Panel principal del Palacio de la Bolsa de Madrid.

Panel principal del Palacio de la Bolsa de Madrid. Efe

Mercados

Al Ibex 35 se le atragantan los 12.000 puntos pese a subir un 1,75% en la semana del BCE

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Al Ibex 35 se le atragantan los 12.000 puntos. A pesar de que el selectivo de la Bolsa española ha sumado un 1,75% esta semana –la segunda consecutiva al alza-, no ha logrado superar dicha barrera. La bajada de tipos del Banco Central Europeo (BCE), los resultados empresariales y los datos económicos de China han marcado la evolución de los mercados en los últimos días.

El Ibex 35 choca de nuevo con la barrera psicológica que suponen los 12.000 puntos y que sí llegó a alcanzar el pasado miércoles. Entonces tocó máximos desde 2010.

Sin embargo, no pudo terminar el día sobre los 12.000 enteros. Tampoco se ha acercado a dicha cota psicológica ni el jueves, cuando cedió un 0,77%, ni este viernes, en el que ha sumado 0,17%. El avance le ha servido para terminar la semana en los 11.925,2 puntos.

Los grandes valores del Ibex 35 no han ayudado al selectivo. De hecho, Inditex (-1,56%), Telefónica (-1,49%) e Iberdrola (-1,01%) han sufrido las mayores caídas en la sesión que acaba de terminar.  Por el contrario, las mayores subidas han sido las de Acciona Energía (+2,76%), CaixaBank (+2,14%) y BBVA (+1,87%).

La falta de apoyo de los gigantes del mercado español ha llevado al Ibex 35 a destacar, para mal, en Europa. Las principales bolsas europeas han terminado el día divididas entre ganancias y pérdidas.

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Este viernes los inversores han tenido que hacer frente a la resaca del BCE. Tal y como se esperaba, el jueves la institución recortó los tipos de interés un cuarto de punto. Se trató de la tercera bajada desde que comenzó el año, la segunda consecutiva, ante una inflación que va "por el buen camino".

Así, el guardián del euro rebajó la tasa de depósito -que remunera el exceso de reservas a un día y es su tipo de referencia-, hasta los 3,25%. Pero su presidenta, Christine Lagarde, evitó comprometerse con una senda de tipos concreta, por lo que sus decisiones seguirán dependiendo de los datos.

Sin embargo, el mercado espera que el BCE vuelva a bajar los tipos en diciembre. A pesar de que el banco central sigue haciendo hincapié en su dependencia de los datos, los expertos de DWS creen que "el camino está despejado para nuevos recortes en los próximos meses", sobre todo porque el debate sobre la debilidad de la economía cobrará fuerza antes de que el también supervisor bancario celebre su próximo encuentro.

En Muzinich & Co esperan que "el BCE aplique recortes de tipos sucesivos hasta finales del segundo trimestre de 2025 y que el tipo de interés oficial se sitúe en torno al 2% mientras los precios del petróleo y las condiciones del comercio mundial se mantengan estables".

Pendientes de la evolución de las tasas de referencia, los índices europeos han sumado una nueva semana al alza, con la excepción del Euro Stoxx 50. El selectivo en el que cotizan las 50 mayores compañías de la región se ha visto afectado por las caídas sufridas por LVMH y ASML.

Ni los resultados de LVMH ni los de ASML han gustado a los inversores. De esta forma, el grupo de lujo ha perdido un 4% de su valor esta semana. El desplome del fabricante neerlandés de máquinas de litografía para la manufactura de microchips ha sido del 15,6%.

Al otro lado del Atlántico, los principales índices de Wall Street se aproximaban a cerrar su sexta semana consecutiva de ascensos. El parqué neoyorquino estaba a punto de firmar su mejor racha semanal en un año gracias a los resultados empresariales.

A pesar de que las cuentas de algunas compañías no han sido bien recibidas –como las publicadas este viernes por American Express y P&G- los resultados de las entidades bancarias y la de algunos gigantes tecnológicos sí han gustado a los inversores.

En este último apartado se incluyen los resultados de Netflix. Sus acciones se disparaban más de un 9%.

La compañía con sede en Los Gatos (California) registró un beneficio neto de 6.843 millones de dólares (6.310 millones de euros) en los nueve primeros meses de 2024, lo que representa un avance del 53% respecto del resultado contabilizado en el mismo periodo del año anterior.

Caída del petróleo

Frente a la subida de las bolsas, el petróleo ha vivido su peor semana desde principios de septiembre. El Brent, la referencia europea, ha caído un 5,4%, hasta los 74,5 dólares por barril, después de que tanto la Agencia Internacional de la Energía (AIE) como la OPEP hayan revisado a la baja sus estimaciones de crecimiento de la demanda de crudo en 2024 y 2025.

Según la AIE, la demanda en el año en curso subirá en 900.000 barriles diarios, mientras que para 2025 estableció que crecerá en casi un millón de barriles. Los datos están lejos del crecimiento de 2 millones de barriles diarios que se registraban en el periodo posterior a la pandemia, en 2022 y 2023.

En este descenso, la agencia señala especialmente a la desaceleración de China. Precisamente este viernes se ha conocido que la economía del gigante asiático ha crecido el 4,6% en el tercer trimestre del año. La cifra está línea con lo esperado por los analistas, aunque algo por debajo del crecimiento del 4,7% alcanzado en el trimestre anterior.

La evolución del petróleo difiere de la del oro. El metal precioso, uno de los activos considerados refugio en momentos de incertidumbre, ha alcanzado este viernes un nuevo máximo histórico, por encima de los 2.700 dólares.

"Este contexto económico global, con señales de debilidad en las principales economías y la posibilidad de una relajación monetaria, ha hecho que el oro se consolide como una opción de refugio para los inversores", apostilla en un informe el analista de mercados de IG, Sergio Ávila.