La escasa rentabilidad que ofrecen los activos financieros más seguros en la actualidad ha llevado a muchos ahorradores a invertir en el mercado de valores, aunque eso suponga asumir un mayor riesgo. No obstante, invertir en acciones también tiene sus ventajas: los dividendos, la parte de los beneficios que la empresa reparte entre sus accionistas.
De hecho, muchos inversores suelen basar parte de su estrategia en perfilar una cartera que les genere rentabilidades periódicas a través del reparto de dividendos para incrementar su patrimonio.
De cara a este año, configurar la cartera con una fórmula basada en compañías que repartan dividendos parece ser una opción ganadora para hacer frente a los vaivenes del mercado. “2020 estará marcado por la vuelta de la volatilidad y será un año en el que los inversores deberán mantener una serie de reglas a la hora de invertir. Concretamente, reinvertir sus dividendos, intentar no estar pendientes de las fluctuaciones en los precios de los mercados y mantener una estrategia de diversificación”, afirma Edward Bonham Carter, vicepresidente de Jupiter Asset Management.
Por eso, en la búsqueda de las mejores opciones, os traemos el ranking con las empresas que ofrecen la rentabilidad más atractiva por dividendo en este 2020.
Empresas con mejor rentabilidad por dividendo en España 2020
Tal y como se muestra en la imagen, en España, Mediaset es la compañía que premia en este momento con mayor rentabilidad por dividendo al accionista. En este caso, el grupo televisivo ofrece una rentabilidad por dividendo del 8,95%, el más alto de entre las empresas del Ibex. Tras esta se sitúa Enagás, cuyo ratio se encuentra en el 7,19%. Junto con estos valores, Repsol (7,04%), Mapfre (6,61%), Naturgy (6,30%) y Telefónica (6,24%) ofrecen rentabilidades por dividendo superiores al 6%.
¿Y qué ocurre con los dividendos en un fondo de inversión?
Al invertir en acciones que reparten dividendos, percibimos la retribución de forma automática en el momento en el que se ejecuta el pago. En cambio, si estamos invertidos en un fondo de inversión y al ser partícipes de forma colectiva junto a más socios, tenemos dos formas de percibir estos ingresos extra: la rentabilidad por dividendo se puede reinvertir o, por otro lado, se puede cobrar y repartirse entre los diferentes partícipes de forma proporcional a las posiciones de cada uno.
En el primer caso, en el de la reinversión, estaremos ante un fondo de acumulación. Esto quiere decir que el importe se acumula en el valor liquidativo del fondo, lo que incrementa el patrimonio, ofreciendo más recursos al gestor para que los reinvierta, adquiriendo más acciones de la misma empresa u otras que considere una buena estrategia.
Esta reinversión ofrecerá a largo plazo mayores rentabilidades para los partícipes. De este modo, el inversor no recibe en su bolsillo de forma directa esa retribución, pero sí de forma indirecta con el paso del tiempo.
En cambio, si en la política de retribución del vehículo está establecido el cobro de los dividendos, estaremos invertidos en un fondo de distribución. En este caso, los partícipes recibirán, de forma proporcional a su participación, el abono de los dividendos de forma periódica, ya sea mensual, trimestral, semestral o anual.
Si tenemos en cuenta el punto de vista fiscal, los fondos de acumulación son más ventajosos, ya que al no percibir ninguna ganancia, no hay que tributar por ella.