Las mayores subidas del Ibex 35 eran las de Repsol (+1.54%), Merlin Properties (+1,43%) y Colonial (+1.43%). Al mismo tiempo, ACS (-1,3%), Ferrovial (-0,89%) e IAG (-0,85%) sufrían los mayores descensos.

El Ibex 35 activaba la pausa tras haber subido un 3% la semana –la segunda consecutiva al alza y la mejor desde mediados de abril-  favorecido por la perspectiva de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) bajará los tipos en septiembre.

El pasado viernes, el presidente de la institución, Jerome Powell, en su intervención en el simposio de bancos centrales que organiza anualmente en agosto la Reserva Federal de Kansas en Jackson Hole (Wyoming), afirmó que había llegado el momento de comenzar a bajar las tasas de interés de referencia.

Si bien Powell no quiso especificar en qué cuantía bajará sus tipos la Fed en septiembre, la mayoría de analistas esperan que lo haga en 25 puntos básicos. Sin embargo, en los últimos días las posibilidades que el mercado da a que el descenso sea de 50 puntos básicos se han elevado.

Pero la atención de los inversores ha pasado de los tipos de interés a la geopolítica después de que, en la madrugada del domingo, Israel bombardease el sur de Líbano, con más de 100 aviones de combate para frustrar un "ataque inminente" de Hezbolá. 

Israel destruyó miles de lanzaderas que apuntaban al norte y centro del país mientras el grupo chií logró disparar unos 300 proyectiles en la mayor escalada bélica entre las partes en casi dos décadas.

"A quien nos haga daño, le haremos daño", advirtió el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien dirigió de madrugada la operación desde la base militar de Kirya, en Tel Aviv.

Aunque no se han producido incidentes graves en Israel, el Ejército elevó la alerta a la población en toda la mitad norte de Israel, desde la altura de Tel Aviv, y también en los Altos del Golán ocupados, donde se han impuesto "restricciones parciales".

Con un ojo en el conflicto, las bolsas europeas mantenían la tendencia mixta con las que habían comenzado el día. Así, el Dax bajaba un 0,32% y el FTSE Mib, un 0,07%; mientras que el Cac 40 avanzaba un 0,03%. El Euro Stoxx 50 se dejaba un 0,19%. La Bolsa de Londres no ha abierto sus puertas por la celebración en Inglaterra del Summer Bank Holiday.

En este contexto, el precio del petróleo Brent, la variante de referencia en Europa, sumaba un 0,86%, hasta los 78,83 dólares por barril; mientras que el West Texas estadounidense avanzaba un 0,98%, hasta los 75,56 dólares.

IPC y Nvidia

La escalada de tensiones en Oriente Medio acapara los focos de los inversores en el inicio de una semana cargada de referencias tanto económicas como empresariales.

Una de esas citas más importantes que esperan las principales bolsas del mundo, incluidas las europeas, son los resultados de Nvidia. El miércoles, ya con la bolsa estadounidense cerrada, la multinacional fabricante de semiconductores dará a conocer las cifras correspondientes a su segundo trimestre de 2025.

“Los inversores esperan con cierta ansiedad estos datos, ya que en lo que va de ejercicio las acciones de Nvidia han experimentado una fuerte revalorización como consecuencia de las expectativas que barajan los mercados sobre el desarrollo de todo lo relacionado con la inteligencia artificial (IA)”, apuntan los analistas de Link Securities.

Si bien los resultados de Nvidia serán la principal cita de esta semana, la agenda macroeconómica también contempla citas relevantes, especialmente en lo que hace referencia a la inflación.

Así, el jueves y el viernes se publicarán en la eurozona y en sus principales economías las lecturas preliminares de los Índice de Precios al Consumo (IPC) de agosto. El viernes, en Estados Unidos, se dará a conocer la lectura del mismo mes del Índice de Precios del Consumo Personal (PCE, por sus siglas en inglés). Esta es la variable de precios más seguida por los miembros de la Fed a la hora de diseñar sus políticas monetarias.

“En todos los casos se espera que se confirme que el proceso desinflacionista ha seguido su curso en el mes de agosto, lo que favorecería, de ser así, que se cumplan las expectativas de reducciones de tipos de interés oficiales que descuentan los mercados”, explican los analistas de Link Securities.

Por eso, advierten de que “cualquier sorpresa negativa, que apunte a una inflación más resistente de lo anticipado, será mal recibida por los mercados de bonos y acciones”.