(I-D) La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Economía, Comercio y Empresas, Carlos Cuerpo, durante el acto de suscripción de convenios entre el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa y el Instituto de Crédito Oficial (ICO)

(I-D) La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Economía, Comercio y Empresas, Carlos Cuerpo, durante el acto de suscripción de convenios entre el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) Eduardo Parra / Europa Press

Observatorio de la vivienda

El alquiler de vivienda marcará nuevos máximos en 2024 mientras las familias ya destinan el 35% de sus rentas

El 96% de las empresas del sector cree que los precios no bajarán en lo que resta de 2024. 

20 agosto, 2024 03:37

El alquiler de vivienda no dará tregua en los cuatro meses y medio que restan de 2024. Así lo cree el 96% de las agencias inmobiliarias que integran el sector y que han participado este mes de agosto en la encuesta de sensibilidad inmobiliaria que Idealista elabora periódicamente para conocer la marcha del mercado. 

Paralelamente a este repunte de los precios, que proviene mayoritariamente de las grandes urbes patrias, también se prevé que las familias tengan que acometer un mayor esfuerzo para alquilar una vivienda. Es decir: el porcentaje de ingresos que los hogares con menores a su cargo destinarán al pago de sus rentas cada mes seguirá aumentando por encima del umbral recomendado por los expertos. 

Actualmente, para acceder a una vivienda en alquiler, las familias españolas destinan de media el 35% de sus salarios, cinco puntos por encima del umbral máximo del 30% de inversión. La situación es especialmente compleja en los grandes mercados, como es el caso de Barcelona, donde los hogares ya destinan casi la mitad de sus recursos al pago de la vivienda. 

Subidas del 16%

En tan solo un año, los alquileres se han revalorizado hasta un 16% en las ciudades más pobladas de España. Valencia (12,2 euros el m2, un 12% más), Madrid (19,8 euros el m2, un 16% más) y Málaga (14,5 euros el m2, un 13,6% más) lideran las subidas en este aspecto. Tampoco se quedan lejos de estos repuntes enclaves como Barcelona (18,3 euros el m2, un 13% más) o Zaragoza (9,9 euros el m2, un 8,4% más). 

Esta situación ha provocado que, junto a la Ciudad Condal, en hasta otros 10 enclaves se supere el citado umbral del 30% de esfuerzo a la hora de alquilar. Es el caso de Palma (45%), Málaga (42%), Valencia (41%), Madrid (38%), Alicante (37%), así como en San Sebastián (33%), Las Palmas de Gran Canaria (32%), Santa Cruz de Tenerife (32%), Bilbao (31%) y Segovia (31%). 

"Tal y como preveíamos, durante este trimestre el esfuerzo que se requiere a las familias ha vuelto a empeorar debido a la persistente falta de oferta disponible tanto en venta como en alquiler. Los mercados siguen tensionándose cada vez más, presionados por una demanda creciente que encuentra cada vez menos viviendas, lo que incrementa los precios y provoca el aumento del esfuerzo familiar necesario", detalla Francisco Iñareta, portavoz de Idealista.

El fenómeno del repunte de los precios no es exclusivo de las grandes ciudades, sino que afecta a la mayoría de las comunidades autónomas, también a aquellas que forman parte de la España despoblada. En este sentido, desde el mes de julio de 2023, regiones como Extremadura (16,6%) o Castilla-La Mancha (8,3%) muestran incrementos notables. 

La oferta 

De entre todas las causas que explican esta situación, los principales centros de estudio y portales inmobiliarios del país coinciden en una circunstancia: la oferta no ha dejado de caer desde que se aprobase la Ley de Vivienda. 

El problema, tal y como ya ha contado en numerosas ocasiones EL ESPAÑOL-Invertia, radica en la propia redacción de la norma. La Ley si regulaba los alquileres permanentes -aquellos que cubren una necesidad, como indica su nombre, permanente de vivienda- sin embargo, dejó sin topar los de temporada. 

Este segundo modelo de arrendamiento no satisface una necesidad permanente, sino que debería servir para el alojamiento durante un periodo de tiempo muy concreto. Se rigen, de momento, por la voluntad de las partes, la Ley de Arrendamientos Urbanos y el Código Civil.

Por tanto, quedan fuera del ámbito de aplicación de la reciente Ley de Vivienda y no se ven afectados, entre otros aspectos, por las limitaciones en las actualizaciones de la renta o las prórrogas extraordinarias del contrato. Esta circunstancia provocó que miles de propietarios cambiasen sus inmuebles de un modelo a otro, elevando así el precio medio de las rentas y reduciendo la oferta de permanentes a mínimos. 

[La oferta del alquiler 'no regulado' por la Ley de Vivienda en España se dispara un 56% en tan sólo un año]

Aunque el Gobierno ha anunciado medidas para corregir esta situación, el mercado tardará un tiempo en corregirse. En sólo un año de aplicación de la norma, el alquiler de temporada se ha disparado más del 55%, mientras que la oferta de alquileres permanentes se ha reducido un 17%. Esta circunstancia afecta sobre todo a las clases más bajas. 

"Los datos del segundo trimestre siguen poniendo de manifiesto que legislar de espaldas a los propietarios acaba destruyendo el mercado. Las medidas adoptadas en materia de alquiler han trasladado la oferta del alquiler permanente al alquiler de temporada, una fórmula perfectamente legal pero que viene a dificultar aún más el acceso a la vivienda de las personas y las familias más desfavorecidas", añaden desde Idealista. 

Sin acuerdos 

Desde que comenzase la legislatura, apenas ha habido acuerdos en materia de vivienda entre las dos grandes fuerzas parlamentarias españolas. La distancia entre las posiciones del Partido Socialista -partidario de intervenir el mercado y seguir la línea que marca la Ley de Vivienda- y el Partido Popular -con una visión mucho menos regulatoria y más liberal- parece insalvable. 

Bajo esta tesitura, ambos partidos se sentarán a negociar a partir del mes de septiembre la reforma de la Ley de Suelo, un texto que el sector urge a ambas formaciones políticas y que podría desbloquear una importante cantidad de desarrollos urbanísticos que llevan tiempo parados en España. 

La reforma que el PSOE llevó al Congreso antes de las elecciones europeas fue retirada ante el elevado ruido político. Ahora, no sin menos estruendo, tocará volver a sentarse a negociar.