? Pues básicamente podrían enfocarse hacia aquellas empresas que tengan unas estructuras con elevados costes que resulten incompatibles con la nueva normalidad.
También se fijarán en todas aquellas compañías que no sean capaces de generar perfiles de retorno atractivos, o cuyas cadenas de suministro sean complejas o vulnerables. Otros puntos en los que podrían poner sus ojos son aquellas industrias que requieran tener un balance fuerte para salir de la crisis y que, a la hora de empezar la recuperación, no tengan la fortaleza suficiente. Todo ello por no hablar de aquellas compañías cuya liquidez sea insuficiente.
Para Lazard es evidente que la oportunidad de estos inversores estará en el momento en que comience el regreso de las operaciones de fusión o adquisición. Un timing que podría comenzar a finales de este año o principios del año que viene. ¿Cuál será su hoja de ruta durante las campañas que pongan en marcha? Un mixto entre los viejos y los nuevos tiempos.
Es decir, racionalizar negocios a través de OPAs, optimizar la asignación de capital, mejorar las operaciones y reducir costes. También los problemas con el equipo directivo o fallos en la gobernanza corporativa. Y, obviamente, todos los shocks que puedan derivarse de la pandemia y que pondrán encima de la mesa las debilidades en todos los sectores y las empresas.