El nuevo Gobierno deberá contener los costes de la deuda por la subida de tipos y el fin de las compras del BCE
El coste de financiación se ha elevado un 17% desde que en julio de 2022 la institución europea comenzase a elevar los tipos de interés.
30 mayo, 2023 02:31El próximo 23 de julio se celebrarán en Españas elecciones generales. Sea cual sea el resultado de los comicios, el Gobierno resultante deberá afrontar un reto en los mercados financieros: contener el coste de financiación en un contexto de subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE). Al mismo tiempo, la institución ha limitado su participación en el mercado de bonos tras poner fin a las compras.
Ambos factores han hecho que la rentabilidad de los valores emitidos por el Tesoro Público haya subido con fuerza en el último año, beneficiando a los inversores, pero elevando los costes de la deuda.
De esta forma, la rentabilidad ofrecida por las letras del Tesoro ha superado el 3% en todos los plazos, tres, seis, nueve y doce meses. Y lo mismo ha ocurrido en las emisiones de bonos a tres y cinco años, mientras que en el mercado secundario el interés de los bonos a diez años se sitúa en torno al 3,5%.
De manera similar, el coste de financiación -el tipo de interés medio de la deuda en circulación- se ha elevado hasta alcanzar el 1,874% en abril, según los datos publicados por el Tesoro. Esto supone volver a niveles a los que cerró 2020.
En perspectiva, el coste de financiación ha aumentado un 17% desde que en julio de 2022 el BCE comenzase a elevar los tipos de interés y anunciase el final de las compras netas de deuda.
Si se echa la vista algo más hacia atrás, hasta marzo de ese mismo año, la subida es del 21,5%. Fue entonces cuando la institución presidida por Christine Lagarde anticipó que elevaría las tasas de referencia para luchar contra la inflación.
Las decisiones del BCE son de vital importancia para España, ya que la institución que preside Lagarde es el principal inversor en deuda de nuestro país. Sus compras se aceleraron con el inicio de la pandemia y el instituto emisor europeo pasó de tener 212.598 millones en letras y bonos españoles a cierre de 2019 a 302.525 al finalizar 2020.
416.777 millones
Las adquisiciones volvieron a crecer en 2021, hasta alcanzar el máximo de 416.777 millones en septiembre de 2022. Desde entonces, y según consta en las estadísticas del Tesoro, ese importe se ha ido reduciendo, ligeramente y con altibajos, hasta situarse el pasado febrero -en este caso los últimos datos disponibles- en 409.679 millones de euros.
De la misma manera, el peso de la inversión del BCE sobre el total de la deuda española se ha reducido ligeramente, mientras que otros inversores como los bancos, las aseguradoras o los fondos de inversión han elevado sus posiciones al calor de la mejora de la rentabilidad ofrecida.
En un año -entre febrero de 2022 y febrero de 2023- los bancos españoles han incrementado en casi 30.000 millones su inversión en deuda nacional, hasta alcanzar los 173.896 millones.
La tenencia de valores del Tesoro por parte de aseguradoras y fondos de inversión también se ha elevado, aunque en mucha menor medida, hasta llegar a 88.275 y 34.417 millones, respectivamente. Un capítulo aparte merecen los inversores particulares, que poseen deuda española por valor de 9.192 millones gracias al boom de las letras.
Pese al importante papel que juega el BCE en las compras de bonos, la institución europea ha dado un paso más en su retirada del mercado. Prevé interrumpir las reinversiones de los vencimientos de deuda adquirida al amparo del programa APP a partir de julio de 2023. Justo cuando se celebran las elecciones.
En cuanto al programa de compras de emergencia durante la pandemia (PEPP), y tal y como comunicó su Consejo de Gobierno tras la reunión que mantuvo en mayo, la institución tiene la intención de reinvertir los pagos de principal de los valores que vencen hasta al menos finales de 2024.
Por debajo del 3%
Y “no cabe duda de que los costes globales de endeudamiento de España van a aumentar a medida que los mercados financieros sigan adaptándose al entorno postpandémico de mayor inflación y política monetaria más restrictiva”, advierten desde Scope Rating. Sin embargo, “el aumento del coste del servicio de la deuda pendiente seguirá siendo moderado”.
Las previsiones de la agencia de calificación son que los rendimientos medios de la deuda española aumentarán desde los niveles actuales, pero que se mantengan “por debajo del 3,0%, incluso en un escenario estresado, suponiendo que el Gobierno lleve a cabo una consolidación fiscal gradual pero sostenida”.
Vida
Para paliar los efectos del aumento de los costes de financiación, desde el ministerio que dirige Nadia Calviño se ha defendido en reiteradas ocasiones el alargamiento de la vida media de la deuda, ya que cuanto más amplía sea ésta menos necesidad tiene el Tesoro de afrontar vencimientos.
Según las cifras del organismo, la vida media de la deuda española se mantiene ligeramente por debajo de los ocho años, nivel que llegó a superar durante la primera mitad de 2022.
Cabe señalar que desde 2018, año en el que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, el coste de financiación se ha reducido un 21,3% y que la vida media de la deuda se ha elevado un 6,9%. Sin embargo, la deuda total en circulación se ha incrementado un 32%, hasta alcanzar los 1,257 billones de euros.