Alimentos, carburantes y electricidad. Un cóctel que ha disparado el Índice de Precios al Consumo (IPC) al 7,6% en febrero. Un porcentaje que no se veía desde hacía 36 años. Así lo ha recogido el Instituto Nacional de Estadística (INE). La consecuencia es no que no sólo cuesta más llenar la cesta de la compra, repostar combustible, o pagar la factura de la luz. Quienes viven de alquiler también tendrán que pagar más.
Así, aquellos inquilinos que tengan que revisar su contrato en dicho mes, tendrán que pagar de media 52 euros más al mes durante los próximos doce meses. Es decir, 624 euros más en el siguiente año.
Durante 2021, el precio mediano de una vivienda de alquiler de dos habitaciones era de 695 euros al mes, según Idealista. Con la renta actualizada con el IPC del 7,6%, se situaría en 747 euros mensuales. Eso sí, habrá diferencias según en donde se viva.
Atendiendo al ‘Observatorio Aedas Homes’, dos de cada tres españoles barajan mudarse de vivienda en los próximos años. Y lo hacen por dos motivos: uno, porque ven la vivienda como un valor refugio actualmente; y, dos, por el incremento de la inflación y su impacto en el alquiler. “Parece estar aumentando la velocidad de aquellos que quieren pasar del alquiler a la propiedad”, destaca el informe.
El ascenso de la inflación conllevará una subida automática de las rentas de alquiler que pagan la mayoría de inquilinos. Además, también es posible que tenga efecto en los alquileres que salgan al mercado. Lo normal es que tiendan a esos nuevos precios de mercado.
“La inflación impactará seriamente sobre los ahorros de las familias y, sobre todo, en su capacidad de consumo, al incrementarse los precios por encima de los salarios”. Son palabras de Francisco Iñareta, portavoz de Idealista.
Y añade: “Esta última consecuencia podría empujar a miles de pequeños y medianos ahorradores a proteger su dinero en viviendas para huir de la inflación y de la liquidez. Ello podría empujar aún más el apetito inversor de inmuebles en determinados mercados: Madrid, Málaga, costa levantina y andaluza e islas”.
Mayor rotación
La inflación media en 2021 fue del 3,1%. La más alta de la última década. A ello ha contribuido la continua subida de precios que se viene produciendo desde el pasado septiembre. IPC que llegó a ser del 6,5% en diciembre, y en enero, del 6,1%.
Por esta razón, y desde la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA) están haciendo la siguiente recomendación a sus clientes arrendadores: que no apliquen en su totalidad el incremento de precios por el IPC. Por ejemplo, que sólo apliquen la mitad. O, directamente, que dejen la renta tal y como está. Y abogan porque dicha sugerencia se extienda a todos los arrendadores, ya sean personas físicas o jurídicas.
“De aplicar estas subidas tan altas del IPC se puede producir una mayor rotación en el alquiler”, advierte Sergio Zurdo, directivo de ANA. Eso sería porque los inquilinos buscarán rentas más bajas y dejarán las viviendas antes de tiempo. Y eso afectaría a la rentabilidad prevista por los arrendadores al permanecer los inquilinos menos tiempo arrendados.
Otra derivada es que también se incrementaría la probabilidad de impagos “debido a que los salarios no se han incrementado en la misma medida que la subida del IPC”. ¿Y qué pasa con los jóvenes? La entrada que se paga por una vivienda viene a estar entre el 28% y el 30% del total. La capacidad de pago de los jóvenes, vía ahorro, se queda entre el 16% y el 19%.
“Efectivamente, la falta de ahorro para la entrada es uno de los principales escollos que tienen los jóvenes para adquirir una vivienda. Más todavía si están pagando un alquiler. Al final entran en una espiral de difícil salida”, advierte Jorge Valero, director de Aplicaciones y Data de Aedas Homes.
Por eso, desde ANA hacen la siguiente valoración: “El Gobierno tiene las herramientas necesarias para intervenir y controlar más el IPC. Por ejemplo, bajando transitoriamente el IVA. De esta manera, se podría moderar la subida del IPC, que está repercutiendo de forma directa en la subida de precios del alquiler”.