El universo de la vivienda es un mundo difícil de explorar y, en muchas ocasiones, difícil de entender. El acceso a este bien es cada vez más complicado, especialmente en grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Sin embargo, hay un sector de la sociedad que vive una situación completamente diferente. 

Son las personas que tienen un gran poder adquisitivo. Los que comúnmente conocemos como ricos. Para estas personas, sus tendencias comerciales y de consumo son totalmente diferentes, sea en el ámbito de la vida que sea. Y en la cuestión de la vivienda, sus posibilidades juegan un papel diferencial. 

Por ello, de los movimientos de este nicho de la sociedad cuya cuenta corriente goza de una salud de hierro, nacen diferentes tendencias inmobiliarias como es el caso de las branded residences. Este es un movimiento que se está poniendo muy moda a pesar de que su origen cuenta ya con casi un siglo de historia. 

Qué son las 'branded residences'

Tal y como explica el diario El País, en el año 1927, una cadena hotelera de Nueva York se lanzó a la aventura comercial de asociar su nombre a una vivienda de lujo. El Sherry-Netherland Hotel se hizo con el poder de un edificio de 38 pisos y 165 apartamentos situado en Upper East Side. 

El objetivo era que los propietarios de esos apartamentos pudieran disfrutar de todos los lujos que tenían los huéspedes de su hotel. Fue así como nacieron las primeras branded residences, las residencias con marca. En resumidas cuentas, propiedades residenciales administradas por un gran nombre del mercado hotelero. 

Esta cuestión que nació hace casi 100 años en Nueva York se ha puesto de moda ahora en varios lugares del mundo. Una adaptación de aquellas branded residences que consiste en una vivienda de lujo con acceso a los servicios y comodidades de un hotel de cinco estrellas. Una especie de combinación entre vivir en tu propio piso o apartamento y hacerlo en un gran hotel. 

Una de las branded residences más famosas del mundo se encuentra en Barcelona. Situado en el paseo de Gracia, este ático dúplex de 650 metros cuadrados fue adquirido por 40 millones de euros por el Grupo Mandarín Oriental. Y desde ese momento, pasó a ser gestionado por la cadena hotelera junto a otros treinta apartamentos de superlujo. 

Vista interior de un ático de lujo. iStock

A través de este tipo de negocios, los nuevos inquilinos de estos pisos pueden disfrutar de las comodidades y los servicios propios de un hotel, haciendo su vida realmente diferente a la de cualquier otra persona. Así pueden vivir en su propia casa, pero gozando de tener un restaurante de estrella Michelín, un equipo personal a tiempo completo, conserjería las 24 horas del día o posibilidad de aparcamiento y servicio de limpieza. 

En estos casos, los residentes pueden tener acceso a los servicios propios de un hotel de lujo en un concepto de vivienda que aún sigue siendo de lo más innovador del mercado. Una tendencia que se ha puesto de moda entre las personas con mayor poder adquisitivo tal y como informa El País.

La previsión que tienen grupos especializados en este tipo de negocios como Mandarín Oriental es que la tendencia siga en un potente crecimiento al menos los próximos cinco años, ya que la demanda no para de crecer. Es la nueva moda. La vida más cómoda posible para aquellos que se la puedan permitir. Por ello, las marcas están apostando cada vez más fuerte por este tipo de proyectos. 

Las ciudades más importantes del mundo se están apuntando a esta tendencia, ya que Madrid, Viena, Miami o incluso Bali siguen el camino que ya han tomado urbes a la vanguardia como Barcelona, Londres o Nueva York. Se trata de un mundo que, por el momento, no conoce la crisis, ya que sus precios no dejan de subir, ya sea en sus formatos de apartamentos de lujo o de villas paradisiacas. Estas viviendas tienen un precio superior en un 25% a una residencia de lujo sin marca. 

En líneas generales, se trata de un mercado en auge que se está abriendo camino a pasos agigantados con propuestas de vida innovadoras, generando un poder de atracción incalculable entre la élite más exclusiva de la sociedad.