El confinamiento y la llegada de las altas temperaturas parecen haber conseguido controlar el avance de la epidemia. El mercado se siente más optimista por la reactivación de las economías en Europa y EEUU y por la posibilidad de que la recuperación tenga un tono algo mejor de lo esperado. Aun así, se mantiene la incógnita sobre la evolución que la pandemia tendrá con la llegada del invierno y hasta que no se disponga de una vacuna eficaz.
Por el lado económico conviene esperar a ver los datos del segundo trimestre para conocer la verdadera dimensión de las consecuencias del confinamiento en la economía, particularmente el impacto en las tasas de desempleo, base para una recuperación más o menos enérgica. Parece pues un poco pronto para incrementar el riesgo, sino más bien para mantenerse cautos, con un estilo de inversión que priorice la preservación del capital y la diversificación.
Esta es la propuesta del fondo Gestion Boutique / B4A Cartera Equilibrada, que obtiene una rentabilidad en el año del 4%, de manera que se posiciona como el fondo más rentable de la categoría VDOS de mixto moderado global de los fondos de gestoras españolas de mayor calificación VDOS.
Estrategia del fondo
Como corresponde a un fondo de esta categoría, invierte entre un 30% y un 65% en renta variable y el resto en activos de renta fija pública y privada. Con un enfoque geográfico global, su exposición a riesgo divisa puede llegar a ser del 100% de la exposición total. Se gestiona activamente y de forma flexible, por lo que no sigue ningún índice de referencia.
La inversión puede ser tanto directa como indirecta, a través de otras instituciones de inversión colectiva sin que exista predeterminación en cuanto a la distribución de activos por tipo de emisor, duración media de la cartera de renta fija, calificación crediticia, capitalización bursátil, divisa, sector económico o país.
Gestionado -asesorado- por Diego González (Cobalto Inversiones EAF), bajo el paraguas de la gestora Andbank, la filosofía de inversión del fondo consiste en replicar el estilo de gestión que utilizan para un gran patrimonio o fundación, siempre con un enfoque de preservación de capital, apoyado en la construcción de una cartera multiactivo y multigestor. Bajo estas premisas, en etapas de mercado alcista no tienen la obligación de llegar los primeros, ni tampoco es su objetivo, pero sí hacerlo bien en entornos complicados como el actual: evitar las pérdidas y aprovechar las oportunidades que están y van a surgir en los próximos meses, generando consistencia en los resultados.
Diego González es socio director de Cobalto Inversiones EAF, boutique especializada en el asesoramiento a patrimonios familiares, empresariales e institucionales en la gestión de sus inversiones. Construye las carteras en un proceso de dos etapas. En la primera, top-down, se establece una asignación de activos inicialmente equiponderada por cinco clases de activo: renta variable, renta fija, activos reales, multiactivo y alternativos. En función de un modelo macro, relativo al momento del ciclo, y de las valoraciones de cada clase de activo, se va dando mayor o menor peso a cada una de las clases de activo que componen la cartera.
Descorrelacionar la cartera
En una segunda etapa de construcción de la cartera, bottom-up, busca explicar las posibles fuentes de rentabilidad y riesgo por cada línea de la cartera. Se pone un cuidado especial en esta etapa en que las fuentes de rentabilidad sean distintas por clase de activo, es decir, una verdadera diversificación de fuentes de rentabilidad ante distintos entornos.
Por ejemplo, una cartera que invierta en bolsa al 100% depende en esencia de lo que haga el mercado, por lo que se verá influida por la calidad del gestor y de los factores que soporten la cartera (value, smallcaps, dividendo). Sobre la base del ejemplo anterior, el equipo gestor busca todo lo contrario, entender bien de dónde viene la rentabilidad, saber si es algo más o menos previsible y construir estructuras de cartera que, en términos globales, cuenten con distintos motores de rentabilidad con independencia del entorno. Es decir, un enfoque de compartimentos estancos.
La cartera resultante incluye actualmente entre sus mayores posiciones, participaciones en los fondos Auriga Grantia Anphora (15%), Smart Gold (15%), Sextant Grand Large (10%), Ruffer Total Return (10%) y Man GLG Event Driven (7%).
La historia de rentabilidades del fondo lo sitúa entre los mejores de su categoría mixto moderado global, en el primer quintil, durante el actual año 2020, así como en las rentabilidades acumuladas a uno y tres meses y a un año. A tres años, registra un dato de volatilidad del 7,7% y del 5,6% en el último año, posicionándose por este concepto en los quintiles cinco y cuatro, entre los mejores de su categoría.
Comisiones y suscripción
También en este periodo, registra una ratio sharpe de 1,27 y un tracking error respecto al índice de su categoría del 8,8%. La aportación mínima requerida para suscribir Gestion Boutique / B4A Cartera Equilibrada es de 10 euros. Aplica a sus partícipes una comisión fija del 1,1% y de depósito del 0,08%, además de una comisión variable del 7% sobre resultados anuales positivos del fondo.
En el momento actual, junio de 2020, los mercados financieros están totalmente desacoplados de la economía real. El mercado de renta variable se va acercando poco a poco a niveles de inicio de año, pero la economía cada vez se encuentra más deteriorada y la bajada de beneficios de los próximos trimestres va a resultar significativa. Hemos llegado a esta situación de desacople gracias a la acción en política monetaria de los principales bancos centrales, que hace unos meses solucionaron una crisis financiera.
Los mercados de renta fija lo explican perfectamente con el estrechamiento de diferenciales y con el hecho de que estos activos, al inicio de la crisis, se llegaron a secar en términos de liquidez, dejando a empresas y familias sin acceso a financiación.
Una crisis financiera hubiera precipitado rápidamente a la economía global a una depresión económica, pero de momento parece que los programas de estímulo de los bancos centrales, los mayores de la historia, la han conseguido contener. La más que probable crisis económica (quizás cíclica) no está reflejada en los precios de los activos, al menos en la renta variable, pues se descuenta una rápida recuperación en ‘V’ que quizás sea algo optimista.
Mercados vs. economía real
La estrategia desde final del pasado año -debido no al Covid, sino al claro entorno de final de ciclo al que asistimos a finales de 2019 y las altísimas valoraciones de activos tradicionales como renta fija y renta variable- llevó al equipo gestor a un enfoque conservador. Así, tomaron posiciones en activos de cobertura (oro y letras del Tesoro en determinados tramos), baja exposición a renta variable, liquidez y productos de gestión alternativa (estrategias no correlacionadas con el mercado).
La cartera equilibrada tiene actualmente un enfoque global, con un marcado sesgo a renta fija grado de inversión, en especial emisiones de EEUU. El equipo gestor piensa que es un activo que, con un rendimiento por encima del 5%, ofrece una de las mejores opciones en términos de rentabilidad respecto al riesgo asumido.
Pese al desacople entre economía real y financiera, gracias a los estímulos de los bancos centrales, y ante la posibilidad de que los mercados de renta variable sigan subiendo -más por entradas de flujos de inversión que por fundamentales-, estiman que no es momento de tener exposición al mercado (beta). La renta fija con calificación de grado de inversión ofrece unos niveles de rentabilidad suficientemente buenos para no tener que incrementar el riesgo.
***Paula Mercado es directora de análisis de VDOS