Fábrica de Europastry.

Fábrica de Europastry. Europa Press

Mercados

El pan congelado no gusta a los inversores o al mercado no le endulzan las salidas a bolsa

10 octubre, 2024 01:50

Europastry ha cancelado sus planes para salir a bolsa. Es la segunda vez que lo hace en 2024 y la cuarta desde que comenzó a trabajar en convertirse en una compañía cotizada. Otras empresas españolas, y alguna europea, también se han echado atrás bajo el argumento de la elevada volatilidad de los mercados.

La propia compañía de masas congeladas explicó que desistía de salir a bolsa "en atención a la situación geopolítica internacional, que está produciendo una profunda inestabilidad en los mercados". Pero ¿la situación en los parqués es realmente tan mala o Europastry no ha convencido a los inversores para acudir a la operación?

Javier Cabrera, analista de mercados, cree que, en el caso de Europastry, "se trata de un problema de precio". "Pese a que la compañía tiene ciertas características que la hacen atractiva, el precio es una variable fundamental", subraya este experto.

Aunque la compañía catalana no llegó a fijar el precio de su debut, la horquilla contemplada iba de los 15,85 a los 18,75 euros por acción, lo que suponía una valoración de entre 1.327 y 1.570 millones de euros. Ya los analistas de XTB situaron el precio objetivo en torno a los 16,6 euros por título, es decir, en la parte baja del rango.

Pero no sólo habría sido una cuestión de precio. La empresa especializada en la fabricación y venta de pan y dulces congelados "compite en un mercado muy fragmentado y donde es complicado diferenciarse debido a la naturaleza del producto", añade Cabrera.

"Además, tiene un elevado capex para poder mantener su ventaja competitiva, lo que le hace menos atractiva para los inversores. Por tanto, si el precio de compra no es adecuado, el inversor tendría un margen de seguridad muy reducido", añade también Cabrera. Y eso, aumenta el riesgo de la inversión.

Esa es la eterna cuestión. Si la colocación se realiza a precios más bajos es menos atractiva para los vendedores, pero podría mejorar el interés de los inversores. "Si añadimos la incertidumbre que tenemos ahora mismo en el mercado, entendemos las dudas", señala Antonio Castelo, analista de iBroker.

Puig, que protagonizó el que por ahora es el único debut en el mercado principal español, comenzó a cotizar el pasado 3 de mayo. Arrancó a un precio de 24,5 euros por acción, el más alto de la horquilla fijada en el folleto. La capitalización, por tanto, era de 13.920 millones de euros. Ahora ronda los 11.230 millones tras haber perdido un 19% de su valor.

La caída que el grupo de perfumería, moda y cosmética sufre en bolsa ha estado provocada por la decepción de sus resultados financieros del primer semestre del año. Las cuentas no cumplieron con las expectativas de crecimiento. "El múltiplo al que salió a cotizar ya era exigente, de ahí la caída. Pero no se trata de un problema de baja demanda de títulos en el momento de salir a bolsa", señala Cabrera.

Las últimas incorporaciones a las bolsas europeas registran comportamientos muy diferentes. El fondo británico CVC (+20,2%), el laboratorio suizo Galderma (+22%), la finlandesa Amer Sports (+44,6%) o la empresa británica de servicios financieros Marex (+33,5%) suben con fuerza.

Por el contrario, la empresa alemana de distribución de cosmética Douglas (–11,7%) o Athens International Airport (–18,1%) han perdido valor.

Fondos de capital riesgo

El caso de Europastry no es único ni en España –donde Tendam o Astara han retrasado o cancelado sus planes de salir a bolsa– ni en Europa. Justo antes del verano Golden Goose decidió aplazar su salto al parqué italiano debido al "deterioro significativo" de las condiciones del mercado. La empresa de zapatillas tomó esta decisión dos días antes de su debut, como ha hecho la empresa catalana.

Cabe recordar que Golden Goose es propiedad del fondo de capital riesgo Permira. Para Ignacio Cantos-Figuerola, socio director de Atl, existe "un problema general de las colocaciones" derivado, precisamente, del capital riesgo.

Europastry –de la que el fondo MCM tiene el 20,7%– y otras compañías que se han echado atrás, como Tendam –que está participada por CVC y PAI–, son propiedad de fondos que invirtieron en ellas para obtener rentabilidad en el momento de sus salidas. Y eso hace que los precios incluidos en los folletos sean elevados.

A esta cuestión Cantos suma la caída de los volúmenes que la Bolsa española ha sufrido en los últimos años. "Cada vez tiene más interés y más volumen el mercado americano, mientras que muchos jóvenes se fijan en las criptodivisas y en otro tipos de activos".  Así, cree que "en un año en el que todo está positivo" –el Ibex 35 sube un 15,3%–, lo que falta es demanda.

Momento del mercado

Aunque puede que los inversores no se hayan querido amargar con los dulces de Europastry, lo cierto es que la situación en los mercados financieros tampoco es la más propicia. "Estadísticamente octubre es el mes más volátil del año y desde luego hay argumentos suficientes como para pensar que este año no sea la excepción", recuerda Castelo.

Los parqués de medio mundo siguen muy de cerca la evolución del conflicto en Oriente Próximo. Al mismo tiempo, evalúan la validez de las medidas de estímulos introducidas en China para reflotar su economía y valoran quién puede llevarse la victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, si Kamala Harris o Donad Trump.

"Todos estos elementos van a generar mucha incertidumbre de aquí a final de año. Es posible que tengamos un cierre de ejercicio complicado y quizás no sea el momento más apropiado para plantearse una salida a bolsa", opina Castelo.

"Lo normal es que en bolsa siempre haya excusas para que los inversores tengan miedo. Ahora bien, a pesar de ello, el desempeño finalmente acaba siendo bueno a largo plazo", puntualiza Cabrera.

2025

Cabrera añade otro factor a la cancelación o los retrasos en las salidas a bolsa: los próximos recortes de tipos. "El mercado espera una bajada acelerada de las tasas de referencia por parte del Banco Central Europeo (BCE), más cuando la economía europea no termina de arrancar y la inflación está bastante controlada", indica.

El previsto descenso del precio del dinero puede seducir a las compañías para dar el salto a los parqués, ya que "con un entorno de tipos de interés más bajos es más fácil que los inversores acepten el precio deseado por la directiva para salir a bolsa". Es decir, unos tipos más bajos llevan a los inversores a ser más laxos con las valoraciones, lo que suele ayudar a que las empresas se conviertan en valores listados.

Así, Cabrera cree que "es posible" que Europastry, y otras compañías, "orienten la salida a bolsa para el primer trimestre de 2025, cuando en Europa los tipos de interés estén al menos 75 puntos básicos por debajo de los niveles actuales". Entonces, sí se podrá decir aquello de las penas, al menos las bursátiles, con pan son menos.