Julia, la empresaria china que fabrica en un obrador de Alcorcón las gyozas de más de 200 restaurantes del mundo
Abrió en 2010 el famoso El Bund en Madrid. Todo estaba tan rico que otros restaurantes le empezaron a encargar sus masas y pastas asiáticas.
13 julio, 2024 02:32Julia Zhou es una emprendedora innata que ha ido supliendo las necesidades 'asiáticas' que Madrid ha ido demandando con el paso de los años hasta convertirse en la ciudad multicultural que es ahora.
Cuando llegó en 2002 a Madrid de su China natal — proviene más concretamente de Quingtian, un condado de donde es gran parte de la migración que habita en España— abrió una agencia para los chinos que viajaban a la capital por trabajo. Con tres ordenadores en un local en alquiler, fundó la que es ahora la agencia encargada de programar los viajes de embajadas, gobiernos e importantes empresas de negocios.
A Julia, cuyo nombre original es Wenchun, las ideas de sus pioneros negocios le vinieron rodadas. Los clientes asiáticos que pisaban Madrid gracias a su agencia siempre lamentaban no tener ningún restaurante de comida china auténtica.
Por ello, decidió abrir el primer restaurante chino tradicional de nivel de la ciudad, desmarcándose de los 'chinos de barrio' más humildes e informales. Su restaurante El Bund, en Arturo Soria, se ha convertido en uno de los más destacados de Madrid, por el que han pasado todo tipo de caras conocidas como la infanta Elena.
Sus masas y pastas de gyozas, dim sum y noodbles estaban tan buenas que el resto de restaurantes chinos le empezaron a pedir que produjera estas delicias asiáticas para ellos. "A la gente le gustaba todo mucho y se me quedó la cocina pequeña por toda la demanda que tenía, por lo que abrí un obrador central en Alcorcón", explica Julia Zhou.
Así fundó hace tres años la fábrica Sankou Asian Food que vende productos asiáticos a más de 200 restaurantes de todo el mundo. Situada en el polígono industrial de Alcorcón, el amplio espacio de cuatro plantas de 400 metros cuadrados cada una, ya se les está quedando corto, por lo que van a ampliarla con la nave colindante de 2.000 metros cuadrados.
En el obrador elaboran todo tipo de masas y pastas asiáticas como baos, gyozas, guotie (empanadillas chinas), dim sums, noodles, hakao, xialongbao, lamian... además de platos precocinados como pato y cerdo laqueado o tonkatsu de pollo y cerdo.
Sankou cada vez provee a más restaurantes. La mayoría de sus clientes son de Madrid, aunque, desde hace aproximadamente un año, cada vez tienen más de Suiza, Reino Unido, Austria, Francia, Portugal y Alemania.
Próximamente, también empezará a vender al consumidor final a través de supermercados especializados en comida asiática.
Por otro lado, prácticamente a la vez que la apertura del obrador, inauguró su segundo restaurante, Kököchin, en Aravaca. Pero no le basta con gestionar dos restaurantes, un próspero obrador y una agencia de viajes.
Además, lleva desde sus inicios celebrando en sus restaurantes el Festival del Dim Sum y la fiesta China Taste en Madrid, durante el Año Nuevo Chino. "Siempre hay que hacer cosas nuevas. Me parece interesante promover la comida china", argumenta Julia.
El obrador de Alcorcón
Sankou Asian Food cuenta con una oficina, almacenes, refrigeradoras y congeladores, cocina, sala de empaquetado, de noodles, de gyozas, de I+D —en la que, en estos momentos, están incubando la idea de empezar a hacer mochis—, etc.
El proceso de elaboración comienza en el muelle de carga, donde reciben toda la materia prima fresca. Trabajan con ella al momento para después congelarla y mandarla a los restaurantes.
Su equipo, formado por unas 20 personas, son los encargados de la elaboración de las masas y pastas. Todo el personal es de origen asiático, en su mayoría de China, por eso, los carteles están en castellano, chino e inglés.
Dependiendo del pedido, pueden producir hasta 12.000 xialongbaos y de 2.000 a 30.000 gyozas al día. Todos los rellenos se elaboran manualmente.
La limpieza es extrema, por eso siempre desmontan las máquinas después de usarlas para su desinfección. Los empleados llevan mascarilla y los trajes adecuados. "Cumplimos con el estándar de calidad japonesa. Es decir, cero errores y todo muy pulcro durante el proceso de producción", informa una de las empleadas de la fábrica mientras se la muestran a Madrid Total.
Desde el obrador destacan que el valor de Sankou está en la gente que lo trabaja, como puede ser la propia Julia, que vive para su proyecto, o el maestro Ou, un experimentado cocinero chino al mando de los woks y ollas gigantes de la cocina que prepara estas delicatessen orientales.