Si nada se tuerce y el proyecto de Ley incluye los incentivos fiscales necesarios, el fondo de pensiones del sector de la construcción será el primero bajo el formato del nuevo sistema de pensiones de empleo de promoción pública impulsado por el Gobierno. El fondo promovido por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) sería de los más grandes y entraría directamente al segundo puesto del ranking por volumen de los fondos de pensiones colectivos.

Según estimó Pedro Fernández, presidente de la CNC, el fondo de pensiones de la industria de la construcción alcanzaría los 3.500 millones de euros en diez años y abarcaría a 1,3 millones de partícipes que se desempeñan directamente o indirectamente en el sector.

Tomando como referencia esta proyección -la patronal cuenta con el 100% de empleados, aunque otros expertos estiman un seguimiento menor-, el nuevo fondo se colaría en el segundo escalón del ranking, por delante del fondo de pensiones de los trabajadores de Endesa, que administra 3.086 millones, y solo por debajo del de CaixaBank, que tras sumar el de Bankia gestiona 8.615 millones, conforme a los últimos datos de Inverco.

También superaría de largo a los otros tres fondos de pensiones empresariales que cierran el top 5 actual y los únicos capaces en estos años de sobrepasar la barrera de los 1.000 millones: los de los empleados de Telefónica, BBVA y Santander, con 2.950, 2.396 y 1.008 millones, respectivamente.

Pero, lo más importante, ¿cómo se aplicarían las aportaciones por parte del empleador? Patronal y sindicatos han llegado a un preacuerdo para la firma del séptimo convenio general del sector que recoge un incremento salarial del 10%, que se repartirá entre 2022 y 2024, de aportación obligatoria y con adecuación a las tablas de convenio provincial.

Precio bajo y simplicidad

El reparto será el siguiente: un 4% en 2022, del cual un 1% se aportará al mencionado plan de pensiones; un 3% en 2023, con un 1% para el plan, y un 3% en 2024, con un 1,25% para el plan.

La patronal CNC ha contratado a la consultora Mercer para que le ayude a diseñar la estructura y funcionamiento del fondo de pensiones. Miguel Ángel Menéndez, director de Previsión Social de Mercer, resume el espíritu que regirá el vehículo: "Hacer un plan lo más sencillo posible, que no estrese a los partícipes y con la premisa de que no suponga un coste extra para las empresas. Con un único fondo de promoción pública para toda la industria de la construcción y luego un plan simplificado para cada empresa, los cuales colgarán del general. El objetivo es reducir precios al mínimo posible y ganar escala".

Una vez configurado, Mercer seleccionará a la gestora encargada de las inversiones del fondo y, por tanto, de los planes anexionados. Con todo, Menéndez es consciente de que "alguna constructora grande podría salirse y montar su propia estructura previsional, aunque les costaría más", advierte.

Todavía quedan muchos detalles por concretar. "En Mercer nos gusta la estrategia del ciclo de vida", aquella que va disminuyendo riesgo en cartera -de renta variable a renta fija- a medida que las capas poblacionales de los trabajadores se van acercando a la edad de jubilación, "pero aún no se ha desarrollado ese tema". También bajo qué formato legal y fiscal constituir el fondo.

Otros sectores miran de reojo

Cabe recordar que el pasado jueves el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, aseveró en el EFPA Congress que "esperamos que [los nuevos fondos de pensiones] en 2023 estén ya plenamente vigentes con todos los desarrollos". Si el sector de la construcción quisiera montarlo en 2022 para no esperar al año que viene, "quizá podría hacerse un plan de promoción conjunta como está ahora y luego homologarlo al sistema nuevo", deja la puerta abierta el experto de Mercer.

Todo supeditado a que el proyecto de Ley de Regulación para el Impulso de los Planes de Pensiones de Empleo recoja incentivos ambiciosos comprometidos por el Gobierno, como expusieron los firmantes del convenio, sobre todo la patronal.

De lo que haga la construcción están muy pendientes otros sectores, como la industria química y la del metal, que lleva tiempo analizando la posibilidad de lanzar su propio fondo de pensiones sectorial.