Almudena Grandes sigue esperando su calle: Almeida dice que ningún distrito lo ha solicitado tras dos años
La escritora falleció a los 61 años a causa de un cáncer y fue nombrada Hija Predilecta de Madrid en febrero de 2022.
8 noviembre, 2023 02:12Es Hija Predilecta de Madrid desde febrero de 2022, sus novelas se siguen leyendo en todo el mundo y la adaptación teatral de La madre de Frankenstein está arrasando. La sombra de Almudena Grandes es alargada, sin embargo, parece que todavía no hay ningún distrito de Madrid que quiera tener una calle con su nombre.
Y es que, el Ayuntamiento de Madrid aún espera que algún distrito pida la calle a la afamada escritora que el Pleno de Cibeles aprobó ahora hace dos años sin el apoyo de Vox, tal y como han trasladado fuentes de Coordinación Territorial a Europa Press.
La calle a la autora de Malena es un nombre de tango o El corazón helado figura entre las posibles denominaciones que maneja la dirección general de Coordinación Territorial "a la espera de que algún distrito lo solicite".
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El mismo Pleno aprobó instalar una placa en la puerta de la casa de Almudena Grandes en la céntrica calle Larra. Su instalación está a la espera del consentimiento de la familia, ha trasladado el área de Cultura a Europa Press.
Estos homenajes fueron aprobados con el 'sí' de todos los grupos, a excepción de Vox, tras la muerte de la escritora con 61 años a causa de un cáncer.
Hija predilecta de Madrid
La polémica llegó con el nombramiento de Grandes como Hija Predilecta de la capital a título póstumo. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, aseveró en el mandato pasado que no merecía tal reconocimiento, aunque finalmente se le concedió tras un acuerdo de Gobierno municipal con Recupera Madrid para aprobar los presupuestos
Madrileña del 60, Almudena Grandes se dio a conocer en el año 1989 con Las edades de Lulú, obra que ganó el Premio de novela erótica La Sonrisa Vertical, de la editorial Tusquets, y que consiguió el aplauso unánime de crítica y público.
A ella le siguió Te llamaré viernes y fue Malena es un nombre de tango, su tercera novela, la que la consagró como una de las grandes escritoras de la literatura en español.
Atlas de geografía humana, Los aires difíciles, Castillos de Cartón, El corazón helado y Los besos en el pan, junto con los volúmenes de cuentos Modelos de mujer y Estaciones de paso, la convirtieron en uno de los nombres más consolidados y de mayor proyección internacional de la literatura española contemporánea.
El corazón helado fue un punto de inflexión en su carrera. A partir de ahí se introdujo de lleno en los Episodios de una Guerra Interminable, un proyecto literario, que siguiendo el modelo de Benito Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales, quería narrar la historia de aquellos que perdieron la Guerra Civil intercalando hechos históricos con acontecimientos ficcionados.
En 2010 publicó el primer volumen de la serie, Inés y la alegría, que ganó el Premio de la Crítica de Madrid, el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz.
Le siguieron El lector de Julio Verne (2012), Las tres bodas de Manolita (2014), Los pacientes del doctor García (2017) y La madre de Frankenstein (2020). El sexto tomo que cierra la serie y no ha visto la luz es Mariano en el Bidasoa.
Republicana, feminista y comprometida con los valores democráticos y la memoria del país, Almudena Grandes obtuvo numerosos premios, como el de la Fundación Lara, el de los Libreros de Madrid y el de los de Sevilla, el Sor Juana Inés de la Cruz, el Rapallo Carige y el Prix Mediterranée.
La escritora, Premio Nacional de Narrativa 2018, siempre presumió de las bondades de la capital y puso en valor las virtudes de la Villa y Corte, una protagonista más en todas sus novelas.
La plaza de la Guardia de Corps, la calle Moreto, la casa de las Flores o el cementerio de la Almudena son algunos de los emplazamientos madrileños que situó en los mapas de sus historias.
"Si marcara en un plano de la ciudad todas las casas en las que he vivido, el resultado sería un círculo casi perfecto. Ahora vivo en la calle de Larra, en el mismo barrio donde se instaló mi bisabuelo al llegar a Madrid", explicaba sobre sus raíces.
"Cuando era pequeña, lo que más me gustaba del mundo era venir con mi madre de compras al Centro. Vivía al lado de la glorieta de Bilbao, mis abuelos paternos en la calle de Fuencarral, los paternos en Lope de Vega, enfrente de las Trinitarias... toda mi vida transcurría en el distrito Centro, pero para mí el centro era un cogollo con la Puerta del Sol, calle Mayor, la calle Arenal, Gran Vía y Plaza Mayor", relató.