Tres sesiones de subidas es lo que le duró a las acciones de Grifols la noticia de su acuerdo para comprar Biotest ya que luego se dio la vuelta y comenzó a la bajar hasta los puntos que el pasado viernes cerraba por debajo del nivel de apertura del día de la noticia.
Esto por sí solo no es negativo, sobre todo si pensamos en que el día del anuncio de su acuerdo para hacerse con Biotest la acción alcanzó un mínimo en formato intradiario en los 19,54 euros, ya que todavía no están perdidos. Sin embargo, el viernes marcamos un precio de cierre a tan solo 2 céntimos de euro de los mínimos vistos en base cierres este verano y hoy continúa bajando acercándose peligrosamente a los 20 euros.
En esta aventura de ida y vuelta al alza de los precios motivada por la noticia de la compra de Biotest, pudo romper al alza tanto la media de medio plazo como la de largo plazo, pero tal como las recuperó las volvió a perder. Así que estamos en una situación en la que tenemos al precio por debajo del nivel de apertura de la sesión de la noticia de Biotest y camino a perder los psicológicos 20 euros además de tener toda la pinta de dirigirse a testear los mínimos intradiarios del pasado 17 de septiembre en los 19,54 euros.
Tal y como podemos ver en el gráfico anterior, que recoge la evolución de las acciones de Grifols en velas mensuales, podemos ver varias señales de advertencia que no debemos pasar por alto.
La primera de ellas es muy evidente ya que ha perdido la tendencia alcista de largo plazo. Esa pauta de mínimos crecientes que quedaban confirmados con nuevos máximos posteriores ha pasado la historia de manera casi coincidente a la pérdida de su media móvil que podemos ver de color rojo.
Desde entonces también estamos viendo una pauta de máximos y mínimos decrecientes desde principios del año pasado que nos lleva a pensar que los mínimos de este año en el pasado mes de marzo en los 18,86 euros no solo deben testearse si no que también pueden romperse la baja. Y por último, y no por ello menos importante, hemos perdido los máximos del año 2015 que sirvieron de soporte a lo largo de buena parte del 2017, todo el 2018 y principios del 2019, y esto precisamente no es una buena señal.
Así que lo más sensato es esperar y ver qué es lo que ocurre con la actual zona de soporte entre los 20 y los 19,54 euros y no entrar en el valor a menos que no veamos precios sostenidos por encima de los 21 euros. dando por bueno el soporte que pasará a ser el nivel de precios para proteger nuestra posición.