Contenedores de basura en Getafe.

Contenedores de basura en Getafe. Ayuntamiento de Getafe

Madrid Comunidad

Rebajas del IBI, en el recibo del agua o un bono 'piscina': los 'trucos' de los alcaldes de Madrid ante la tasa de basuras

9 octubre, 2024 02:23

La cuenta atrás ya ha comenzado. Los ayuntamientos de Madrid (y de toda España) trabajan para introducir la nueva tasa obligatoria de basuras. Las entidades locales comenzarán a cobrar en abril de 2025 un tributo que cubra lo que cuesta íntegramente todo el servicio de residuos. Lo que ocurre es que no existe un único camino para establecer la cuantía de la cuota. 

Muchos consistorios se las están ingeniando para aplicar la tasa y que sus vecinos la noten lo menos posible. En la Comunidad de Madrid, grandes municipios como Majadahonda, Valdemoro o Móstoles ya han movido ficha. Otros, como el de la capital, que lidera José Luis Martínez-Almeida, todavía no han anunciado sus planes. 

Para variar, el 'tasazo' está enfrentando al PP y al PSOE. Los populares madrileños abogan por que sus ayuntamientos lo compensen bajando otros impuestos propios. A los socialistas les gustaría unificar el tributo en toda la región. 

El origen de la tasa está en la ley de residuos y suelos contaminados que el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó en 2022. Es esta normativa estatal la que obliga a los ayuntamientos a establecer un tributo diferenciado. Con ello, el Ejecutivo persigue el principio de "quien contamina, paga". Y recoge así el guante de las recomendaciones de la Comisión Europea, que sugirió a España en 2018 que hiciera obligatorios impuestos sobre los residuos municipales.

Hasta este cambio, los ayuntamientos han financiado la recogida de basuras con los presupuestos generales. Podían optar, además, por usar un tributo para pagar lo restante. Ahora, la tasa será obligatoria y deberá cubrir el servicio por completo.

De Móstoles a Galapagar

La cantidad a pagar dependerá de la localidad, de cómo adapten la tasa y de cómo estuvieran pagando el servicio hasta ahora. También estará supeditada a la mancomunidad a la que pertenecen y a otras cuestiones. 

Como es habitual, los ayuntamientos están regulando sus tasas vía ordenanza fiscal. Para "paliar la imposición por parte del Gobierno de España", el Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha optado, como otras localidades populares, por rebajar otros impuestos.

El Consistorio que lidera Judith Piquet compensará el tributo de residuos rebajando la plusvalía municipal, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o el impuesto sobre actividades económicas (IAE). Estas decisiones, según cálculos municipales, permitirán ahorrar a los alcalaínos 5 millones en impuestos en los próximos tres años

Para calcular su tasa de basuras, Alcalá ha tenido en cuenta el número de miembros que residen en una vivienda, en vez del valor catastral de los inmuebles. El Consistorio también medirá el consumo de metros cúbicos de agua de cada hogar, local o industria. En total, la cuota que pagarán los vecinos será de unos 132 euros. El pago irá incorporado al recibo del agua, que en Alcalá es bimensual. Es decir, que abonarán 22 euros cada dos meses por los residuos

En el caso de Majadahonda, el importe a pagar será de 150 euros al año, o "incluso menos". Aquí, la cuantía concreta para cada vivienda dependerá del valor catastral (se fijan 13 tramos) y de los m2 construidos (multiplicados por un coeficiente vinculado a su valor catastral). Los garajes de hasta un valor catastral de 2,5 millones quedarán exentos de pago. Majadahonda no contará el tamaño de las familias. 

De forma paralela, el Gobierno municipal de Lola Moreno bonificará con un 10% del importe de la cuota a los vecinos que utilicen el punto limpio una vez al mes durante al menos cinco meses. Por otro lado, aquellos que cobren el Ingreso Mínimo Vital tendrán una bonificación del 50% en su tasa de residuos. Siguiendo esta línea, los ancianos con pensiones por debajo del SMI y las personas con discapacidad tendrán una reducción del 30%.

Además, una persona que domicilie los impuestos municipales podrá ahorrarse ahora 100 euros al año. Los vecinos, por otro lado, podrán descontarse hasta un 15% del IBI si se instalan en casa un punto de recarga de coches eléctricos. Si las empresas hacen un plan de transporte colectivo tendrán un descuento de hasta el 30% en el IAE.

En Móstoles se pagará entre 37 y 193 euros al año. La tasa dependerá del valor catastral y del número de moradores. El Consistorio, también del PP, prometer ser "sensible" en el caso de los más vulnerables y valorará el tratamiento de 'compost' en particulares. Frente a ello, bajarán impuestos como el IBI o el de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). 

En Valdemoro también se agarran al valor catastral para calcular la cuantía y establece tres tamos: viviendas valoradas en hasta 100.000, en hasta 200.000 y en más de 200.000. Las tasas, respectivamente, serán de 158, 175 y 185 euros al año. El Gobierno local de David Conde (PP) promete bajar impuestos en el segundo tramo de la legislatura. 

En Zarzalejo, un municipio mucho más pequeño que los anteriores, compraron un camión y unos contenedores hace unos años para transportar la basura a la planta de Pinto. Se ahorraron así entre 40.000 y 50.000 euros anuales. Ahora, tratará de subir la tasa de basuras "lo menos posible". Aunque los vecinos lo notarán, sobre todo, en la parte relativa a podas

El Ayuntamiento de Galapagar no ha fijado todavía la cuantía de su tasa de basuras. Pero ya trabaja para "concienciar" a sus residentes en lo "importante" que es la separación de residuos. Con este objetivo y también en el contexto de la nueva tasa, premiarán a quien recicle bien. Es decir, los vecinos podrán tener un bono anual para una actividad del Centro Cultural La Pocilla, un curso de idiomas o un bono de cinco baños en la piscina cubierta. Todo gracias a 15 contenedores de reciclaje inteligente que dan puntos extra por residuo depositado. Se trata de un proyecto piloto. 

En Getafe, donde gobierna la socialista Sara Hernández junto a Podemos y Más Madrid, la tasa será dependerá del valor catastral de la vivienda y del número de residentes. Así, la horquilla se moverá entre los 55 y los 95 euros para casas con un único huésped. Si hay más habitantes, la cifra se elevará de forma progresiva. El Ayuntamiento aplicará reducciones a las familias en riesgo de exclusión, las numerosas y a quienes reciclen más.