España tiene dos millones de vacunas contra la viruela caducadas por falta de uso
Tras la guerra de Ucrania, el Gobierno de España se plantea comprar nuevas dosis de tercera generación.
19 mayo, 2022 20:02Noticias relacionadas
La detección de medio centenar de casos sospechosos de la conocida como viruela del mono, Monkeypox MPXV, ha disparado la alerta sanitaria entre varios países de Europa, entre ellos España.
Esta situación ha hecho replantearse a varias administraciones la adquisición de vacunas contra la viruela tradicional, con vistas a que pueda resultar útil para frenar la transmisión del virus, ya que las dosis que tienen están caducadas.
La decisión de adquirir "opciones terapéuticas en función de su viabilidad y eficacia, tales como antivirales y vacunas" se ha dado a conocer esta tarde por parte del Ministerio de Sanidad, aunque el equipo de Carolina Darias no ha confirmado si esta compra se ha ejecutado. Aun así, este no es el primer movimiento del Gobierno de España en este sentido.
En los almacenes del Ministerio de Sanidad hay dos millones de vacunas caducadas que se adquirieron en 2003 y que, por falta de uso, ya no son útiles. Ahora, el Ejecutivo se plantea comprar otras vacunas, esta vez de "tercera generación".
Según una respuesta parlamentaria a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL-Invertia, el Ejecutivo ya habría hecho los primeros movimientos para adquirir vacunas contra este virus tras la invasión de Ucrania.
Los detonantes que habrían llevado a las autoridades sanitarias adquirir estas dosis son completamente diferentes, pero, de haberse empezado ya las conversaciones, sería mucho más fácil adquirir estos viales.
Todo se conoce tras la publicación de una pregunta parlamentaria por parte del grupo parlamentario popular en la que cuestiona al Gobierno sobre la posibilidad de adquirir vacunas de la viruela de tercera generación.
El miedo del PP, según argumentan en su cuestión, es que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, haya usado armas biológicas como parte de una estrategia militar organizada.
Armas biológicas
El PP explica que en 1993 la Organización Mundial de la Salud pidió a EEUU y la URSS que se destruyeran los dos últimos viales que se tenían de virus. "Lo cierto es que, el uso del virus Variola en armas no convencionales es considerado por muchos países como una amenaza real y plausible", argumenta.
Según el principal partido de la oposición, varios estados han intentado "mitigar" las consecuencias de la aparición "de un posible brote de viruela" con la adquisición de vacunas de tercera generación.
Ante este argumentario, precisamente esta semana, el Gobierno respondía y alegaba que "se están llevando a cabo reuniones para considerar esta adquisición". Una respuesta abierta, pero que de haberse iniciado las negociaciones, podría poner a España por delante en la adquisición de este antígeno ante una posible oleada de compradores por la histeria provocada por la Monkeypox.
En la actualidad, España cuenta con un stock de vacunas de viruela de segunda generación de 2.048.000 unidades, según aseguran fuentes del Partido Popular.
Todas estas vacunas fueron adquiridas en 2003 con posterioridad a la aprobación de las Recomendaciones de actuación y respuesta ante la aparición de un caso o de un brote de viruela (abril de 2002). Estos dos millones de vacunas, además de estar caducadas, no cuentan con la aprobación de la EMA.
Desde 1980 sin vacuna
España, como el resto de países del entorno europeo, no tiene vacunas de viruela en sus almacenes porque la enfermedad infecciosa se dio por erradicada en 1977 tras décadas de vacunaciones masivas (incluso, obligatorias).
En 1980 el Ministerio de Sanidad decide suprimir la vacuna, cambiándose la dosis del sarampión de los nueve meses por una dosis triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis) a los quince meses.
Con la expansión de la llamada viruela del mono, la posibilidad de recuperar estas vacunas en los almacenes del ministerio se torna conveniente. La propuesta, además, se complementaría con la idea lanzada por Europa de tener una reserva estratégica de medicamentos y productos sanitarios para prevenir nuevas crisis sanitarias.