El bitcoin ha sido incapaz de permanecer inmune a la irrupción del coronavirus. El castigo inversor y la volatilidad han afectado a la criptomoneda como a tantos otros activos. Sin embargo, parece que al fin ha llegado el antídoto para sus vaivenes. La reconquista de los 10.000 dólares parece más cercana con la proximidad del tercer ‘halving’ de su historia.
La expansión del coronavirus más allá de las fronteras chinas llegó a condenar al bitcoin a los 4.927 dólares, su precio más bajo en el último año. Desde ahí, ha logrado recuperar un 83% para rondar los 9.000 dólares, pero los analistas consideran que la remontada del que muchos llaman ‘oro digital’ todavía tiene recorrido. Aunque más moderado.
El recorte de liquidez que se avecina para la moneda digital tiene la clave de estas previsiones en un momento en el que los bancos centrales están haciendo todo lo contrario con las divisas que controlan. Se trata del próximo ‘halving’ del bitcoin, un acontecimiento que desde 2012 se produce cada cuatro años y que los expertos del sector estiman que tendrá lugar el próximo 12 de mayo.
Previsto desde su origen
Este ‘halving’ consiste en que la recompensa en bitcoins que reciben los ‘mineros’ -nombre que reciben los encargados de comprobar que las transacciones con esta criptomoneda se producen ordenadamente y con todas las garantías- se reducirá a la mitad. En unos días, el premio por comprobar mediante complejos algoritmos informáticos que todo sigue en orden en el libro de operaciones -blockchain- de esta divisa digital se reducirá de 12,5 a 6,25 nuevos bitcoins por operación.
El objetivo de este ‘halving’ periódico es ralentizar el ritmo de emisión para afianzar su valor. Tanto es así que este tijeretazo se previó ya desde el mismo nacimiento de la criptodivisa para que, con independencia de las circunstancias de los mercados y la economía, tuviese lugar cada vez que se alcanzase un determinado número de bloques contabilizados. Por eso tampoco tienen fecha exacta. El de este año se producirá cuando se llegue a los 630.000 registrados, un hito para el que ya este domingo quedan menos de 1.500 apuntes.
Desde la firma especializada Binance, Josh Goodbody, su director de crecimiento y negocios institucionales en Europa y América Latina, explica que “tomando como referencia el primer y segundo ‘halving’, podemos esperar un nuevo máximo en el precio de bitcoin, de nuevo por encima de los 19.700 dólares de 2017”. Eso sí, avisa de que “el precio nunca tuvo una reacción inmediata”, sino que más bien fue un camino de “un año o año y medio” hacia nuevos máximos históricos.
No obstante, la revalorización de la criptomoneda por antonomasia se hace evidente algo antes. Cuando en el año 2012 la emisión de nuevos bitcoins cada 10 minutos -el tiempo aproximado que tarda en introducirse un nuevo bloque en el blockchain de llevanza de la moneda- pasó de 50 a 25 unidades, su precio subió un 928% en los siguientes cinco meses. En 2016, cuando el recorte fue de las 25 a las 12,5 unidades que todavía se manejan, el repunte en el mismo plazo fue del 17%.
A contracorriente de los bancos centrales
En cualquier caso, Goodbody señala que el ‘halving’ contribuirá a “una tasa de inflación menor que la mayoría de las monedas fiduciarias”, pues con este recorte se quedará en el 1,79%. Y este es un hecho clave en un momento en el que los bancos centrales no dejan de regar la economía con más y más liquidez, si bien es cierto que el retraso en decisiones de consumo y la concentración del gasto en productos básicos está contrarrestando con fuerza los efectos más perniciosos de estos manguerazos de liquidez.
El consejero delegado de la fintech valenciana Criptan, Jorge Soriano, explica a Invetia que estos recortes contribuyen con “uno de los requisitos imprescindibles para que el bitcoin se considere dinero: ser escaso”. En este sentido, señala que en su plataforma se ha producido “un incremento notable de altas justo tras los anuncios de inyecciones masivas de liquidez por parte de los bancos centrales de todo el mundo”. La coincidencia ha sido providencial.
Aunque Soriano es más escéptico con los efectos del ‘halving’ en el precio del bitcoin a corto plazo porque “es conocido desde que se creó”. Sin embargo, considera que su “efecto publicitario” atraerá hacia él a personas que todavía no lo conocían.
En este sentido, la remontada de la criptomoneda desde sus mínimos recientes en estos primeros compases de la crisis del coronavirus comenzó tras los anuncios de liquidez masiva de la Reserva Federal de EEUU (Fed). No es de extrañar, puesto que se trata de la institución encargada de custodiar el dólar estadounidense en el que se acostumbran a negociar las ‘criptos’ en todo el mundo.
Para no perdérselo
A diferencia de la capacidad ilimitada de los bancos centrales de imprimir más y más billetes o acuñar monedas sin fin, desde eToro recuerdan que “tan pronto como se hayan emitido 21 millones de bitcoins, la red dejará de producir más”. En función del actual ritmo de los ‘mineros’ y considerando que el recorte dejará de hacer atractiva esta tarea para muchos de ellos, la plataforma de trading considera que, en adelante y como mucho, se emitirán 900 nuevos bitcoins cada día.
El analista Adam Vettese señala que la reciente vuelta al entorno de los 9.000 dólares por bitcoin es una señal de que “el miedo a quedarse fuera está impulsando el precio”. Sin olvidar, además, el reciente rebote del mercado de renta variable, que ha devuelto cierta confianza a los inversores. No hay que olvidar que las bolsas europeas han cerrado su mejor mes del año este abril y que los grandes índices de Wall Street se han apuntado avances de doble dígito.
En el mercado de criptomonedas, donde no existen festivos ni horas de cierre porque sus grandes plataformas operan sin descanso para dar servicio a sus clientes repartidos por todo el mundo, el bitcóin cotiza a solo un 13% de regresar a los 10.000 dólares. De alcanzar esta preciada cota en los próximos días, las ganancias en el año alcanzarían el 23%. En el mismo periodo, la menos volátil onza de oro se ha apreciado un 11% hasta los 1.700 dólares.