Según recoge el escrito enviado a la CNMV este mismo viernes, "en función de la evolución de las circunstancias" Magyar Vagon "podrá considerar, en su caso, volver a presentar una oferta para la adquisición del 100% de Talgo".

La compañía considera que "la decisión del Gobierno de España no se ajusta a Derecho y sigue pensando que la oferta presentada era atractiva para los accionistas de Talgo (a los que se está privando ilegítimamente de dicha posibilidad) y en el mejor interés de la compañía y todos sus grupos de interés". 

En el mismo documento, la empresa fabricante de ferrocarriles confirma su intención de acudir a los tribunales. Concretamente, de "interponer el correspondiente recurso contencioso-administrativo ante la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo" contra la decisión del Consejo de Ministros, para lo cual cuenta con un plazo de dos meses. 

El documento presentado en la CNMV recoge la referencia del Consejo de Ministros en la que se tumbó la opa, una decisión que fue decidida por la Junta de Decisiones Exteriores el pasado lunes. 

Las razones por las que el Gobierno ha vetado la opa húngara han sido que "conllevaría riesgos para garantizar la seguridad nacional y el orden público", según el Ministerio de Economía, Comercio y Empresas, que alude también a la "protección de los intereses estratégicos de España".

Sin embargo, no hay más detalles. El Consejo de Ministros ha declarado esta información como "clasificada". Con todo, antes de incluso del dictamen de la Jinvex, el Gobierno había expresado sus recelos de boca del ministro Óscar Puente.

Entre otras cosas, no gustaban nada los lazos de Magyar Vagon con el Ejecutivo de Hungría, encabezado por Viktor Orbán, y su cercana relación con la Rusia de Vladímir Putin, hoy enemiga de la Unión Europea.