"Resulta inaudito que nadie en el Ibex 35 esté anunciando planes de contingencia o revisando la cuenta de resultados ante lo que se está gestando en Lationamérica con el Covid-19", se escandalizaba hace unos días en una conversación privada un conocido gestor de fondos.
¿Está gestionando la empresa española la crisis del virus con misma la improvisación que los políticos? En realidad, los CFO (directores financieros) llevan semanas preparando los números y ya tienen una idea de la magnitud del desastre. Pero ante una crisis tan cambiante -y siempre a peor-, el Ibex 35 está optando, de momento, por esperar a la presentación de sus resultados para contar hasta qué punto la pandemia ha dejado un paisaje devastador en sus distintos mercados, en especial, en los más vulnerables.
El coronavirus ya ha iniciado su asedio a Latinoamérica y de cómo resistan a él países gobernados por populistas como Jair Bolsonaro o Andrés Manuel López Obrador dependerá la capacidad de aguante de las grandes empresas españolas, que son uno de los pilares con los que quiere contar el Gobierno de Pedro Sánchez para impulsar la recuperación nacional.
Carlos Torres Vila es uno de los líderes del Ibex que más atento sigue lo que sucede en México a través del contacto con Eduardo Osuna, el máximo directivo de su filial Bancomer, y de Carlos Salazar Lomelín, el consejero mexicano que incorporó al máximo órgano de administración el pasado febrero precisamente para dar más peso en las decisiones al país que más aporta a su cuenta de resultados.
Junto a ellos, hace números el economista jefe de su servicio de estudios, BBVA Research, para Latinoamérica, Juan Ruiz, que la semana pasada participó en un debate con Carlos de Sousa, economista líder de Mercados Emergentes de Oxford Economics, para analizar el impacto del Covid-19 en la región.
Cerca de un 45% del beneficio de BBVA procede de México (casi el doble que España) y Oxford Economics ha presentado un informe que concluye que Latinoamérica será la región más afectada. Sus países padecerán, por un lado, el efecto que esta crisis sanitaria tendrá en los precios de las materias primas y por otro, las dificultades de sus gobiernos para asumir el coste de la paralización económica que traerá consigo desempleo y tensión social.
Ruiz recordó que en la pandemia de la gripe de 1918, las zonas en las que se tomaron mayores medidas de precaución tuvieron una recuperación económica posterior más sólida.
Si aceptar esa realidad ha costado a los líderes políticos de Asia, Europa y Estados Unidos, en el caso de Brasil o México la situación no ha sido distinta, con el agravante de que allí tienen más antecedentes para saber lo que se avecina y unos sistemas de salud mucho más frágiles.
La imagen más impactante de la voracidad del virus frente a la incapacidad de las autoridades ha sido la de las calles de Guayaquil (Ecuador) con cadáveres de víctimas del virus. Pero no son menos escalofriantes las noticias que llegan de las favelas de Río de Janeiro, donde ya se han registrado las primeras muertes por coronavirus.
Un drama social con un claro impacto económico que afectará a las cuentas de BBVA, Banco Santander, Telefónica, Mapfre o Ibedrola, entre otras grandes empresas españolas. Pero también de Inditex, que ya sufrió un duro golpe en el beneficio del primer trimestre por las consecuencias del coronavirus en Asia.
En el caso de la operadora que preside José María Álvarez Pallete, con el agravante de que el Covid-19 va a afectar de manera directa a la valoración de los segmentos de negocio en Latinoamérica que tiene en venta o bajo reestructuración dentro de un proceso que quería acelerar en este primer semestre de 2020.
También sufrirá su filial Vivo, donde Álvarez-Pallete tiene a Christian Gebara al frente. Sin embargo, la evaluación de los daños no llegará hasta el 7 de mayo, día en el que presentará resultados.
De momento, la compañía está centrada en lanzar distintas iniciativas de ayuda en los países en los que opera, en especial, en Brasil. Allí, Vivo trabaja con el Gobierno de São Paulo en la gestión de recursos de Big Data para combatir la pandemia, junto a otras iniciativas enfocadas al consumo de datos para los brasileños confinados en sus casas -que a diferencia de España, no alcanzan el 60% de la población-.
Del grupo de empresas del Ibex 35 citadas, la primera en rendir cuentas ante los mercados sobre los efectos del Covid-19 será Ana Botín el próximo 28 abril. Con un 28% de su negocio procedente de Brasil y un 26% de otros países latinoamericanos, desde la Ciudad Financiera se siguen muy de cerca todas las noticias que llegan desde sus filiales latinas.
El Santander ha lanzado varias iniciativas de ayuda. En Brasil, por ejemplo, se ha unido con Bradesco e Itaú -las otras dos grandes entidades del país- para la compra de test y respiradores con los que ayudar al sistema sanitario brasileño, igual que ha hecho en España.
Todo el Ibex 35 será solidario con las regiones en las que tenga clientes afectados por el Covid-19 en un año en el que sus accionistas ganarán mucho menos. Ese es el efecto de la lógica económica sobre unos resultados empresariales en los que el Gobierno de coalición ha querido meter la cuchara para que dejen más a España.
Recuerden el amago de aprobar una doble imposición por sus beneficios del extranjero para que las multinacionales paguen en España por un concepto por el que ya tributan en otros países. No descarten, que ante la crisis recaudatoria en la que nos ha sumido el Covid, Sánchez y Pablo Iglesias saquen del cajón de nuevo esa idea.
ATENTOS A...
La radiografía que hace en términos de empleo y tamaño de las empresas el último informe de Freemarket Corporate Intelligence es toda una advertencia sobre la vulnerabilidad de una economía, como española, que depende de una forma abrumadora de las pymes y micropymes para sostener el empleo (ver tabla).
La consultora que preside Lorenzo Bernaldo de Quirós es crítica con las decisiones que ha tomado el Ejecutivo para sostener la afiliación a la Seguridad Social -como penalizar los ERTE o forzar a las empresas a asumir el permiso retribuido de la 'hibernación'- por considerar que son una traba más a la supervivencia de un tejido que se va a ver masacrado en esta crisis.
Ese diagnóstico empresarial lleva a los autores del informe La economía española ante el Covid-19. Se oscurece el panorama a descartar la recuperación en forma de V que promete la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. El estudio considera que, en el mejor de los casos, la recuperación tendrá forma de U. Pero en otro escenario, "nada descatable" para España e Italia el ciclo económico podría tomar forma de L "con la base inferior de una longitud imprevisible".