Montaje de personas cediendo su casa a través de nuda propiedad.

Montaje de personas cediendo su casa a través de nuda propiedad.

Observatorio de la vivienda

Vender tu casa sin dejar de vivir en ella: cada vez es más habitual en España y lo hacen propietarios más jóvenes

Los expertos avisan que la falta de "solvencia económica" suele ser la principal causa que lleva a decantarse por este producto. 

25 agosto, 2024 02:12

Vender tu casa sin dejar de vivir en ella es una opción cada vez más habitual en España. Con esta fórmula, más conocida como nuda propiedad, los propietarios (generalmente de avanzada edad) ofrecen su vivienda a un precio más barato a cambio de que puedan seguir viviendo en el domicilio hasta su muerte. La rebaja del valor de la casa se haría en función de la edad que tenga el propietario.

Es decir, si el propietario es más joven, la reducción de la cuantía será mayor, porque aún quedaría más tiempo para que el comprador la disfrute. Pese a ello, en los últimos tres años, se ha producido un cambio de tendencia: los vendedores que optan por la nuda propiedad son cada vez más jóvenes.

Se ha reducido la edad media. Ahora, no es extraño ver una importante cantidad de anuncios en portales inmobiliarios donde predominan perfiles con edades comprendidas entre los 57 y los 70 años. 

[Nuda propiedad: qué es y por qué José Luis Moreno vende así su mansión por 8,5 millones de euros]

En 2021, la edad media de las personas que vendían su inmueble a través de la nuda propiedad era de 83 años. Actualmente, "se ha reducido hasta los 79 años".

"Hace tres años, era poco frecuente ver a personas de 63 años decantarse por esta fórmula de venta. En cambio, ahora es más común y se está normalizando", aclara a este diario Eduardo Molet, dueño de la inmobiliaria de nombre homónimo y especializada en ventas de nuda propiedad. 

Capturas de diferentes anuncios en portales inmobiliarios en los que se pueden apreciar que los propietarios son cada vez más jóvenes.

Capturas de diferentes anuncios en portales inmobiliarios en los que se pueden apreciar que los propietarios son cada vez más jóvenes. E.E

De hecho, como precisa Molet a EL ESPAÑOL-Invertia, en el último año han vendido seis propiedades de personas de entre 56 y 58 años. 

"Normalmente, aconsejamos a las personas menores de sesenta no vender la nuda propiedad. Sin embargo, nos estamos encontrando muchas que están en situaciones vulnerables y su falta de solvencia financiera les lleva a esta alternativa como única solución económica", determina Molet. 

Endeudada con 59 años 

Teresa (60 años) se vio obligada a traspasar su vivienda a nuda propiedad por pura necesidad. Hace unos meses, aún con 59 años, le vendió su vivienda a una pareja (aproximadamente 40 años) con tres niños.

Como ha explicado a este diario, ella dio salida a su casa por la mitad del precio tasado. Sin embargo, no se arrepiente de venderla por esa cantidad, ya que no tenía otra opción. "Era eso o perdía mi piso", precisa.

Hace aproximadamente un año perdió a su marido. Ese amargo momento vino acompañado de diferentes infortunios. Entre ellos, estaban las deudas a las que tuvo hacer frente ella sola, ya que al no tener hijos "no tenía su respaldo económico", aclara. 

Su marido era el que traía el dinero al hogar. Ella era ama de casa. Y tras su muerte se vio con "un pie en la calle" al no poder hacer frente a todos los costes que tenían pendientes. Así, tuvo que soportar diferentes pagos como el "elevado precio de los intereses hipotecarios, diferentes derramas de la comunidad en la que reside o la plusvalía municipal".

"Intenté pedir varios créditos para paliar las deudas. Pero, aun así, me veía ahogada por todas partes. Por eso, me puse en contacto con una inmobiliaria que me ayudaron a buscar unos compradores que aceptarán mis condiciones (al ser tan joven). Esta pareja me hizo una oferta atractiva y yo acepté sin pensarlo. No tenía nada que perder", relata Teresa. 

Nada más vender el piso a esta familia, cubrió todos sus gastos al contado. De hecho, ha terminado de pagar la hipoteca y el resto de deudas. "Sólo me han sobrado 1.000 euros. Pero, ya estoy tranquila. Ahora estoy viviendo. Esto para mí es la gloria".

Señora de avanzada edad tendiendo la ropa.

Señora de avanzada edad tendiendo la ropa. E.P

Teresa afronta una nueva vida sin cargas. Antes, como cuenta a este periódico, era muy difícil salir adelante, "temía mucho el fin de mes" y ahora puede permitirse incluso "un capricho". 

Su pensión de viudedad le da para vivir más desahogada y sin presiones. Además, no ha tenido que deshacerse de su casa, ya que puede seguir viviendo en ella sin necesidad de pagar el alquiler. "No puedo pedir más", termina. 

Una alternativa de inversión

Muchos fondos de inversión y compradores independientes ven en esta fórmula de compra una alternativa "interesante" que se puede revalorizar con los años. 

Este es el caso de Enrique (62 años), que junto a su mujer compró una nuda propiedad de 80 metros cuadrados con tres habitaciones y un baño hace cinco años. En ese momento, ya empezó a notar que los propietarios eran cada vez más jóvenes. Él le compró la vivienda a un señor de 70 años por el 30% menos del valor que estaba tasado. 

Como cuenta a este diario, el propietario de la casa tenía una situación económica delicada, ya que tenía un préstamo bancario con unos altos intereses que no le dejaban descansar y no hacía nada más que desembolsar dinero. 

Tanto para él como para su esposa, adquirir una nuda propiedad "ha sido toda una lotería. Sabemos que la tendremos ahí en un futuro, nos ha costado menos y casi siempre estas viviendas se revalorizan", añade Enrique. 

Causas del fenómeno 

Este fenómeno ha tenido su efecto por diversos factores. Por un lado, "está la incertidumbre económica que ha llevado a que muchos propietarios busquen formas de obtener liquidez sin tener que desprenderse por completo de sus hogares", explica María Matos, directora de estudios de Fotocasa. 

Además, "hay un cambio cultural, entre las generaciones más mayores, en el que se prioriza el bienestar y la calidad de vida actual, sobre el deseo de dejar un legado patrimonial a las futuras generaciones", matiza Matos. 

Señor mayor sacando dinero del cajero.

Señor mayor sacando dinero del cajero. E.P

Un ejemplo de ello podemos verlo en una amiga cercana de Teresa. Ana (nombre ficticio porque prefiere mantenerse en el anonimato), que ha explicado que a pesar de tener hijos, ha preferido optar por esta fórmula de venta para poder tener un colchón económico del cual sustentarse. Fueron sus propios hijos los que la animaron para ceder su propio domicilio. 

"Influye el hecho de que muchos de estos propietarios tienen que enfrentar situaciones financieras complejas, como la necesidad de complementar ingresos durante la jubilación anticipada o el deseo de mantener un nivel de vida cómodo", aclara la directora de estudios de Fotocasa. 

Todo esto ha contribuido a que la nuda propiedad se convierta en una solución cada vez más popular. "Sobre todo lo hemos ido percibiendo en estos últimos tres años debido a que se ha producido una elevada subida de los tipos de interés en las hipotecas variables y al incremento abultado del precio de la vivienda en España", añade.