Los medios de pago alternativos y con un alto componente tecnológico se abren paso en un mercado dominado todavía por las tarjetas y el efectivo. Reconózcalo. Es difícil incluso ver a un cliente en un comercio pagar sus compras con el móvil, pese al rápido desarrollo de este tipo de aplicaciones en los últimos años.
A pesar de este dominio absoluto del plástico y del dinero en 'cash' las entidades están apostando por la innovación en medios de pago ante el futuro que se avecina. La primera gran revolución llegó de la mano de los Wallets, los monederos virtuales donde se guarda información sobre tarjetas de pago o cuentas bancarias para realizar operaciones de forma online. Los bancos también han desarrollado sus propias aplicaciones para realizar compras acercando el teléfono a los terminales de punto de venta (TPV), además de buscar alianzas con aplicaciones como Apple Pay o Samsung Pay.
"A pesar del desarrollo tecnológico, aún es raro ver a alguien pagar con su móvil, su anillo o sus gafas de sol"
Dentro del segmento contactless, destacan alianzas como las alcanzadas entre CaixaBank y Visa con la venta de brazaletes capaces de realizar operaciones de pago sin necesidad de llevar el monedero encima. Los clientes también parecen abiertos a los novedosos relojes o pulseras que, incorporando la tecnología NFC (de comunicación inalámbrica) permiten pagar acercando la muñeca al TPV.
LOS FORMATOS MÁS ‘RAROS’
Las iniciativas son muchas en este segmento, aunque no terminan de calar en el gran público. Es el caso del anillo McLear RING que el gigante bancario ABN Amro puso a disposición de sus clientes a principios de año, convirtiéndose en la primera entidad que permite este tipo de pagos para compras de hasta 250 euros por día. La entidad probó el anillo, solo disponible en Reino Unido por unas 130 libras, con 500 clientes durante un año y el 80% aseguró después preferir este medio de pago al de una tarjeta bancaria.
Otro buen ejemplo de estos productos son las gafas de sol que Visa lanzó en 2017 al mercado, con las que el cliente asocia su cuenta sin necesidad de estar conectadas a otro dispositivo como un Smartphone.
EL PAGO INVISIBLE
Para aquellos que quieran ir más allá y no vean necesario “cargar” con estos aparatos, por muy ligeros que sean, la tecnología también ha empezado a ofrecer soluciones de pago en los que el propio cuerpo se presenta como sistema de autentificación. Es el caso de la biometría, por la que cualquier persona puede realizar un pago identificándose a través de su huella dactilar, el iris de su ojo o los rasgos de su cara.
BBVA ha sido uno de los bancos más activos en el desarrollo de la información biométrica para hacer “invisible” el proceso de compra en comercios. Su sistema, que ya emplean miles de trabajadores de la Ciudad BBVA, utiliza la tecnología de reconocimiento facial desarrollada por las startup Veridas y Das-Nano. Para pagar con este sistema, los usuarios de los restaurantes de la sede de BBVA tan solo tienen que mirar hacia las cámaras situadas dentro unas cabinas junto a las cajas registradoras. Entonces el sistema identifica el rostro del cliente –previamente registrado en el sistema– y realiza automáticamente el cargo en su tarjeta para hacer efectivo el pago.
"BBVA ya trabaja en soluciones de radiofrecuencia que permitan pagos mucho más rápidos"
En las cafeterías de la sede, los usuarios también pueden utilizar la ‘app’ desarrollada por BBVA, ‘Selfie & Go’, para realizar sus pedidos con antelación. En este caso, el cobro se realiza automáticamente en la tarjeta del usuario cuando lo pide a través de la ‘app’. De esta forma, una vez que vaya a recogerlo, no es necesario esperar ni realizar ninguna transacción adicional.
BBVA también está trabajando en soluciones para tiendas que introducen el uso de etiquetas RFID (o identificación por radiofrecuencia, por sus siglas en inglés), para que los clientes puedan escoger los productos que desean adquirir y pagarlos al salir del establecimiento con tan solo pasar delante de una cámara. En estos casos, el sistema “lee” la información contenida en la etiqueta de los productos, calcula el precio y realiza el cobro automáticamente.
IMPLANTES PARA PAGAR MÁS RÁPIDO
Banco Sabadell ha sido el último en lanzar una nueva iniciativa que combina la autentificación corporal con los chips tecnológicos. En concreto, y a través de su hub de nuevos negocios digitales Innocells, la entidad ha creado un sistema para realizar pagos usando solo los dedos de la mano, con un chip NFC implantado bajo la piel a través de una inyección en la zona entre el inicio dedo pulgar y el dedo índice. “Trabajamos para responder a las necesidades de nuestros clientes, y en estos momentos desarrollamos pilotos experiencias que, algunas progresarán y otras no, dependerá de la aceptación de los clientes”, indican desde la entidad.
Según indican desde el banco, este tipo de chips tienen el grosor de un grano de arena y son frecuentes en algunos tratamientos médicos, pero sus posibilidades van mucho más allá: desde convertirlos en llave de casa hasta utilizarlos como herramienta para trabajar con realidad aumentada. La corriente de implantación de tecnología en el cuerpo es conocida como biohacking.
Las entidades financieras tienen claro que todos estos desarrollos tecnológicos tienen, de momento, una limitada acogida por parte de los clientes en un entorno en el que, además, es muy difícil conjugar la tecnología con el interés de la industria bancaria y el de los reguladores. Los expertos consideran que, para que este tipo de medios de pago acabe sustituyendo a las tarjetas o al efectivo, deben cumplir con tres requisitos básicos: que sean universales, que sean baratos y, sobre todo, que sean seguros.