"Nuestros cuerpos son nuestros jardines; nuestras decisiones, nuestros jardineros". (Shakespeare).
El mercado mundial del bienestar tiene un valor de 1,5 billones de dólares (con un crecimiento anual del 5% al 10%) según McKinsey & Company, es decir, tiene un tamaño superior al PIB de España.
En su informe, la mencionada consultora dice que, en opinión de los consumidores, las principales categorías que definen este mercado son la salud, el estado físico, la nutrición, la apariencia, el sueño y la atención plena:
En la encuesta realizada a aproximadamente 7500 consumidores de seis países, un 79% dijo que el bienestar es importante y un 42% lo considera una prioridad principal:
Una mejor salud aparece constantemente como la dimensión de bienestar más importante (y la que tiene el mayor nivel de gasto) en todos los mercados que estudió McKinsey.
Al mismo tiempo, las respuestas varían en otras categorías. Los consumidores de Japón dan prioridad a la apariencia, mientras que los de Alemania enfatizan la forma física; los encuestados en Brasil y Estados Unidos están más interesados en la atención plena, los de China y Reino Unido en la nutrición. Personalmente, este dato de Brasil me ha extrañado mucho, habría jurado que sería el país que más importancia daría a la apariencia física y ha sido el que menos:
En el gasto general, los consumidores esperan aumentar sus compras de productos y servicios de bienestar durante 2022. Se prevé un mayor ímpetu hacia los servicios, especialmente aquéllos (como entrenamiento personal, nutricionistas y asesoramiento) que priorizan la salud física y mental.
Los entusiastas del bienestar tienen altos ingresos y siguen marcas en las redes sociales, rastrean nuevos productos e innovaciones. Los socialmente responsables prefieren (y están dispuestos a pagar más) marcas que sean ambientalmente sostenibles y con ingredientes limpios/naturales. Los consumidores preocupados por el precio creen que los productos de bienestar son importantes, pero comparan características y beneficios para obtener la mejor oferta.
Los leales prefieren apegarse a sus rutinas actuales y las marcas que conocen, mientras que los participantes pasivos sólo están marginalmente involucrados con el bienestar. Los entusiastas del bienestar y los socialmente responsables son los que más gastan. Los leales y los pasivos gastan mucho menos.
La investigación reveló que las mejoras reportadas por los consumidores en los niveles de bienestar han quedado por debajo de sus expectativas en todos los países excepto en China y Brasil, lo que sugiere que el mercado puede estar desatendido. La mayoría de los consumidores de todo el mundo informan que sus niveles de bienestar personal se están estancando o incluso disminuyendo:
El estudio también reveló seis tendencias que han ido ganando impulso con el tiempo:
1) Los consumidores están interesados en productos naturales/limpios.
2) Se demanda mayor personalización.
3) El futuro es digital: se proyecta mayor crecimiento en el comercio electrónico que en otros canales.
4) Los influencers son claves y las empresas tradicionales han tenido que aprender a aprovecharlos.
5) Las experiencias cada vez se demandan más: los servicios son una mejora, no un reemplazo, del espacio de bienestar de los productos.
6) Las categorías continúan desdibujándose. Con las tendencias anteriores en mente, las empresas deben identificar las áreas vitales para los consumidores.
Por cierto, mis fondos de inversión favoritos para exponerse a la megatendencia del sector salud son BlackRock World Healthscience, Credit Suisse Digital Health y Bellevue Medtech & Services.
Si algo nos ha enseñado la pandemia, es que la salud física y mental seguirá siendo una prioridad para millones de personas en todo el mundo durante mucho tiempo. Richard Feynman suele decir: "Si te concentras en los fracasos, seguirás sufriendo. Si te concentras en las lecciones, seguirás creciendo".