El fallido 'hachazo' a las eléctricas al que el Gobierno dio forma en el Real Decreto 17/2021 después matizado costó a Iberdrola y Endesa unos 8.000 millones de euros en Bolsa. El dinero se mueve libre en los mercados y en uno regulado, como es el eléctrico, si algo no convence a los inversores, huye rápido. En ese caso, salió de España con destino a otras empresas internacionales.
La lección está todavía fresca en la memoria del Gobierno. De ahí que en el sector energético se confíe en que Pedro Sánchez no espere al Consejo de Ministros de mañana, martes, 29 de marzo, para explicar en público a las eléctricas -y a sus inversores- las líneas maestras sobre cómo va a ser la intervención del mercado ibérico.
Este lunes, el presidente participa en un foro de Europa Press y la consultora McKinsey al que está invitado el sector y el formato del encuentro es propicio para exponer sus ideas y contener el temido castigo bursátil que muchos esperan.
Sánchez volvió el pasado viernes a España desde Bruselas con una victoria y un precedente: la unión de fuerzas con el primer ministro luso, António Costas, para conseguir un trato excepcional a la Península Ibérica. Una isla energética que lleva décadas reclamando una interconexión eléctrica con Francia que nunca ha querido ser tenida en cuenta.
Por todos es sabido que en la Unión Europea cada país defiende lo suyo, y España siempre ha tenido alguna debilidad que le ha impedido dar un golpe sobre la mesa en determinados asuntos estratégicos. Recuerden cuando Mariano Rajoy se llevó por Madrid de tapeo a Nicolas Sarkozy en 2015. La sobremesa dio para mucho, pero no para hablar de interconexiones energéticas.
Al presidente del Gobierno le llamaron la pasada semana don Quijote por el pulso que echó en Bruselas a los países frugales. Pero en realidad es ahora cuando va a interpretar el papel de Alonso Quijano luchando contra los molinos. Porque intervenir un mercado sin fracasar significa también convencer a los mercados de que la seguridad jurídica no se va a quebrar. Si no lo consigue, como ocurrió con el 'hachazo' del pasado otoño, tendrá un problema.
Es ahora cuando Sánchez va a interpretar el papel de Alonso Quijano luchando contra los molinos porque tendrá que convencer a los mercados
Por ahora, ni Sánchez, ni Teresa Ribera han concretado a las empresas afectadas del sector cómo se va a articular la intervención. Sin embargo, las compañías ya han comenzado a hacer cálculos internos y a establecer hipótesis para saber cómo les puede afectar esta decisión.
En realidad, los Gobiernos de España y Portugal siguen teniendo las manos atadas por la condición de sus países de mercados europeos. Como explicó el viernes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, podrán intervenir el mercado. Pero respetando el marco europeo y sus leyes de competencia. Y además, siempre con el permiso de Bruselas. Un punto al que se aferran varias fuentes del sector consultadas para marcar las 'líneas rojas' que no van a poder traspasar Sánchez y Costa.
También se considera relevante dar más visibilidad al "carácter temporal" que van a tener estas medidas excepcionales consentidas por los efectos económicos que está teniendo la guerra de Ucrania.
Pero lo más importante es quién va a pagar la intervención del mercado mayorista para poner un tope al precio del gas, de manera que no dispare el coste de la luz, como está ocurriendo ahora.
La idea de que fueran los consumidores los que 'pagaran el pato' con más déficit de tarifa o la posibilidad de financiar la medida con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no se puede descartar, pero ha perdido fuerza en los últimos días.
Si son las empresas las que van a tener que costear la intervención, desde varias compañías consultadas se pone el énfasis en saber si se va a socializar el esfuerzo entre todo el sector energético. Incluyendo, así, también a gasistas y petroleras.
En la reunión que Sánchez mantuvo en la Moncloa la pasada semana con Ignacio S. Galán (Iberdrola), Francisco Reynés (Naturgy), José Bogas (Endesa), Josu Jon Imaz (Repsol), José Manuel Entrecanales (Acciona) y Ana Paula Marqués (EDP), no se detalló el plan. Entre otros motivos, porque se estaba a la espera de conocer las conclusiones de la Cumbre europea.
Pero se pidió al sector que "arrimara al hombro" para ayudar al Ejecutivo a contener la inflación que está provocando la crisis energética con "gestos" que, como avanzó este periódico, las empresas se comprometieron a hacer con carácter inmediato en forma de descuentos a sus clientes.
En aquella reunión, también se emplazaron a presentar propuestas que algunas empresas presentarán en las próximas horas al Ejecutivo. El objetivo en los despachos de las energéticas es contener los daños del plan de choque de Sánchez.
Sin embargo, no se puede olvidar que el resto de los sectores económicos españoles, en especial, la industria, llevan dos días celebrando la medida. La intervención del mercado va a ser una ventaja competitiva para muchos sectores económicos frente a los vecinos europeos.
La situación es muy complicada y sin tener contenidas las movilizaciones del transporte, el Gobierno tendrá que emplearse a fondo en las próximas horas para poner sobre la mesa soluciones y ayudas ante la escalada de los precios.
De aquí a que se ejecute la intervención del mercado, pasarán unas tres semanas. Es un tiempo en el que la inflación seguirá escalando y no se descarta que lo haga hasta tocar los dos dígitos. Así que, parafraseando al diplomático europeo, la tarea del Gobierno es quijotesca y las armas para luchar contra los molinos de viento son endebles. Lo veremos pronto, cuando Hacienda haga público el dato del déficit de 2021.
ATENTOS A...
El desglose de los datos de la ligera revisión al alza del crecimiento de la economía española (al 5,1%) en 2021 incorpora una novedad importante. Los beneficios empresariales en el trimestre de la Navidad fueron más altos de lo avanzado por el INE en enero, cuando se estimó que la variación interanual había sido del 13,3%. Ahora, se ha elevado ese dato al 14,7%.
Para el Ministerio de Hacienda, esta corrección no ha sido sorprendente porque la cifra actualizada es más acorde que la anterior con los buenos datos de recaudación tributaria de los que viene haciendo gala el Gobierno. Además, es una buena noticia que las empresas tengan una mejor salud de lo anticipado por el INE.