Y es que los alquileres de temporada, que no se destinan a satisfacer una necesidad permanente de vivienda, sino que sirven de alojamiento durante un periodo concreto, quedaron fuera de la aplicación de la Ley de Vivienda cuando esta fue aprobada. 

Estos se rigen por la voluntad de las partes, la Ley de Arrendamientos Urbanos y el Código Civil. Es decir: estos alquileres no se ven afectados, entre otros aspectos, por las limitaciones en las actualizaciones de la renta o las prórrogas extraordinarias del contrato. 

Este resquicio, del que han venido avisando durante este tiempo los principales centros de estudio, ha tenido un efecto notorio sobre el mercado: el número de alquileres 'no regulados' por la Ley de Vivienda se ha disparado un 56% desde que se aprobase la norma. 

El Gobierno corregirá después de verano esta situación. A partir de ahora, para firmar un contrato de temporada, se deberá justificar la causa por la que se firma el mismo, especificando la causalidad que da pie a la rúbrica. Por el momento, el Gobierno no ha detallado qué causas permitirán firmar este tipo de contratos, aunque se presupone que los motivos serán tales como estudios, una excedencia, etc. 

Aunque el Gobierno apruebe mediante un Decreto Urgente esta modificación, cabe esperar que el mercado tarde un tiempo en corregirse. La Ley de Vivienda ha provocado importantes desequilibrios en algunas grandes ciudades del país. Palma y Málaga, que cuentan con un 79% más de alquileres de temporada que hace un año, es donde más se ha evidenciado este problema, según detalla Idealista. 

Otras ciudades como San Sebastián (77%), Sevilla (74%), Valencia (62%), Madrid (56%) o Barcelona (53%) no están lejos. Su peso sobre el total de inmuebles en los grandes mercados tampoco parece un asunto menor. La oferta en San Sebastián y en la Ciudad Condal supera el 30% del total. En España, uno de cada diez pisos ya se ofertan bajo esta modalidad de alquiler. 

[El Gobierno limitará el alquiler de temporada y obligará a justificar las causas antes de firmar el contrato]

Paralelamente, los alquileres de larga estancia -los que sí están regulados por la Ley de Vivienda- siguen cayendo. El mayor descenso durante el primer año de vigencia de la norma se da en Bilbao (-33%), seguido por Sevilla (-27%), Madrid (-24%), San Sebastián (-22%), Palma (-20%) y Barcelona (-15%). El stock sólo aumenta en dos grandes mercados: Valencia (4%) y Málaga (2%).

"Los datos del primer trimestre siguen poniendo de manifiesto que legislar de espaldas a los propietarios acaba destruyendo el mercado. Las medidas adoptadas en materia de alquiler han trasladado la oferta del alquiler permanente al alquiler de temporada, una fórmula perfectamente legal pero que viene a dificultar aún más el acceso a la vivienda de las personas y las familias más desfavorecidas", detalló por aquel entonces Francisco Iñareta, portavoz de Idealista. 

La regulación de los alquileres de temporada fue uno de los aspectos más polémicos de la Ley de Vivienda. Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) o En Comú Podem presentaron enmiendas para que este se incluyese en la norma, aunque no se llegó al consenso necesario.  Por esta razón, en la disposición adicional quinta, se acordó crear un grupo de trabajo que propusiese soluciones para "avanzar en una propuesta normativa de regulación". 

Cataluña, la única región que aplica todos los preceptos de la Ley de Vivienda, ya trató de aprobar un decreto para solucionar este problema antes de las elecciones. La modificación, presentada por ERC, no salió adelante. Junts votó en contra y el PSC se abstuvo.