El Gobierno evidencia los problemas de capacidad de Talgo en plena guerra a la opa de Magyar Vagon
Renfe exige una indemnización al fabricante por el elevado número de averías que están teniendo los trenes de la Serie 106.
11 agosto, 2024 02:31Ni contigo ni sin ti. Esa es la relación que mantiene el Gobierno de España con Talgo, al que culpa del último caos ferroviario sucedido por un tren de Avlo averiado a la entrada de Chamartín (Madrid) mientras busca un socio que lance una contraopa y aleje las opciones de hacerse con el fabricante al consorcio húngaro Magyar Vagon. Un culebrón empresarial del que parece que habrá más capítulos este verano.
Este último ataque evidencia los problemas que precisamente tiene Talgo en cuanto a fabricación y capacidad, especialmente a lo relativo con la entrega de los trenes Avril. Desde la puesta en marcha de los serie 106, Renfe denuncia que “las incidencias en el servicio se han incrementado de manera sustancial en todos los corredores, produciendo afectaciones importantes y afectando a la calidad del servicio”.
Según un informe al que ha tenido acceso el diario Cinco Días, la cifra de incidentes desde que el modelo S106 se puso en funcionamiento asciende a 479.
Por ello, Renfe pedirá compensaciones económicas a Talgo. Algo que el propio ministro de Transportes, Óscar Puente, defiende. “El de ayer (en referencia a la avería del tren Avlo el 5 de agosto) es el incidente que colma el vaso. Trenes estrenados el 21 de mayo, que están dando infinidad de problemas que sufren los usuarios y deterioran la imagen del servicio”, denunció en la red social X.
Cabe recordar que en abril, Renfe recibió los 10 primeros trenes Avril tras un retraso de cerca de dos años. Retraso por el que Renfe aplicó una multa diaria de 80.000 euros que se suma a la penalización de 116 millones de euros por retrasos y 50 millones adicionales por lucro cesante.
Hasta la fecha, Talgo ha entregado 22 trenes de la Serie 106 a Renfe, según explican desde la empresa pública a este medio. Y faltan por recibir ocho más. Estos retrasos también reflejan esos problemas de capacidad de los que veníamos hablando.
Algo que se convierte en una preocupación si tenemos en cuenta que Talgo tiene que hacer frente a una cartera de pedidos que está en máximos. En la actualidad, supera los 4.000 millones de euros.
De ellos, más de 2.100 millones corresponden a los exigentes mercados de Alemania, con los proyectos Intercity desarrollados para Deutsche Bahn, y Dinamarca, para DSB.
Y hace poco, en la presentación de resultamos semestrales, anunció que continúa analizando oportunidades para los próximos 24 meses por valor superior a los 6.000 millones de euros.
Búsqueda de socio
De ahí que se haga especialmente necesario que Talgo consiga tener un socio industrial que le ayude a dar salida -sin problemas- a todos estos pedidos en el plazo establecido.
Con ese fin, la húngara Magyar Vagon lanzó en marzo una opa por el 100% del fabricante español. La idea es combinar la tecnología con la que cuenta el fabricante español con la capacidad húngara. “Podemos aumentar la producción industrial de Talgo drásticamente y que sea un actor de más de 1.000 millones en ingresos”, aseguró András Tambor, el representante de la empresa húngara durante su presentación ante los medios de comunicación españoles.
Pero el Gobierno ya se ha mostrado reticente. De hecho, el ministro de Transportes ha rechazado públicamente esta operación. Además, hace poco consiguió alargar los plazos. Así, contará con hasta tres meses más para pronunciarse sobre la opa lanzada por el consorcio húngaro, después de haber requerido más información. Es decir, hasta finales de noviembre podría alargar el veredicto.
Para el Gobierno existen vínculos del grupo húngaro con Rusia. Cabe recordar que el 45% de Magyar Vagon está en manos del fondo Corvinus, controlado por el Gobierno húngaro. Y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, es el líder del partido ultraconservador húngaro Fidesz.
Por ello, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ve con mejores ojos la oferta de fusión de Skoda. Pero el consejo de administración de Talgo ya la ha rechazado por entender que no es una contraopa que mejore la oferta de la empresa magiar.
Los checos, a pesar de ello, no renuncian a insistir en esta alianza en la que llegaron a hablar con potenciales socios como Criteria, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, y el grupo Escribano, accionista de referencia de Indra. Estos socios también contarían con el beneplácito del Ejecutivo español.