La prima de riesgo española vuelve a estar por debajo de los 100 puntos básicos. Hacía dos meses que la brecha entre los bonos españoles y los alemanes a una década no bajaba de la centena. La desescalada ha hecho su efecto junto con la bazuca de compras del Banco Central Europeo (BCE) pero Portugal lleva ventaja.
Por primera vez en las últimas ocho semanas, los inversores del mercado secundario de deuda exigen a los bonos españoles una rentabilidad superior a la de los ‘bunds’ que no alcanza al punto porcentual de diferencia. Los papeles emitidos por el Tesoro Público marcan mínimos intradía en el 0,54%, mientras que los germanos cotizan en tipos del 0,45%.
La rentabilidad actual de los bonos españoles empata con la que marcaban hace dos meses, cuando la prima retomó la senda por encima de los 100 puntos, sin embargo, en el último mes la caída es de nada menos que el 40%. Mientras tanto, el rendimiento de los ‘bunds’ ha crecido un 5,6% desde finales de marzo. Un comportamiento dispar que explica la convergencia a la que se ha llegado este viernes.
Portugal encabeza el descenso
Sin embargo, la caída de la prima de riesgo española no ha sido un hecho aislado. Es más, tampoco ha sido el más significativo. La brecha entre los bonos emitidos por Portugal, un país que ha conseguido mantener más a raya al coronavirus con medidas de restricción económica menos severas que su vecino ibérico.
Los bonos emitidos por Lisboa ofrecen este viernes una rentabilidad del 0,53% que deja la prima de riesgo en 93 puntos. Con la jornada de hoy, los papeles lusos suman ya dos consecutivas con el diferencial frente a los alemanes por debajo de la centena.
Adiós al 'sorpasso'
Tanto los bonos italianos como los griegos consiguen apearse de la cota de los 200 puntos básicos. Además, los emitidos por Roma vuelven a ofrecer una rentabilidad más llevadera que los de Atenas: un 1,45% frente a un 1,51%. Unos porcentajes que se traducen en diferenciales de 189 y 195 puntos frente a los papeles germanos.
El ‘sorpasso’ que se produjo en pleno pico de la epidemia en el país transalpino se desanda.