La continuidad asistencial es una las asignaturas pendientes de nuestro país. Que el paciente pueda seguir con su tratamiento sin importar el piso asistencial o el ámbito en el que se le atienda aún no es una realidad en la sanidad española. Una unión que reclaman ocho de cada 10 españoles, que valoran positivamente la posibilidad de recibir tratamiento o hacerse pruebas en la sanidad privada o pública y que esta información pueda ser compartida. Además, quieren que todos los datos puedan ser conocidos por el profesional sanitario que les vaya a tratar.

Estas conclusiones forman parte del informe Continuidad asistencial y paciente único, llevado a cabo por Accenture para la Fundación IDIS. El estudio, que se ha elaborado con encuestas a profesionales y pacientes, también arroja que el 70% de la población considera necesario impulsar la cooperación entre la pública y la privada. Todo ello para promover un modelo sanitario y sociosanitario más sostenible.

Según Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS, establecer la continuidad asistencial en nuestro sistema sanitario no es una opción, sino "una obligación". Y es que, aunque en España sí que existe cierta continuidad asistencial, son muchas las brechas y rupturas a las que hacer frente, según el presidente de la entidad.

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La falta de prevención y personalización, la pérdida de trazabilidad, la dificultad de acceso a tratamientos más innovadores o la duplicidad de citas y pruebas son algunas de las barreras que, ha explicado, impiden una continuidad real entre lo público y lo privado.

Trabajar por que el sistema se adapte al paciente y no al revés. Este tiene que ser, según Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, el principal reto del sistema sanitario. Por ello, con el fin de mejorar el viaje del paciente desde el diagnóstico hasta el seguimiento y control posterior a la superación de la enfermedad, los expertos proponen tres vías.

Por un lado, crear una estrategia integrada de planes de prevención primaria y secundaria y promoción de la salud. Esta medida está encaminada a para preparar a los profesionales a identificar variables de riesgo y activar programas específicos de detección precoz cuando sean necesarios y de forma homogénea.

Asimismo, desde el informe se aboga por la creación de comités mixtos por áreas sanitarias con fines terapéuticos y de investigación. Por último, se propone generar estructuras integradas con grupos multidisciplinares de apoyo como herramienta fundamental para poner en contacto diferentes servicios y especialidades. ¿El objetivo? Aportar la mejor alternativa terapéutica para los pacientes y brindarle todos los recursos disponibles.